La adjudicación de ViacomCBS de los derechos de transmisión de la Selección Chilena de Fútbol, para las clasificatorias del Mundial de 2026, es una señal de que la televisión está moviéndose a pasos agigantados.
El conglomerado mediático no solo emitirá los partidos a través de Chilevisión, para la TV abierta, sino también en la plataforma Paramount+. Será primera vez que los encuentros de “La Roja” se vean masivamente en vivo por streaming, un hito que empieza a borrar los límites entre la televisión tradicional y las plataformas de suscripción, donde ViacomCBS busca apuntalar su negocio del streaming, mientras que para la industria implica que el fútbol puede ir alejándose de la TV de pago y da señales de que en 10 años más el streaming debiera ser el contendor más fuerte.
“Con la selección chilena apostamos a que su consumo pueda ser en televisión lineal, pero también en Paramount+ cuando estés en la calle y ya no solo en el televisor. Son mundos que van a convivir a futuro”, plantea Juan “Iñaki” Vicente, VP de Paramount South Latam y director ejecutivo de Chilevisión.
De modo inédito, la próxima edición del Festival de Viña del Mar también se emitirá tanto en señal abierta como en streaming: será tanto a través de Canal 13 y TVN, como en la plataforma Star+. Toda una innovación para la cita que, luego de los partidos de la Selección, se alza como lo más visto del año en términos de rating.
Según el sitio Statista, 68,81 millones de latinoamericanos están suscritos a una streaming de pago, una cifra que crecería a 116 millones en 2026. Casi el 60% de ellos están hoy en Netflix y le siguen de lejos Disney+ (18%) y Amazon Prime Video (10%). En Chile no hay cifras oficiales sobre la penetración del streaming -las empresas no las entregan-, pero si se toman en cuenta esos 68 millones de abonados en LatAm, habría que multiplicarla por tres, considerando la costumbre de compartir claves, uno de los problemas del streaming para su monetización, así como antes lo tuvo la TV paga con los “colgados”. La posibilidad de incluir comerciales al inicio de cada visionado está en marcha -así lo anunció Netflix-, con suscripciones con y sin avisos.
Las cifras indican que la disrupción del streaming ha hecho un moderado daño a la televisión abierta chilena (los ratings en franja estelar no superan los 17 puntos, versus los 30 de hace algunos años) y ha estancado el crecimiento de la TV paga. Según cifras de la Subtel, hasta marzo pasado había en Chile 3.424.404 suscriptores de TV paga, sumando el cable y la satelital. Pero la penetración de suscriptores por cada 100 habitantes bajó de 17,91 en junio de 2018 a 17,30 en marzo de este año.
La evolución del negocio
El año pasado, Netflix invirtió 17 mil millones de dólares para producir contenido. Paramount+, según un informe de IndieWire, gastó 14.700 millones de dólares en el mismo período y proyectan que la compañía sería rentable en 2025. Disney, para sus plataformas Plus y Hulu, gastará 15 mil millones de dólares durante este año. ¿Se puede sostener ese nivel de gastos en el futuro? Probablemente no. Tampoco con tantos competidores.
La fórmula de Netflix, de estrenar temporadas completas de series, fomentan la suscripción y el impacto solo durante el fin de semana de debut. Pero no hay incentivo para mantenerse.
El modelo de HBO Max, de estrenar capítulos semanales de sus series, podría ser un modelo más rentable en el largo plazo. Euphoria es un caso de análisis, por su impacto en redes sociales: en TikTok, el hashtag #Euphoria tenía en el capítulo final de la segunda temporada 29.600 millones de visualizaciones, Twitter informó que era el programa más tuiteado de la última década y en Spotify había 600 mil playlist con la música de la serie.
“Euphoria es un fenómeno digital. Es la primera vez que se logra conjugar el lenguaje de internet con la televisión”, dice Jaime Boetsch, exdirector de programación de TVN y actual director ejecutivo de NexoPlay. “La exhibición no es el verdadero fenómeno que ha cambiado, sino que en los últimos 10 años se ha invertido o quemado tanta plata, que hemos vivido una edad dorada, de calidad impresionante”, agrega.
NexoPlay es una plataforma de eSports o deportes electrónicos, y Boetsch ve en los videojuegos una parte del futuro de la televisión. “En la medida en que las OTT (plataformas de contenido a través de internet) generen universos completos, con la serie, el videojuego, el torneo asociado al videojuego, harán un match digital. Nosotros, en NexoPlay, rompemos la cuarta pared, transmitiendo a través de Twitch. El contenido se construye entre la gente de la casa y llamando a participar en el juego”, cuenta.
El camino del eSport es uno de ellos para los videojuegos, pero también se están explorando otros: esta semana Netflix estrenó dos videojuegos para su app. Hasta ahora la experiencia es tibia, pero hay quienes dicen que ahí hay posibilidades de fidelizar al público sub30.
