Tomar un popular medicamento puede protegerte contra el segundo cáncer que causa más muertes en el mundo

Tomar un popular medicamento puede protegerte contra el segundo cáncer que causa más muertes en el mundo.

Investigadores internacionales encontraron cómo este popular fármaco puede ayudar a reconocer y atacar las células del cáncer y combatir la propagación del tumor.


El cáncer de colon es la segunda causa de muertes relacionadas con el cáncer en el mundo y representa aproximadamente el 10% de todos los casos de cáncer convirtiéndolo en el tercero más frecuente, según la Organización Mundial de Salud (OMS).

El cáncer comienza cuando las células empiezan a dividirse sin control y puede manifestarse como pólipos no cancerosos que suelen no tener síntomas.

Históricamente, los científicos han sabido que tomar aspirina puede ayudar a proteger contra el desarrollo de cáncer colorrectal (cáncer que afecta el colon o el recto), pero la razón exacta de por qué la aspirina estaba teniendo este efecto distintivo ha sido hasta ahora un misterio.

La aspirina es un medicamento comúnmente utilizado como analgésico, antipirético (para reducir la fiebre) y antiinflamatorio. Hace 120 años que se transformó en uno de los fármacos más consumidos y más común entre las personas para aliviar dolores, fiebre e incluso prevención en infartos.

Tomar un popular medicamento puede protegerte contra el segundo cáncer que causa más muertes en el mundo

Hace décadas la OMS incluyó la aspirina en el listado de los medicamentos indispensables que todo sistema de salud debería tener. Su principio activo, el ácido acetilsalicílico, y según diversas investigaciones, puede ayudar en la prevención de ciertos tipos de cáncer, incluido el cáncer colorrectal.

Anteriormente, un estudio de la Universidad de Harvard reveló que tomar aspirina con regularidad puede reducir hasta en un 19% las posibilidades de sufrir cáncer colorrectal y en un 15% el riesgo de sufrir tumores gastrointestinales. Pero los científicos no sabían la razón exacta de por qué la aspirina estaba teniendo este efecto distintivo y aparentemente específico sobre este cáncer.

aspirina
Imagen referencial.

Ahora, una nueva investigación ha revelado que tomar aspirina en dosis bajas durante un periodo prolongado puede ejercer estos efectos protectores al estimular ciertos aspectos de la respuesta inmune del cuerpo contra las células cancerosas. Los hallazgos fueron publicados en CANCER, una revista revisada por pares de la Sociedad Estadounidense del Cáncer.

El estudio llega en un momento en que las tasas de cáncer colorrectal , que comienza en el colon o el recto, están aumentando un 2% por año entre personas menores de 50 años. La Sociedad Estadounidense del Cáncer predice que el cáncer colorrectal matará a más de 53.000 personas en 2024.

Para investigar los efectos de la aspirina sobre el cáncer colorrectal, investigadores en Italia obtuvieron muestras de tejido de 238 pacientes que se sometieron a cirugía por cáncer colorrectal en la Unidad de Quirurgia General de Padua, Italia, entre 2015 y 2019, el 12% de los cuales eran consumidores de aspirina (que tomaron 100 mg del fármaco antiinflamatorio no esteroideo por día).

Los 238 pacientes se inscribieron en la sección METACCRE, y se sometieron a exámenes detallados de muestras de tejido para estudiar cómo está afectado por el cáncer. Los científicos examinaron células específicas llamadas linfocitos infiltrantes de tumores (TIL), realizaron pruebas para detectar proteínas relacionadas con el sistema inmunológico y recopilaron información sobre cambios genéticos en el tejido. Esto les ayudó a entender mejor cómo el sistema inmunológico responde al cáncer y qué cambios genéticos pueden estar contribuyendo a su desarrollo.

También hubo un subconjunto de pacientes, conocida como la cohorte IMMUNOREACT1, que se centró específicamente en dos técnicas específicas de análisis de tejidos y células, la inmunohistoquímica y citometría de flujo. El primero permite visualizar qué proteínas están presentes en las células y dónde se encuentran dentro del tejido y el segundo sirve para identificar y cuantificar diferentes tipos de células en una muestra, así como analizar proteínas específicas en la superficie celular.

Lo que los científicos encontraron fue que los usuarios de aspirina mostraron una menor propagación del cáncer a los ganglios linfáticos y una mayor infiltración de células T y B inmunes en los tumores, que pueden reconocer las células cancerosas y matarlas.

Puede protegerte contra el segundo cáncer que causa más muertes en el mundo

El análisis de células mostró que la exposición de las células a la aspirina provocó una mayor expresión de una proteína llamada CD80 en ciertas células inmunes, que desempeña un papel importante en la activación de las células inmunes anticancerígenas, lo que mejoró la capacidad de las células para alertar a otras células inmunes de la presencia de proteínas asociadas a tumores.

En apoyo de este hallazgo, los investigadores encontraron que en pacientes que tomaban aspirina de la cohorte IMMUNOREACT1 de 130 pacientes (14, o 22%, usuarios de aspirina), con cáncer de recto, tenían una mayor expresión de CD80 en el tejido rectal sano, lo que sugiere un efecto de vigilancia proinmune de la aspirina. Esto significa que, a pesar de la baja biodisponibilidad de la aspirina en el tejido rectal, que está más lejos de verse afectado por esta, hubo una respuesta positiva en la mucosa rectal sana.

El investigador principal Marco Scarpa, MD, PhD, de la Universidad de Padova dijo en un comunicado que “la concentración de aspirina administrada por vía oral puede ser mucho menor que en el resto del colon. Por tanto, si queremos aprovechar sus efectos contra el cáncer colorrectal, deberíamos pensar en cómo garantizar que la aspirina llegue al tracto colorrectal en dosis adecuadas para que sea efectiva”.

Los investigadores concluyeron que la aspirina podría ayudar al cuerpo a reconocer mejor las células cancerosas. Tomar aspirina parecía “haber mejorado la capacidad de las células para alertar a otras células de defensa sobre la presencia de proteínas asociadas a tumores”, señaló Scarpa a Health.

De esta forma, el uso de aspirina podría convertirse en una herramienta preventiva y también en una útil herramienta de inmunoterapia en el tratamiento del cáncer. “Nuestro estudio muestra un mecanismo complementario de prevención o terapia del cáncer con aspirina además de su mecanismo farmacológico clásico que implica la inhibición de la inflamación”, finalizó el autor en el comunicado.

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