La pastilla del día después para el VIH




Este primero de diciembre se conmemora una nueva versión del Día Mundial del VIH. Si bien en Chile nadie diagnosticado con esta enfermedad debiese morir, las cifras de este año nos dieron una pésima noticia:

Los casos de contagiados han aumentado un 44.6 %, entre los años 2010 y 2015 en todos los grupos de adultos, hombre y mujeres y muy especialmente en el grupo entre 20 a 29 años. La única buena noticia ha sido el descenso de la inoculación de madre a hijo en el embarazo.

Así, mientras aprobamos con buena nota gracias al tratamiento universal garantizado por la salud pública, reprobamos en lo más importante: la prevención.

Y es que en Chile, tendencias un tanto atávicas y cavernarias aun se oponen a la educación masiva respecto, por ejemplo, al uso de preservativos, lo que sin duda ha contribuido a que esta enfermedad se siga propagando.

Este dramático escenario, ha hecho pensar en distintas estrategias para hacer frente a esta pandemia . Una de ellas, es la píldora del día después para el VIH: una vez expuesto a una relación sexual de riesgo, existe hoy un medicamento que previene el contagio. Este funciona y debe ingerirse dentro de las siguientes 72 horas luego de ocurrido el acto sexual, durante 28 días.

La alternativa de una píldora "mágica" para prevenir el contagio luego del coito suena tentadora. Sin embargo, es la forma más cara y menos efectiva de prevenir.

Pero revisemos todas las opciones que ayudarían a tener una estrategia moderna y eficiente. La primera más económica, efectiva y realista sigue siendo el uso de preservativo. Sin embargo, y estando ad portas del 2020, aun existe mucha desinformación al respecto. Desde la falta de educación desprejuicida en jóvenes y adultos para aprender a usarlo, hasta ingenuidades dadas en ciertos colegios de clase alta donde se evita el tema confiando en que hombres y mujeres se mantendrán vírgenes hasta el matrimonio. Realidades diversas que sólo inducen al error. Escenario que se ve agravado incluso con candidatos presidenciales que promueven la castidad como método preventivo.

La segunda opción, también económica, es el diagnóstico precoz de la enfermedad, y es aquí donde fallamos los médicos. ¿Cuántos pacientes salen de una consulta con una orden para controlarse el colesterol y no con una para hacerse el examen del VIH?

Una tercera forma es el tratamiento, o sea, pacientes tratados con carga viral indetectable, que obviamente contagian mucho menos que aquellos sin terapia.

La cuarta estrategia es la profilaxis pre exposición. Es decir, seleccionar grupos de pacientes de alto riesgo como trabajadores sexuales o parejas donde sólo uno de ellos tiene VIH y ofrecerles el uso permanente de un medicamento preventivo. Usado en forma consistente, reduce hasta un 70% el riesgo de contagio. Si bien es un tratamiento caro, se aplica a grupos acotados con un riesgo fuerte.

Por último, y en quinto lugar según mis sugerencias es la ya mencionada "píldora del día después", la que si bien suena atractiva, es por lejos la más cara, dado que implica el uso en un número potencialmente ilimitado de pacientes. Además, conlleva el riesgo de exponer a muchas personas a los efectos adversos de los medicamentos, pudiendo aumentar la resistencia a antivirales, tanto a pacientes que adquieren la infección mientras están aplicándose el tratamiento, o que, sin saberlo, ya tenían VIH cuando empezaron la terapia. No previene además el embarazo, ni otras muchas enfermedades como la gonorrea, la sífilis, etc.

En este nuevo día del VIH, Chile debe entonces renovar sus esfuerzos por hacer lo que es más efectivo y más barato: no escatimar en esfuerzos frente a la educación respecto al uso del preservativo y por sobre todo el acceso al examen, ofreciendo incluso tomas de muestras móviles que puedan ir a colegios y universidades o  aumentando el acceso a test rápidos auto administrados en farmacias: Protección y detección precoz no son recetas mágicas, pero para ganarle al VIH, no existen atajos: ese es el camino y no otro.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.