Muhammad A. Mohiuddin, el médico que trasplantó el corazón de un cerdo a un humano: “Esto será una solución a las listas de espera”

Muhhamad A. Mohiuddin, el médico que transplantó el corazón de un cerdo a un humano. Foto: Mario Tellez / La Tercera.

La noticia de dos exitosos transplantes de corazón de cerdos a humanos dieron la vuelta al mundo. El doctor Muhammad A. Mohiuddin estuvo a cargo de estas dos operaciones, y tras su paso por Congreso Futuro conversó con Qué Pasa sobre el futuro de esta técnica.


Tal vez no suene mucho su nombre, pero la hazaña que realizó en 2022 fue conocida en todo el mundo. Ese año, el doctor Muhammad A. Mohiuddin logró trasplantar por primera vez el corazón de un cerdo a un humano, que vivió casi 60 días con el órgano del animal. Unos meses después, hizo un procedimiento similar a otro paciente de 58 años diagnosticado con una enfermedad cardiaca terminal, y también consiguió vivir por poco más de dos meses.

La historia de este último paciente fue conmovedora. Lawrence Faucette no era elegible para recibir un trasplante debido a las altas complicaciones que tenía, por lo que sus probabilidades de vivir eran prácticamente nulas hasta que la FDA aprobó que obtuviera acceso a este procedimiento médico aún en investigación por parte del departamento de Medicina de la Universidad de Maryland en Estados Unidos.

Muhammad nació en Pakistán, donde también estudió medicina. Después se mudó a Estados Unidos, donde se perfeccionó en cuatro doctorados relacionados a trasplantes de órganos en la Universidad de Pensilvania. Su interés en los xenotrasplantes comenzó en 1992, cuando decidió especializarse en el corazón humano.

Cuenta que muchos órganos cuentan con tratamientos eficaces en caso de fallas, como los riñones con la diálisis. “Pero si tu corazón se detiene, mueres. No hay otra opción. Por eso trabajo con el corazón, y pienso que hay más gente que se puede beneficiar de un trasplante de corazón con esta técnica”, comenta el profesional.

Dr. Muhhamad A. presentando en Congreso Futuro. Foto: Congreso Futuro.

Actualmente dirige los programas de xenotrasplantes en distintas universidades de Estados Unidos. Con la precisión propia de un cirujano, describió esta técnica en su presentación en el Congreso Futuro como “el trasplante de células, tejidos u órganos entre animales de distintas especies”. No es un procedimiento nuevo, sino que data desde el siglo XIX, con pruebas y ensayos en distintas especies animales. Los corazones que fueron trasplantados bajo su dirección fueron obtenidos de una granja que modificó a los cerdos genéticamente para que el órgano fuera lo más parecido en proporción a un corazón humano.

Este es el futuro de los trasplantes de órganos, comenta el doctor. “El 99% de las personas aquí me diría que no quiere tener un corazón de cerdo, si lo ofrezco ahora”, comentó en su presentación, “pero para una persona a la que le han negado todas las opciones, esto es una oportunidad más para vivir. Y lo aceptan”.

En su presentación en el Congreso Futuro mencionó que “los xenotrasplantes no son el futuro, son el presente”. ¿Puede resumir por qué?

Antes sabíamos que los xenotrasplantes tenían muchas dificultades que no se podían sortear sin la aprobación de nuestro trabajo, tanto con los animales como con los pacientes. Era difícil transmitir lo que aprendíamos experimentando con animales a los humanos, ya que habían varias diferencias, pero también similitudes. Pero los dos trasplantes que logramos hacer en humanos nos permitieron superar estas dificultades, y aprender más.

¿Esta técnica será más común en el futuro?

Sí, lo serán. Esa es la idea, que millones de personas que están muriendo porque no tienen órganos disponibles para un trasplante, puedan acceder a estos órganos que pueden funcionar igual e incluso mejor que los órganos humanos para ellos. Así que pensamos que definitivamente esto será de gran ayuda para todos los pacientes que esperan los órganos.

¿Cómo puede impactar en el gran problema del tráfico de órganos?

Al menos por ahora estos órganos se producen sólo en Estados Unidos, no todo el mundo puede producirlos. Pero claro que tener disponibles órganos animales es mejor que el tráfico de órganos humanos, porque se trata de un órgano de alguien que no quiere donarlo y usarlo. En este caso se está usando el un órgano de un cerdo que ha sido criado como donante. Tal vez en el futuro, creo que podría poner fin al tráfico de órganos.

¿Esta técnica es más barata o eficaz que generar un órgano sintético?

Sí, los órganos sintéticos no son perfectos aún. Actualmente tenemos aparatos de asistencia a un ventrículo, pero no un corazón artificial total. Estos aparatos aún tienen algunos problemas, por lo que estamos tratando de hacer es proporcionar una solución alternativa a la escasez de órganos de este momento. No estamos compitiendo con nadie, porque hay tanta gente que necesita un órgano, que incluso si tenemos un órgano sintético, uno mecánico y o un xenotrasplante, sigue habiendo personas que lo necesitan.

Los xenotrasplantes son una opción en un futuro próximo, mientras que los órganos sintéticos, como por ejemplo de impresoras 3D y otras cosas, todavía no existen o no están lo suficientemente desarrollados. Aun se necesitarán unos pocos años para que esas tecnologías se desarrollen, pero los xenotrasplantes pueden ser usados ahora.

