11-M: tras 20 años de los atentados en Madrid, la herida sigue abierta

Maite Araluce, presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), coloca una flor para rendir homenaje a las víctimas de los atentados con bombas del 11 de marzo de 2004, en el Parque del Retiro de Madrid, el 11 de marzo de 2024. Foto: Reuters

Fue la serie de atentados más mortífera que ha vivido España. En la mañana del 11 de marzo de 2004, diez bombas explotaron casi simultáneamente en la capital, apuntando a la estación de Atocha y sus alrededores. El balance: 192 personas muertos y más de 1.800 heridos. 20 años después, los sobrevivientes del atentado de Madrid siguen en la lucha por la verdad.


Dos décadas después, los madrileños recuerdan aquel día. La mañana del 11 de marzo de 2004, entre las 7:36 y las 7:40 de la mañana, se produjeron diez explosiones coordinadas en cuatro trenes de cercanías que circulaban en dirección a la estación de Atocha de Madrid, que causaron la muerte de 192 personas y dejaron casi 2.000 heridos.

Diez bombas coordinadas empezaron a detonar en cuatro trenes de pasajeros distintos desde las 7:37 de la mañana, hora de congestión en Madrid. Los explosivos fueron abandonados en mochilas en diferentes partes de los vagones y las estaciones.

El presidente del Gobierno de entonces, José María Aznar, y su Partido Popular (PP) acusaron inmediatamente a los separatistas vascos de ETA. Desde finales de la década de los 60, los integrantes de ETA habían sido responsables de la muerte de más de 800 personas en el país. Además, la versión oficial se imprimió y difundió ampliamente en los medios nacionales. Esa versión cambiaría tiempo después.

Una mujer enciende una vela en la estación de trenes de Atocha con motivo del 20º aniversario de los atentados en Madrid, el 11 de marzo de 2024. Foto: Reuters

El Gobierno insistió en la autoría de ETA, a pesar de que los indicios y la naturaleza de los atentados mostraban otros posibles autores. El 13 de marzo de 2004, el ministro de interior, Ángel Acebes, seguía insistiendo en la autoría de la organización terrorista vasca: “A ningún español le puede extrañar que la prioridad sea la banda terrorista que lleva 30 años atentando en España y que ha causado casi 900 muertos”.

“El propio presidente Aznar llamó a los principales medios de comunicación para insistir en que había sido ETA quien había perpetrado este atentado. Es como si George W. Bush o (Tony) Blair o Putin o quien fuera presidente de un país llamara al ‘New York Times’ al ‘Financial Times’. Eso es algo completamente anómalo”, analiza Octavio Rojas, experto en comunicación.

Esa misma noche una rama de Al Qaeda reivindicó el atentado de Madrid y pidió la retirada de las fuerzas españolas que operaban en Irak.

De acuerdo con una entrevista  a Francisco Javier Rupérez, entonces embajador de España en Washington, reveló que el presidente George W. Bush le comentó que: “Me dicen mis servicios que a lo mejor han sido otros”.

El 13 de marzo, más de 11 millones de españoles se tomaron las calles para rechazar los atentados. “Un ataque como estos une a las sociedades. Lo que desunió fue la sensación de que se estaba ocultando información”, señala Octavio Rojas.

En las elecciones generales celebradas cuatro días después de los trágicos atentados, el Partido Popular (PP) fue barrido por los votantes enfurecidos y ganó inesperadamente el Partido Socialista de José Luis Rodríguez Zapatero con el 75,66% de los votos. Zapatero, quien había hecho campaña con el “No a la guerra” y había prometido la retirada de las tropas españolas de Irak, obtuvo una histórica votación.

