A poco más de dos meses del secuestro y homicidio del teniente (R) venezolano Ronald Ojeda, surgieron nuevos antecedentes que vincularían al exmilitar -que tenía calidad de refugiado en Chile- con una operación secreta para derrocar al gobierno de Nicolás Maduro, semanas antes de su muerte.
Así lo consignó Meganoticias, tras un reportaje en el cual se revela un audio donde el exmilitar aborda con un compañero el referido procedimiento, sin embargo, asegura desconocer el motivo que frustró su objetivo, siendo posteriormente descubiertos.
“Hermano, (es) frustrante porque se hizo un trabajo bastante grande pues y fíjate que un pequeño error que se está pagando bastante caro de verdad que puso en riesgo todo”, se escucha en el registro.
Luego, Ojeda menciona que su compañero y también militar, Ányelo Heredia, había sido capturado y detenido en enero de este año durante la referida operación denominada como ‘Brazalete Blanco’.
“Y bueno, gracias a Dios pude salir. Pero coño, mi capitán sí fue capturado, pero bueno, como dices tú, frustrante porque los fines no se cumplieron y marica no, se trabajó burda para eso”, prosigue.
La aprehensión de Heredia fue informada públicamente el 22 de enero por el fiscal general venezolano Tarek William Saab, quién además exhibió un video con la supuesta confesión del militar aprehendido, en el cual revelaba en qué consistía el procedimiento contra Maduro.
No obstante, José Rodríguez Araña, otro militar disidente de Venezuela que fue contactado en el reportaje, objeta la hipótesis del atentado contra el gobernante, remarcando que “cometer un homicidio no está enmarcado en ningún plan, porque no depondría a la dictadura este hecho”.
La misma fuente sostuvo que este viaje fuera de Chile no habría sido el primero de Ojeda, dando cuenta que en 2020 se reunió con él en Perú.
Según informó el citado medio, el exteniente habría viajado desde Chile -a través de pasos fronterizos no habilitados- hasta Colombia en diciembre del 2023, específicamente a Cúcuta, ciudad próxima a la frontera con Venezuela. Ojeda regresó por tierra a territorio chileno en enero de 2024. Posteriormente, en febrero, cuatro individuos vestidos con uniformes de la PDI ingresaron a su domicilio y lo secuestraron, siendo días después encontrado su cuerpo, tras haber sido enterrado en un campamento de Maipú.
Crimen por encargo político
El fiscal a cargo de la investigación del asesinato de Ojeda, Héctor Barros, del Equipo contra el Crimen Organizado y Homicidios (ECOH), confirmó el viaje a Colombia, y además ratificó que también habría pisado territorio venezolano para reunirse con Heredia.
“Por eso sostenemos que la organización de este secuestro se hizo fuera de Chile, concretamente en Venezuela”, añadió el fiscal.
Se indicó además que dos de las personas que participaron en el secuestro del exteniente han sido identificadas, siendo estas Maikel Villegas y Walter Rodríguez, los que salieron del país y se encontrarían en Venezuela.
Al respecto, el abogado de la familia Ojeda, Juan Carlos Manríquez, sostuvo que ambos “tuvieron nexos administrativos y contractuales con quien era gobernador del estado de Aragua, actualmente detenido en Venezuela”, refiriéndose al exgobernador Tareck El Aissami.
Sobre los avances en los 60 días que lleva la investigación, el fiscal Barros adelantó a Meganoticias que “hemos recibido varios antecedentes de la Fiscalía venezolana, y llegaron los antecedentes que hemos estado pidiendo. Lo que no hemos podido lograr todavía es la ubicación y detención de los dos autores en Venezuela”
Finalmente, concluyó señalando que “la línea política es la que estamos explotando en este momento, que es la única que va quedando. Es la más probable hasta el momento conforme a los antecedentes que hemos visto, pero eso hay que establecerlo y en eso estamos”.
“Fue el peor error que pudo haber cometido”
En entrevista con el citado medio, la hermana de Ojeda, Mayra, revela que ella le había aconsejado no viajar. “Le dije que no lo hiciera, principalmente porque siempre le dije que nos estableciéramos con una familia normal”.
Asimismo afirmó que tanto su hermano como el capitán Heredia “no manejaban armas”. “¿Con qué iban a matar a Maduro si ellos no tenían ni una pistola?”, cuestiona.
En ese contexto, reconoció que el hecho de que su hermano participara en el referido operativo selló su destino. “Fue el peor error que pudo haber cometido. Puso en riesgo totalmente su vida”, dijo.
Después del viaje del exmilitar a Venezuela, ambos hermanos estaban realizando gestiones con el objetivo de que Ojeda se trasladara a España, donde reside parte de su familia, lo cual, finalmente, no pudo concretarse.