Estado y gestión




A veces a una idea le llega su hora; y hace rato le llegó la suya a la modernización del Estado. Pero el tranco ha sido lento y siempre el tema aparece como importante aunque nunca como urgente. Puede contribuir a cambiar esa prioridad el informe que el jueves lanza el CEP elaborado por la Comisión de Modernización del Estado.

El informe tiene buenos temas que priorizar: la institucionalización del Consejo Fiscal; la creación de una Agencia de Productividad y Evaluación; mejorar la gestión de información en el Estado; y combinar adecuadamente la asesoría legislativa neutral y de confianza. Estos temas son algunos en los que el próximo gobierno debiera empezar a trabajar de inmediato.

Hay otras propuestas que se enfocan en la gestión de la burocracia estatal. La gestión financiera del Estado se lleva varias páginas con miras a, entre otras cosas, romper la inercia del manejo presupuestario concentrado en la Dipres. Y es que es una anomalía que, como da cuenta el testimonio de un jefe de servicio, "al final todo el poder lo tenga el sectorialista de la Dipres".

También se aborda la gestión "orgánica" del Estado. Desde siempre la estructura estatal ha estado férreamente definida en la ley para ejercer un control sobre el poder político. Así la necesidad de una ley para crear instituciones, modificar sus funciones o aumentar su personal es una forma de institucionalizar el contrapeso que hace el Congreso. El problema es que, con el tiempo, muchos aspectos de la gestión institucional que están inscritos en la ley en la práctica se han transformado en inmodificables.

La propuesta aborda este punto, plantea permitir mayor flexibilidad en la relación que tienen los servicios con el poder político. De esta forma propone que el Presidente de la República (vía DFL ad hoc) al inicio de su mandato pueda reorganizar la dependencia ministerial de los servicios a fin de agrupar instituciones afines en torno a figuras ministeriales que logren articular una agenda común. Así por ejemplo, si el próximo presidente quisiera concentrar ciertos servicios críticos que requieren una urgente modernización (ej. Sename, Junaeb y DGA) puede agruparlos bajo un mismo ministro a quien encarga políticamente la tarea.

La propuesta es un buen primer paso para flexibilizar la gestión institucional del gobierno. El paso siguiente (que el informe no propone) podría permitir la creación y fusión de ministerios (siempre con un máximo). Así las prioridades políticas de cada gobierno podrían ser acompañadas con estructuras orgánicas afines que, dentro de cierto marco, cambian de gobierno a gobierno.

La tarea más difícil ahora es convencerse que estos cambios valen la pena. Para eso se necesita liderazgo político y consensos extendidos. A lo primero ayuda que el programa del expresidente Piñera coincida en varios puntos con estas propuestas. A lo segundo, el hecho que el informe lo suscribamos personas de diversos afectos políticos.

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