Un clamor por verdad de los sobrevivientes y familiares de las víctimas

Rosa María Ortiz, una de las 2.000 sobrevivientes, estaba esa mañana en la estación de El Pozo, se disponía a ir a trabajar cuando dos bombas estallaron a las 7:37 de la mañana: “Sacaron a toda la gente, los iban tumbando. Yo lo que vi ahí (señalando hacia la estación) fue muertos y heridos. Ahí estábamos todos tirados, todos aquí” recuerda Rosa María, que habla lentamente, perdió el 67% de su capacidad auditiva como resultado de las detonaciones.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, asisten a un homenaje a las víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004, en el Parque del Retiro de Madrid, España, el 11 de marzo de 2024. Foto: Reuters

Hace pocos meses, descubrió en un examen médico algunos fragmentos de la bomba en su pierna. María asegura que el apoyo de su asociación de víctimas ha sido fundamental. Como ella, 20 años después, casi 2.000 víctimas siguen intentando esclarecer la verdad.

Monserrat Soler perdió a su hermana Susana en la estación de Atocha. Ella comparte el dolor de otras familias que piden reparación y esclarecimiento de los hechos.

A 20 años de los atentados, vivir con normalidad sigue siendo un desafío para sobrevivientes y familiares de víctimas mortales.

En una evento realizado con psicólogos en noviembre de 2023 por la Asociación de Víctimas, muchos sobrevivientes expresaron lo que sienten dos décadas después: “La familia siempre te tiene que estar recordando que eso se tiene que pasar ya. Ya son 20 años los que van a pasar, eso ya ha pasado”, dice una víctima de una de las explosiones de ese fatídico día.

Otra víctima añade: “Lo siento, es algo que he vivido, lo sigo viviendo y no es que vayamos de víctimas. Yo por ejemplo no toco el tema con nadie, pero joder, está en mi dolor y en el esas otras familias”.

El día de los atentados, Ervigio Corral de Protección Civil, tuvo que anunciar a las familias, junto con otros dos colegas médicos, anunciaron 140 muertes a los familiares de las víctimas. “Se había hecho una tanatopraxia de manera que tuvieran la mejor conservación posible”, rememora Corral. Ese día, los servicios de emergencia estuvieron colapsados.

Un juicio con más preguntas que respuestas

Los juicios por los atentados del 11-M en Madrid culminaron en 2007 con la condena a prisión de 21 de los 28 procesados (otro fue condenado posteriormente). A pesar de las condenas, la autoría intelectual aún se desconoce, según el diario 20minutos.

En febrero de 2007 y por primera vez en España el juicio se transmitió en tiempo real.

“Queríamos que fuese una sala de cristal. Que fuera absolutamente transparente, que todo el mundo viera en tiempo real absolutamente todo lo que se hacía. Entonces todos los documentos que se aportaban durante el juicio y que no estaban en el sumario esa cámara los captaba y lo proyectaba a 17 pantallas como esta (señalando a una pinta de 2 metros cuadrados, aproximadamente)”, afirma Javier Gómez, expresidente de la sala penal de la Audiencia Nacional.

Un osito de peluche y flores cerca de la pared donde están escritos los nombres de las víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004, en la estación de tren de Atocha, en Madrid. Foto: Reuters

Entre las pruebas se encuentra una reivindicación escrita en árabe de la organización designada como terrorista por Estados Unidos y varios países más, Al Qaeda. Los investigadores también presentaron otras pruebas materiales como el carro transportó a varios terroristas aquel día y una bolsa que contenía detonadores.

Tras cuatro meses de audiencia, la justicia española confirmó los orígenes yihadistas del ataque. Javier Gómez, presidente del tribunal, recuerda que este evento representó un cambio en la forma de entender el terrorismo para los jueces españoles. “Se adapta a los tiempos, anticiparse a los atentados es el objetivo”, precisa Gómez.

Dos décadas después, solo tres condenados permanecen en cárceles: Jamal Zougam, Otman el Gnaoui y José Emilio Suárez Trashorras.

El 11-M marcó la historia de España, pero también mostró la fuerza de la unión de la sociedad y la solidaridad en torno a una herida que 20 años después, no cierra.

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