¿Se acaba la TV como la conocemos?
“La televisión, en su forma conocida, no va a morir”, asegura Patricio Hernández, exdirector ejecutivo de Mega y actual director de Latina TV de Perú.
“Se ha ido despedazando, por 70 años fue integradora del consumo de entretención, ficción, noticias, deportes e infantil y se fue quedando con lo que es propio de ella: la TV de compañía, de las noticias, de lo que está pasando en vivo. Creo que en el futuro la TV va a utilizar el potencial que le da el streaming, yendo hacia una TV abierta online. Vamos a seguir teniendo televisión por aire, por cable, por IPTV, por satélite. Pero mientras el streaming segmenta, la TV abierta integra: puedes meter a millones de personas viendo un contenido específico versus la TV con millones de personas viendo un mismo contenido”.
La televisión, en su forma conocida, no va a morir”
Patricio Hernández, exdirector ejecutivo de Mega y actual director de Latina TV de Perú.
“No estoy seguro si en 10 años esto que hacemos se va a llamar televisión”, dice Roberto Cisternas, director de programación de TVN. “Porque si hoy ya los contenidos de TV se consumen en varios dispositivos y que la mayoría están conectados entre sí, pienso que en 10 años serán pantallas y parlantes los que nos acompañarán en lo que hagamos”, agrega.
Martín Cárcamo, conductor y dueño de la productora Lateral, que realiza contenidos para Canal 13 y redes sociales, dice “que la tele, como palabra, efectivamente podría tener un apellido distinto más adelante”.
¿Qué canales o streamings sobrevivirán? Pablo Morales, exdirector general del Festival de Viña del Mar, dice que ve la televisión del futuro en dos líneas: “Por una parte, la ficción muy anclada en las plataformas, cada vez más concentradas en tres o cuatro players. Los deportes y eventos musicales en la TV de pago y lo que tiene que ver con noticias y actualidad en la televisión abierta de cada país”.
Para Morales, en TV abierta van a ganar “aquellos que tengan la capacidad de tener espaldas grandes detrás, como Viacom-CHV, con espacios colaborativos de canales en otras latitudes, de comprar licencias o teleseries para varios países. Eso les va a dar una ventaja a los canales de TV abierta que son socios con otros de la región más que los que son de propietarios solo chilenos”.
La importancia de los contenidos
Es un punto de encuentro: el contenido manda y seguirá siendo así en el futuro. Pero el modo en que se estrenan series chilenas ya cambió: 42 días en la oscuridad, que debutó en Netflix, se posicionó entre las 10 series de habla no inglesa más vistas en la plataforma a nivel mundial.
“El potencial de la industria del entretenimiento en Chile es enorme. En particular de la televisión”, dice Ángela Poblete, directora regional de televisión de Fábula, productora de 42 días...
“Las libertades creativas que nos dan los estudios nos han permitido amigar estas ideas que parecían antitéticas en la televisión tradicional: sí es posible reflexionar y al mismo tiempo sentirse entretenido. Entonces, hoy no hay miedo de meterse en temas complejos, porque la última palabra la tiene la audiencia. El impulso creativo hoy está orientado a romper estereotipos, a huir del enfoque cisnormativo, capacitista e incluso xenófobo que alguna vez tuvieron nuestras narrativas, para mostrar un jardín diverso”, agrega.
Latinoamérica tiene gusto por las telenovelas y aunque los streamings las dejaron fuera cuando arribaron al continente, tuvieron que adaptarse al consumo regional. Esta semana, la serie más vista de Netflix es Pasión de gavilanes. La última entrega de Stranger things está sexta.
”Le hacían asco la telenovela, por ser de tercera calidad, y hoy tienen grandes éxitos gracias a ellas, entonces han tenido que tragarse todo lo que en un minuto dijeron como verdad revelada”, dice Patricio Hernández.
En el último año el metaverso -una red integrada de mundos virtuales 3D a los que se accede con un casco de realidad virtual- se ha vuelto el concepto clave y ahí la TV tiene muchas posibilidades. “El metaverso tendrá mucho potencial en 10 o 15 años más, cuando se masifique la tecnología, porque falta mucho acceso y baja de precio”, dice Juan “Iñaki” Vicente, director de Chilevisión. “Se podrán crear contenidos grandes de metaverso, que pueden ir desde nuestro matinal hasta una teleserie, donde se crea un mundo paralelo o participativo”, añade.
Las redes sociales también están jugando un rol fundamental y Martín Cárcamo ejemplifica con un dato: hay programas suyos que en YouTube tienen 2,5 millones de visualizaciones. A partir de ello, dice que “muchos hoy son un canal en sí mismos en sus redes sociales. Suben contenido, con miles de visitas, y eso seguirá creciendo y rentabilizando”.