Esto es lo que queda del lugar donde se gestó la Independencia de Chile
Investigación de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía encontró desconocidas estructuras de la propiedad donde se gestó la primera junta de Gobierno. El sitio, abandonado hace más de 40 años, y que está siendo analizado en busca de nuevas pistas, también fue el lugar donde después de la Reconquista se reunieron los independentistas.
Una reciente investigación realizada por la Sociedad Chilena de Historia y Geografía (SCHHG) reveló un sorprendente hallazgo. Se trata de las ruinas, los últimos vestigios, del lugar donde se comenzó a gestar la idea de realizar la Primera Junta de Gobierno, es decir, el sitio donde se gestó la Independencia de Chile, proceso que se llevó a cabo entre 1810 y 1826.
Se trata de un terreno ubicado en la intersección de las calles Monjitas y Mac-Iver, en pleno centro de Santiago, que según los registros de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía, estuvo emplazada una casa donde un grupo de personas comenzó a elaborar la idea de independizarse de España.
El sitio está abandonado desde principios de los años 80, hace más de cuatro décadas. En estos momentos, investigadores están realizando un análisis histórico del terreno, con el objetivo de encontrar restos que den cuenta del histórico momento.
Esto es lo que queda del lugar donde se gestó la Independencia de Chile
Se trata de un lugar histórico, no solo por el hecho de que haya sido testigo privilegiado de parte de la Independencia de Chile, sino que también en él se registraron otros hechos de relevancia histórica para el país.
Durante el período de la Reconquista (1814-1817), también conocido como Restauración Absolutista, en ese mismo sitio se reunieron regularmente los independentistas, para luego, durante la Guerra Civil (1891) ser saqueado por completo, ya que un subsecretario del presidente José Manuel Balmaceda vivía ahí, mandatario que justamente se quitó la vida tras ser derrocado.
Juan Carlos Arellano, miembro de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía, y quien está a cargo de la investigación, explica que durante el siglo XVIII, la calle Monjitas se integra a la pujante ciudad de Santiago. “Así lo describe Benjamín Vicuña Mackenna en su publicación de 1876 La Historia de Calle Monjitas. Él estaba empeñado en cambiarle el nombre a la calle por Los Presidentes, ya que ahí vivieron muchos exmandatarios durante el siglo XVIII y XIX, situación que no prosperó”.
Tras excavar el sitio, los investigadores aseguran haber encontrado los restos de la casa donde creen se gestó parte importante de la Independencia de Chile. A medida que las excavaciones fueron avanzando, aparecieron las antiguas estructuras, e incluso lo que sería la piedra fundacional, las que por el paso del tiempo, se encontraban bajo tierra. Por diferentes motivos, nunca se investigó, ni profundizó en el tema, hasta el día de hoy.
El terreno se encuentra junto a la actual sede del Ministerio de Salud y del edificio de la Empresa Nacional de Minería (Enami). Antiguamente, era una sola propiedad, pero a medida que pasaron los años, se fue dividiendo.
En caso de que efectivamente se confirme la existencia de elementos históricos o patrimoniales, y de acuerdo a la Ley de Monumentos, se tienen que hacer rescates arqueológicos según lo indiquen los estudios preliminares de arqueología.
La respuesta definitiva sobre el futuro del terreno en este caso, lo tendrá el Consejo de Monumentos Nacionales. Si las mesas técnicas piden hacer levantamientos, y luego el sitio es liberado, se podría construir ahí. “En caso contrario, lo autorizarían igual. Chile está plagado de edificios modernos donde alguna vez hubo edificios con carácter histórico y patrimonial. Sobre todo este lugar que lo demolieron hace 42 años”, se lamenta Arellano.
“En esa casa se hicieron las gestiones previas a la firma de la primera Junta de Gobierno, donde se decidió el destino de nuestro país. La firma misma se llevó a cabo en lo que es hoy el Palacio de Justicia, mientras que las sesiones se hacían en la Casa Colorada. Después, cuando vino la Reconquista española, se siguieron reuniendo ahí”, sostiene Arellano.
