Esta columna fue escrita junto a Christian Nicolai, Director ejecutivo de Conicyt.

Una de las etapas más inciertas en la carrera científica es sin duda el momento de la inserción como profesionales. Según cifras de la Primera Encuesta de Inserción de Investigadores, realizada por la Asociación Nacional de Investigadores en Postgrado (ANIP), entre un 56% y un 67% encuentra trabajo en menos de seis meses, pero el valioso conocimiento que traen los nuevos doctores no siempre parece seducir a quienes debieran "emplear" dicho saber. ¿Por qué resulta tan difícil la inserción?

Aunque Chile es el segundo país de Latinoamérica con más publicaciones en revistas científicas de calidad, a diferencia de lo que ocurre en países desarrollados, nuestra sociedad aún no termina de incorporar a la ciencia como motor del desarrollo económico y social en sus distintos niveles. Esto explica por qué la academia parece ser la única opción laboral con que cuentan nuevos investigadores.

También explica la urgente necesidad de reformular el sistema de ciencia, tecnología e innovación en el país, cambio que está representado en el proyecto de Ley que crea el Ministerio de Ciencia y Tecnología. Pero la nueva cartera no llega sola, viene de la mano de una serie de iniciativas tendientes a dar respuesta a los problemas de inserción.

Conicyt acaba de presentar dos concursos que van en beneficio de científicos en etapa inicial. Uno de ellos, Subvención a la Instalación en la Academia, busca incorporarlos como investigadores en universidades, en igualdad de condiciones que sus pares, y velando por que cuenten con el máximo posible de tiempo para realizar sus estudios.

El segundo instrumento, Apoyo a la Formación de Redes Internacionales para Investigadores en Etapa Inicial, busca crear redes que permitan a estos profesionales generar nuevos lazos, medida que también apunta a su desarrollo profesional.

Estas nuevas convocatorias no son el primer esfuerzo que realiza Conicyt en aras de la inserción. El programa Fondecyt realiza el Concurso de Postdoctorado, también con miras a la incorporación de científicos en el ámbito académico, a través de su participación en grupos de investigación consolidados, iniciativa a la que se suma el Concurso de Proyectos Fondecyt de Iniciación en Investigación, que financia propuestas con 2 a 3 años de duración.

Otra estrategia clave es incorporar a nuevos doctores en grupos de investigación consolidados a nivel internacional, lo que es facilitado por las becas de postdoctorado en el extranjero que entrega el Programa de Formación de Capital Humano Avanzado.

Además, gran parte de nuestros instrumentos, como el Concurso de Investigación Tecnológica en Minería y el de Investigación y Desarrollo en Acción IDeA, incluyen como requisito la incorporación de investigadores que hayan obtenido su doctorado hace no más de cinco años. Si bien todas estas iniciativas constituyen un avance, se requiere de una mayor participación de todas las áreas de nuestra sociedad para generar la sinergia necesaria entre ciencia y desarrollo. Esto no solo redundará oportunidades de trabajo para los científicos jóvenes, sino que contribuirá a pavimentar el camino de Chile hacia un enfoque basado en una industria del conocimiento y no en la mera explotación de los recursos naturales.