No debate en ciencia y tecnología




El jueves de esta semana dos canales de televisión hicieron un no "debate" sobre las ideas en ciencia y tecnología para sus eventuales gobiernos. Esto patrocinado por la gran iniciativa Congreso Futuro de Guido Girardi. Si bien es necesario felicitar la iniciativa de los canales, también hay que señalar la pobreza del programa y lo mal preparados que estaban los periodistas. Si siete aspirantes al más alto cargo de la nación no lograban entender preguntas hay solo dos alternativas: o bien los candidatos son todos mediocres, o la pregunta estaba simplemente mal formulada.

Sin perjuicio de que hay varios candidatos mediocres, me inclino por la segunda opción.

Más patético aun fue cuando el canal, haciendo gala de las nuevas tecnologías, entregó tablets a los candidatos para responder preguntas. Y cuál sería la sorpresa increíble, al ver que los tablets fueron usados para poner, en toda la pantalla, un signo gráfico de apruebo-rechazo.

En todo el programa solo un candidato, una vez y a la pasada, ocupó el término big data, que es central en lo que viene, especialmente en relación con computación cognitiva e inteligencia artificial. La vaguedad de las respuestas fue alarmante. Era como la historia del estudiante que solo había estudiado a los fenicios y debía rendir un examen.

Debate, al menos, yo no vi nunca, ni menos fue estimulado por los periodistas. Una vez ME-O emplazó a Guillier, pero no por ciencia y tecnología, sino por sus votos personales en las campañas anteriores. El caso más patético fue Artés, que daba lo mismo lo que le preguntaran porque la respuesta era refundar al país y hacer una nueva Constitución que resolvería todos los problemas.

Apenas hablaron los candidatos de la carretera digital e Internet, y la tecnología en salud y, por cierto, solo vaguedades de sentido común. Nunca se habló de biotecnología, biología sintética, inteligencia artificial, Internet de las cosas, Web 3.0, realidad aumentada, neurociencias, epigenética, nanotecnología, nuevos materiales como el grafeno, complejidad, la impresión ya no 3D sino 4D, o la habilitación del 5G en telecomunicaciones. No apareció ni en el horizonte del transhumanismo en curso (la singularidad de Kurzweil), la reproducción humana tecnológica que se viene. Hoy se habla profusamente del cuarto paradigma de la ciencia que acompaña la nueva visión de la realidad, tema que ningún candidato trajo a colación, y menos los periodistas. El tema fundamental de la nueva mente tecnológica colectiva global que se forma en la nube, ni se vislumbró. Palabras como blockchain, bots, wearables, Deep web, ciudades inteligentes, espacio exterior, memes y temes, o lenguaje postsimbólico simplemente no existieron. Los periodistas hablaban de la sociedad del conocimiento, cuando eso ya no es la cave.

No me puedo imaginar la decepción que debe haber sentido Girardi, que estaba presente. Todos estos temas han sido abordados por expertos mundiales cada año en Congreso Futuro; los candidatos no podrían alegar ignorancia. Si alguno de estos candidatos llegara a La Moneda, al menos en el tema ciencia y tecnología nuestro país se seguirá rezagando irremediablemente. Nuestra clase política cree que el tema se resuelve con un nuevo ministerio, lo que indica exactamente que no han entendido siquiera el problema.

Finalmente, es más o menos obvio por qué Piñera no participó. Llamó la atención la bajeza de los comentarios de ME-O al respecto y la de otros candidatos. Según los canales y una encuesta al menos dudosa, Sánchez ganó el debate: una candidata que ni siquiera debe saber la diferencia entre técnica, máquina y tecnología.

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