Qué Pasa se puso en contacto con uno de los propietarios del terreno, quien señala que en este momento se está realizando el proceso, pero a la fecha no se ha encontrado nada de valor patrimonial relevante, salvo algunos fragmentos y piedras que actuaban como cimientos de una casa antigua, pero que correspondería a los años 1900, versión diferente a la de los investigadores.
Esto es lo que quedó del lugar donde se gestó la Independencia de Chile
El objetivo de los actuales propietarios (uno de ellos es descendiente del propio Enrique Mac-Iver), es vender el terreno, para la construcción de un edificio. Sin embargo, luego de estos hallazgos, no queda del todo claro que pasará.
Arellano señala que el hallazgo y todos los antecedentes del caso, serán entregados al Consejo de Monumentos Nacionales. Sin embargo, cree que el terreno, de igual forma podría ser utilizado para un edificio, ya que alguien tendría que presentar una moción para que sea declarado Monumento Nacional. Y es muy extraño que ocurra con este tipo de excavaciones, además es un terreno baldío, es más común con un inmueble físico o por ejemplos ruinas ancestrales.
Agrega que la casa también fue testigo de la participación de una mujer, considerada como “una de las mujeres de la Independencia de Chile”: Luisa Recabarren y Aguirre (1777-1839). “Distinguida saloniére de su época, cuyo salón fue el verdadero centro de los hombres de letras y de los pensadores de la revolución. Luisa Recabarren, por su gran preparación intelectual, tuvo la oportunidad de estar presente en las conversaciones de los independentistas”, indica Arellano.
“Posteriormente en esa casa, nació y vivió Mercedes Marín Recabarren (hija de Luisa Recabarren y José Gaspar Marín, secretario de la Primera Junta de Gobierno), considerada como la primera escritora y poeta chilena, quien participó en tertulias literarias, iniciativas de caridad y expresó interés por el desarrollo de la educación de las mujeres. Sus obras fueron reconocidas en el círculo internacional de su tiempo por sus textos de carácter patriótico”, añade.
Esto es lo que quedó del lugar donde se gestó la Independencia de Chile
Debido a que José Gaspar Marín, tuvo participación en el proceso de declaración de independencia de Chile de 1810, se vio en la obligación de radicarse en Mendoza. En esa circunstancia, el matrimonio Marín y Recabarren mantuvieron correspondencia, donde se informaban mutuamente de los acontecimientos políticos que ocurrían a cada lado de la cordillera. “Luisa seguía acogiendo a los patriotas en su casa. Las noticias que enviaba su marido eran leídas ante sus invitados en reuniones secretas”, revela Arellano.
Sin embargo, “en una ocasión, interceptaron una misiva que la mencionaba, hecho que provocó su encarcelamiento, el cual fue ordenado por Casimiro Marcó del Pont. En 1817 la recluyeron en el Monasterio de las Agustinas, no obstante, por su condición social, recibió mejores tratos que otras patriotas en la misma situación. Gracias al triunfo de los libertarios, su estadía en prisión fue breve”, sostiene el miembro de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía.
En 1873, la casa fue reedificada, según relatos de Benjamín Vicuña Mackenna. Posteriormente, la numeración de las calles cambió y los números pares quedaron en la vereda sur. En1903 la dirección Monjitas 694, figuraba en un registro telefónico a nombre de Alfredo Prieto Zenteno, cuya propiedad fue saqueada por fanáticos en contra del gobierno de Manuel Balmaceda, adiciona Arellano.
“Luego en 1907, la Compañía de Teléfonos (The Chili Telephone Company Limited) reconoce la propiedad con la numeración 690, a nombre de Baltasar Villalobos, situación que fue ratificada en 1915, con planos de la Compañías Aseguradora de Santiago a nombre del exdiputado Villalobos”, agrega.
“Al fallecer Villalobos en 1824, sus hijas heredan el inmueble. Durante la década del 30, ésta se divide y se crea una propiedad nueva con acceso por calle Mac-Iver 459, donde luego en 1969 se instalaría ENAMI, pero la propiedad original de calle Monjitas esquina Mac-Iver, siguió a nombre de las hermanas Villalobos Arteaga hasta el año 1981, cuando la casa fue demolida y así se encuentra hasta nuestros días”, finaliza Arellano.
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