Hace casi un año, tal como lo dice Giorgio Jackson en el comunicado que envío para tratar de justificar lo injustificable, se comenzó a gestar el Frente Amplio. Una de sus principales máximas y directrices, diría que la única, es dejar en claro su diferencia con la ex Concertación, actual Nueva Mayoría. Hoy se confirma que eso es una mentira, una ilusión para captar votantes desilusionados y jóvenes novatos en el juego de la política.

Nunca me lo creí, primero porque conozco de cerca las movidas políticas de sus líderes —en particular la manera de hacer política de  Giorgio Jackson, quien ya hace cuatro años entregó todos los cupos necesarios que podría tener en su poder a la Nueva Mayoría, con tal de no tener un contrincante que pudiese poner en peligro su triunfo parlamentario— situación que hoy se repite y que, a mi juicio, es la principal razón de la bajada de Alberto Mayol como candidato en su distrito, hecho que también comentó el presidente de la Cámara de Diputados, Fidel Espinoza. El resto es papel molido.

Ahí están la nota de La Segunda; los audios supuestamente misóginos de Mayol; Giorgio en  televisión (canal 24H) dejando entrever que la candidata por el distrito 10, Natalia Castillo, temía por su seguridad porque Mayol le decía en el audio que vivía a tres cuadras , lo que es "un poco amedrentador". Show, todo es show, y así es la política y cualquier ciudadano informado no debiese sorprenderse.

Lo realmente asombroso, y de alguna manera irónicamente hermoso, lo que hace que esta situación sea noticia es que estos son los mismos personajes que han renegado de lo que ellos bautizaron como "viejas prácticas", de la "vieja política" y con esto se devela que son las mismas que ellos usan. Las viejas prácticas son las actuales prácticas del Frente Amplio, tanto así que la semana recién pasada José Miguel Insulza pasó por algo muy similar a Mayol por parte de un partido de "vieja escuela", el PS. Así las cosas es difícil ver la diferencia entre la "vieja" y la "nueva" forma de hacer política que se arrojan en el Frente Amplio, a esta altura ya desenmascarados.

Todo lo antes expuesto no me parece tan grave, ni sorprendente, sino más bien el curso natural de la necesidad del poder por el poder, de la máxima primera en la política: Homo homini lupus. Lo realmente grave, lo que revela el pensamiento de la cúpula de esta coalición es lo maquiavélico de intentar inculpar al académico Alberto Mayol de un delito social que lo podría sepultar comunicacionalmente: el machismo y la misoginia. Acción que no dio muchos frutos por burda e inconsistente.

Como defensora de los derechos de las mujeres y admiradora de las feministas —condición que aspiro lograr— alerto de lo peligroso de la maniobra mediática que está ejerciendo la candidata Beatriz Sánchez: desde el día que lanzó su candidatura se autodenominó una "candidata feminista", sin serlo, ni parecerlo. Hoy, tras conocerse los audios de Mayol a Natalia Castillo, eso se confirmó. Sánchez perjudicó la lucha contra el machismo al normalizar en los medios, por conveniencia política  el "Feminismo Light" (conocido en Latinoamérica como Feminismo Hembrista) , concepto acuñado por la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie: "Cuidado con el peligro de lo que yo llamo Feminismo Light. Es la idea de la igualdad femenina condicional… Ser feminista es como estar embarazada. Lo estás o no lo estás. O crees en la plena igualdad entre hombres y mujeres o no. Dentro del Feminismo Light, es la idea de que los hombres son superiores por naturaleza pero 'deben tratar bien' a las mujeres", escribe la activista.

No seré yo quien esté entregando la chapa de quién es o no feminista. Sin embargo es fácil saber quienes no lo son, y aquí viene a mi mente el "castigo" del Consejo Político de Revolución Democrática, quien decidiera no darle el cupo a Javiera Parada para competir en las elecciones a diputada por el distrito Nº 8, ya que le dio un topón a otro auto manejando bajo los efectos del alcohol —no hubo lesionados ni daños ni una demanda—. En contraposición, la propia Natalia Castillo en el año 2002 protagonizó un grave accidente automovilístico al no respetar una luz roja mientras conducía tras haber consumido alcohol, provocando lesiones a terceros, antecedentes que no coinciden con el estándar ético que definieron aplicar en la colectividad.

El audio de whatsapp de Mayol a Castillo (increíble cómo evoluciona la sociedad digital —como cambia el dispositivo— hoy es un teléfono inteligente, ayer una radio Kioto) es política dura, con acusaciones importantes y algunas malas formas, más, en ningún caso machista o misógino, de hecho el tono es muy similar al que emplea en el audio que a través de la misma plataforma le envía a Jackson.

Sin embargo la candidata Beatriz Sánchez da una rueda de prensa acusando machismo: "A mí me impactó mucho lo que conocí. Es bien doloroso de repente tomar decisiones duras. Pero hay límites en la política, hay puertas que no se pueden dejar que se abran, y en esto hay que ser categórico: yo estoy llevando adelante un gobierno feminista y, en este sentido, quiero que actuemos y obremos en consecuencia con ese manera", dijo la candidata presidencial. Lo mismo la vocera de la coalición, Rosario Olivares, "queremos decir, como mujeres, que no estamos de acuerdo con el amedrentamiento de nuestras compañeras".

Las feministas no quieren privilegios, sino igualdad, es un sueño lejano, pero alcanzable, o al menos más que el de los militantes del Frente Amplio.