¿Cuál es el peso de la ética de criar un animal como donante, que no puede consentir realmente?

Definitivamente, todo se basa en lo que el paciente quiere. Entonces si por razones religiosas, éticas o de otro tipo, el paciente puede decidir no tener un quiero un órgano de animal y eso lo respetamos. No lo obligaremos a tomar ese órgano. Los dos pacientes a los que hicimos trasplantes eran totalmente capaces de tomar una decisión, hicimos una evaluación psiquiátrica de esos pacientes para asegurarnos de que, cuando tomen la decisión, estén en su sano juicio. Y es por eso que pudimos trasplantar este órgano. El punto más importante es el consentimiento. Tuvimos un documento de cinco páginas, con todo escrito y explicado al paciente, y el procedimiento sólo se aplicó cuando ellos aceptaron.

Muhhamad A. Mohiuddin. Foto: Mario Tellez / La Tercera.

Entonces, ¿habrán más opciones para las personas que necesiten un trasplante en el futuro?

Por supuesto que sí, habrán muchas opciones. Si los xenotrasplantes se perfeccionan, no tenemos que esperar a que el paciente esté a punto de morir para realizar una operación. Podemos ofrecer el órgano en un momento anterior, porque muchas veces cuando un paciente es elegible para un trasplante, ya tiene otros órganos que están afectados. Tendríamos más posibilidades de éxito, porque su sistema inmunológico estará sano y entonces podrá tener una supervivencia más larga.

¿Cuáles son sus planes en los siguientes años?

Nuestro objetivo es seguir adelante. Con cada trasplante que hacemos en humanos, aprendemos algo. Siempre hay algunos errores que cometemos cuando hacemos algo nuevo, pero no volvemos a repetirlos en la siguiente vez. Cada trasplante es un proceso de aprendizaje, y logramos superar esos obstáculos en el siguiente.

¿Es posible que los xenotrasplantes lleguen a otros lugares del mundo, como a Chile?

Sí. Actualmente es muy caro, principalmente por producir estos cerdos genéticamente modificados, y sólo un número limitado de empresas que los fabrican. Además, el costo del trasplante depende de cuánto tiempo permanece el paciente en el hospital después de la operación. Si les das un órgano sano de un cerdo y el paciente se recupera rápidamente, el coste será menor. Por lo tanto, el órgano se puede transportar a cualquier país, de la misma manera en que probamos los trasplantes entre animales y podemos trasladarlos entre ciudades.

Espero que pronto se pueda realizar en Europa o en Sudamérica. Tal vez algún día todos los continentes tendrán un lugar donde se críen estos cerdos para enviar el órgano a diferentes lugares. De un cerdo, se puede sacar siete órganos diferentes y salvar 7 vidas diferentes.

¿Hay algo más que le gustaría agregar?

Sí, hay algo. La razón principal por la que vine a esta conferencia, que no es una conferencia médica, es para crear conciencia entre las personas de que esta es una opción. Y que nadie la está forzando. Esta opción existe y pronto estará disponible para todos. Y hay gente que dice que no necesitamos vivir más, en plan, si vivimos entre 60 y 70 años, eso es suficiente para nosotros. Pero hay algunas personas quieren vivir incluso sólo unos días más, porque piensan que a veces tienen asuntos pendientes. Nosotros estamos ofreciendo esa oportunidad.

Tal vez incluso, cuando se resuelven todos los problemas que tenemos ahora, alguien prefiera recibir un órgano de cerdo que un órgano humano. Es posible que este órgano de cerdo, con todas las modificaciones que tiene, ni siquiera requiera algunos medicamentos. En el trasplante suelen ocurren muchas complicaciones debido a los medicamentos que le damos al paciente para prevenir el rechazo a un órgano. Esto no ocurriría si podemos crear un órgano que tenga la misma genética del paciente, por lo que podría vivir por mucho tiempo.

Un cerdo modificado genéticamente para futuros trasplantes a humanos en una granja cerca de Munich, Alemania. Foto: Reuters.

Entonces, esta es solo una opción que estamos brindando, para salvar vidas. Muchas personas se han acercado a mí y me han preguntado que cuando pueden obtener uno de estos órganos, porque están muy abajo en la lista de espera, y probablemente no lo obtendrán. Los criterios para los donantes hacen que a veces una persona que está en tercera o cuarta prioridad en la lista, muera esperándolo.

Ese es un gran tema, Chile tiene un grave problema con las listas de espera en la salud pública. ¿Cree usted cree los xenotrasplantes pueden ser una solución para esto en el futuro?

Sí, definitivamente lo haría. Con todos los órganos. Otra opción es se puede utilizar el órgano del cerdo hasta que un órgano humano esté disponible y se pueda trasplantar. Y los pacientes no morirían en la espera. En algunos órganos hay tratamientos en casos de fallas, como los riñones con la diálisis. Pero la diálisis es un proceso muy difícil, que debes realizar como mínimo tres veces por semana. Entonces la gente podría elegir entre el tratamiento o un trasplante. Pero para el corazón no hay otra opción. Si tu corazón se detiene, mueres. Por eso trabajo sobre el corazón, y pienso que hay más gente que se puede beneficiar de un trasplante de corazón con esta técnica.

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