Adorable Linda: la fotógrafa que revolucionó la vida de McCartney (y con Chile como capítulo esencial)

En los 80 años de historia de Sir Paul, en Culto recordamos a quien fuera su esposa, compañera y cómplice por más de tres décadas. Los chilenos que pudieron ver de cerca a la pareja en su visita al país en 1993, rememoran la relevancia de Linda en la vida del ex Beatle.


El mundo del rock está lleno de historias de amor: romances fugaces, intensos e icónicos que dejaron himnos para la eternidad. Pero hay pocas que mezclen el compañerismo y la armonía que todos veían en Linda y Paul McCartney.

“No cabe duda que fue el amor de su vida, que le dio estabilidad artística y sentimental”, recuerda quien en los años 90 era periodista de la Radio Rock & Pop y El Mercurio, Iván Valenzuela. El por entonces comentarista de música pudo ver el primer Maracaná de McCartney en 1990 y posteriormente los shows de México y Chile de 1993.

La historia de amor de la pareja se remonta a 1967, mientras The Beatles trabajaban en el álbum Sgt. Pepper’s Lonely Heart Club Band. La fotógrafa estadounidense, Linda Louis Eastman- su nombre real - era ya una experimentada retratista de astros de la música en los tardíos 60. Por su lente pasaron figuras como Bob Dylan, The Beach Boys, The Kinks, Eric Clapton, entre otros. Una época que quedaría plasmada en su libro Sixties: Portrait Of An Era (1992). Ese año, reporteando en Londres, conoció a McCartney y rápidamente comenzó una historia de amor que solo la muerte pudo separar.

Foto: Linda McCartney

“Jorge, go veggie”

El año 1993 fue especial para los beatlemaniacos nacionales. Fue la primera vez que un ex Beatle tocaba suelo chileno para presentar un show con lo mejor de su época Beatle, junto a Wings y solista. El 16 de diciembre llegó Sir Paul al Estadio Nacional, una visita con la que McCartney cerraba casi 11 meses de gira con su New World Tour.

Más allá de las vicisitudes de aquella visita a Chile - no logró llenar el recinto y, por consecuencia, el precio de las entradas era bastante barato -, la oportunidad de que una estrella como él viniera a Chile era todo un hito en los inicios de la transición.

En esos años, el Ministerio de Educación entregaba la Medalla Gabriela Mistral, que se usaba solo para entregarles a profesores que cumplían 50 años de servicio”, recuerda Jorge Arrate, encargado de la cartera ministerial durante el gobierno de Patricio Aylwin. “Yo resolví utilizar esta condecoración también para el ámbito cultural y decidimos entregársela a él no solo como una figura importante en la música, sino también como representante de lo que fue una época”, agrega.

El encuentro entre el ministro de gobierno de la época y los McCartney fue en los pasillos del Estadio Nacional. Allí un emocionado Paul, que de a poco iba entendiendo de qué se trataba el reconocimiento, se mostró muy agradecido.

Pero la mayor reliquia que conserva el ex ministro es el libro de cocina vegetariana que le obsequió Linda McCartney. “Jorge, go veggie. Love”, escribiría la reconocida activista por los derechos de los animales, una militancia que el mismo Paul adoptaría a lo largo de su vida.

Gentileza de Jorge Arrate.
Gentileza de Jorge Arrate.

En tiempos donde el vegetarianismo aún no era habitual en Chile, llamaba la atención este tipo de alimentación. El periodista Iván Valenzuela recuerda que, al inicio del New World Tour, tuvo la oportunidad de compartir una entrevista con McCartney en México: “Me acuerdo que la comida y el catering era muy vegetariano, y era por Linda. La vi justamente al lado del catering”.

Por su parte, Verónica Ulloa, ex jefa de prensa de la productora Providencia Televisión, encargada de la visita de Sir Paul el 93, recuerda que las exigencias en Chile fueron similares: un menú completamente vegetariano. Y además se le hizo llegar un sombrero de huaso y vino nacional.

