Columna de Daniela Lagos: Griselda, drogas, sangre y un poco de melodrama

Quien haya visto Narcos ya sabe qué esperar y es exactamente lo que recibirá. Una serie entretenida y perfecta para matar algo de tiempo frente a la pantalla, pero que tampoco tiene más relevancia o búsqueda que eso.



No existe duda de que la vida de Sofía Vergara se divide en el antes y el después de Modern family, la serie que dominó los ratings por casi una década y que la llevo de ser una modelo y actriz moderadamente conocida a ser una estrella mundial con el cómico papel de Gloria Delgado.

Desde el fin de esa serie, en 2020, la actriz colombiana había tenido algunos papeles menores al mismo tiempo que se dedicó a ser jurado en programas de talentos, pero su gran regreso a la pantalla llegó ahora, en un rol algo arriesgado y que la aleja completamente del personaje de la inmigrante chistosa, algo escandalosa y de buen corazón que interpretó en la sitcom.

Para esta nueva etapa Vergara se asoció al equipo detrás de Narcos, que salió a la búsqueda de otro éxito con una fórmula similar: contar la historia de una importante figura del narcotráfico. Esta vez se trata de la colombiana Griselda Blanco, alguna vez conocida como la Madrina de la Cocaína y que fue una figura central en el tráfico de esa droga durante varias décadas en Miami.

La producción estrenada en Netflix y que se instala a fines de los años 70, cuando Blanco decide dejar Medellín e irse sola con sus hijos a Miami para probar suerte en el tráfico de cocaína. A partir de eso lo que viene es una historia cargada de drama, balaceras, persecuciones y también machismo, frente a una mujer que intenta dominar el bajo mundo y también la policía que intenta ser escuchada por sus pares masculinos.

Con la historia comprimida en seis episodios, la serie tiene su primer punto bueno en el ritmo, que se mueve a paso rápido y con una buena cuota de acción. Vergara suma otro al mostrar exitosamente otra faceta de sus capacidades actorales con un rol fuerte y atrapante, que viaja entre los distintos tonos de la serie y muestra también lo que puede hacer cuando actúa en su español nativo. Dicho esto, también es justo decir que la producción tampoco es nada demasiado especial. Quien haya visto Narcos ya sabe qué esperar y es exactamente lo que recibirá. Una serie entretenida y perfecta para matar algo de tiempo frente a la pantalla, pero que tampoco tiene más relevancia o búsqueda que eso.

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