Directorios frente a un 2018 que se visualiza activo




Todo parece apuntar en la dirección que durante el 2018 los directorios de empresas tendrán bastantes temas de qué preocuparse. En efecto, se trata de un año en el que no sólo se proyecta que tanto la economía global como la local experimentarán un crecimiento importante, sino que también uno en que las empresas enfrentarán significativos desafíos producto especialmente del proceso de transformación y disrupción digital en curso y el avance de la llamada 4ta. Revolución Industrial, la cual está provocando rápidos cambios en la forma cómo vivimos, trabajamos y nos relacionamos los seres humanos.

En este contexto, probablemente muchos directorios se estarán preguntando cuáles debieran ser los temas sobre los cuales debieran poner especial atención este año. Para responder esta inquietud, sin duda es fundamental tener en consideración la situación particular que enfrenta cada empresa y la industria en que ésta compite. No obstante, a nivel general, me atrevo a sugerirles incluir entre sus prioridades los siguientes temas.

Evitar el statu quo en el plano estratégico es, en mi opinión, la primera prioridad. Ocurre que prácticamente todas las industrias están atravesando por procesos de cambio relevantes, los cuales en algunos sectores están desarrollándose en forma muy rápida. Por ello es importante que cada directorio entienda bien lo que está ocurriendo en su industria e impulse la adopción de medidas estratégicas en forma oportuna. De lo contrario, corren el riesgo de que las empresas que dirigen se transformen poco a poco en compañías irrelevantes.

Mi visión, en todo caso, es que hay varias compañías en Chile que están haciendo un buen trabajo en este frente, en la medida en que están aprovechando las oportunidades y amenazas que las transformaciones en curso les están generando en sus respectivos negocios. Pero veo también que hay empresas que no están reaccionando a la velocidad requerida.

Otro tema importante es la obligación que tienen los directorios de asegurarse de que las empresas cuenten con las capacidades y el talento necesarios para lograr ejecutar en forma efectiva los cambios requeridos en el plano estratégico y en el plano técnico y operacional. La recomendación es que evalúen tanto el tipo de personas que requieren atraer y formar en las organizaciones, como las opciones de establecer asociaciones con otras empresas, incluyendo startups, que posean capacidades que les sean útiles para avanzar más rápido en sus procesos de transformación.

Un tercer aspecto fundamental es la reacción que se observa están adoptando cada vez más compañías frente al cambio en el rol que cumplen las empresas en la sociedad y la consecuente necesidad que tienen los directorios de tomar en serio el tema de la sustentabilidad.

En esta dimensión también me pasa un poco lo indicado anteriormente en el sentido que veo empresas que están haciendo un buen trabajo, pero también otras que no han avanzado mayormente, ya sea porque el tema no lo consideran crítico y/o porque simplemente no han definido aún cómo abordarlo.

Ahora, también hay labores que es conveniente que realicen los directorios en forma regular para mejorar su operación. Entre éstas, una de las más importante es asegurase que cuentan con un gerente general adecuado para enfrentar las necesidades de la empresa a futuro, las cuales a veces difieren de las que tuvo en el pasado. Similar criterio sugiero aplicar a los accionistas cuando corresponda efectuar elección de directorio. Mi recomendación es que escojan directores que posean, en su conjunto, las capacidades requeridas en función de las necesidades de la empresa y procuren que se nomine un presidente que cuente con las condiciones requeridas para el debido ejercicio de su rol. De forma similar, estimo útil verificar que exista una estructura efectiva de comités y evaluar la posibilidad de incorporar prácticas que permitan dar un mejor cumplimiento a las funciones de los directorios.

Conformar directorios que funcionan bien es algo altamente recomendable. De hecho, basta haber participado en el tipo de discusiones profundas que en ocasiones puntuales anteceden la aparición de ideas y conceptos innovadores, y haber sentido cómo aumenta el interés de los directores y ejecutivos cuando los comentarios y visiones aportados van profundizando el nivel de comprensión de los temas y mejorando el proceso de toma de decisiones, para darse cuenta de que el juicio colectivo de un grupo afiatado y probado de directores con la debida experiencia de negocios es, por lo general, más profundo y completo que el juicio de sólo uno o dos individuos, por más inteligentes que estos sean. Lograr este tipo de dinámica en un directorio, sin embargo, no es algo que se logra de un día para otro. Se requiere desarrollar un trabajo deliberado, cuyo éxito depende fuertemente del interés y la disposición que tengan los accionistas controladores de realizar los cambios requeridos para el efecto.

Luego, invito a los directorios a definir sus planes de trabajo para el 2018 teniendo presente que enfrentan un año en que hay mucho en juego ocurriendo en el mundo empresarial.

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