Linda, junto con participar en la banda de músicos, estaba muy comprometida con el tema. No se podía tener comida para su equipo de ningún tipo de comida animal, ni usar vestuario en base a cuero”, desclasifica Luis Venegas, fundador de la productora. “Ellos venían de haber tocado dos conciertos en Buenos Aires y nos contaba que allí el tema de la comida de carne animal ‘era un problema mayor’ para ella y quería que en Chile la ayudáramos”, agrega.

Encantadora y gentil

Ella en realidad era una persona encantadora, muy gentil. Muy grata, siempre sonriendo”, recuerda Jorge Arrate, sin saber que el mismo Paul la describió exactamente igual décadas antes: “La encantadora Linda” reza la letra de la canción que pertenece a su primer álbum solista, McCartney (1970). Un track que es parte de un LP que salió en medio del que fuera su más caótico divorcio, el de The Beatles. Allí la fotógrafa se convertiría en un pilar para el compositor al momento de afrontar la disolución de los Fab Four.

Algo de eso se puede ver en el documental Get Back, reestrenando recientemente: en una dura escena, Paul y Ringo son los únicos de la banda en el estudio tratando de resolver si volver a tocar en vivo en medio de la crisis. Allí Linda exclamaría: “El mundo muere por verlos... hablo como una fan”.

Creo que hay muchas cuestiones del ambiente y de la cultura en el que hay que responsabilizar a Linda del desarrollo de Paul, esto más allá de los lugares comunes como el veganismo. Creo que encauzó a Paul McCartney en muchos sentidos”, analiza el conductor radial y comentarista de música, Alfredo Lewin.

Complicidad arriba y abajo del escenario

La dupla musical entre Linda y Paul se inició en 1970, cuando McCartney lanzó su disco homónimo y su esposa lo acompañó los coros. El álbum también incluiría un manifiesto al amor que le profesaba a ella, Maybe I’m Amazed.

Pronto vendría Wings, la agrupación donde Linda fijó su sitial como corista y tecladista, un rol que ocuparía hasta su show de Chile 93. “Vocalmente se complementó en el período de Wings y es la inspiración para esas grandes canciones como My Love o Maybe I’m Amazed, las que hablan de la importancia de esos temas en la vida de Paul”, considera Lewin.

Iván Valenzuela hace memoria sobre la vigencia que tenía Linda en el escenario para la época del 90: “(En Brasil) me acuerdo perfecto que estaba en los teclados, tenía un teclado pintado psicodélico como un submarino amarillo”.

Chile: el último show de Linda McCartney

En la década del 90, el Estadio Nacional abría sus puertas a conciertos internacionales luego de años oscuros. Una apertura simbólica en muchos sentidos. El recinto de Ñuñoa, utilizado como campo de prisioneros y tortura durante la dictadura, se abría a los shows masivos.

Consultado sobre si la pareja de artistas que llegaba a Chile por primera vez conocía sobre la situación del país y el lugar donde se presentarían, Jorge Arrate recuerda: “Les hice un comentario. Ellos sí, estaban plenamente informados de lo que ocurría en Chile. Estaba con nosotros en el acto el Embajador de Gran Bretaña, que les había informado. Yo les dije ‘qué bueno que ahora puedan venir’”.

Terminado el concierto Paul y Linda hicieron una cena en la suite presidencial del Hotel Hyatt de la época y nos invitaron a la producción. Ellos venían en un avión privado, todos juntos con su familia. Eran hartos hijos, nietos, otros familiares” revela Luis Venegas sobre el itinerario de los McCartney posterior al show.

El 16 de diciembre de 1993, el Estadio Nacional fue el último escenario donde Linda McCartney se presentaría junto a Paul. En 1995 fue diagnosticada de cáncer de mama y solo tres años después, fallecería a los 56 años.

Linda, por su parte, inmortalizó su paso por Chile con dos imágenes. Una de ellas es parte de su libro Linda McCartney: Life in Photographs (2011) donde se puede ver al noventero público chileno capturado por el lente de la fotógrafa.

Fotografía por Linda McCartney publicada en el libro Linda McCartney: Life in Photographs (2011).

Sigue leyendo aquí el especial de Culto de los 80 años de Paul McCartney

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