Los giros y divisiones de la oposición ante una eventual acusación contra Piñera

15 DE ABRIL DEL 2021 SESION DE LA CAMARA DE DIPUTADOS EN LA QUE SE VOTA EL PROYECTO DE TERCER RETIRO DE FONDOS PREVISIONALES. FOTO: DEDVI MISSENE

Pese a las tensiones que produce la iniciativa en la centroizquierda, la acción logró sumar nuevos apoyos en el sector. El PS definió retroceder en su postura y apoyar el libelo, mientras que en la DC aumentó la tensión por la iniciativa. En tanto, los jefes de bancadas del sector pusieron a disposición sus equipos jurídicos y el viernes anunciarían su ingreso.


Un paso atrás tuvo que dar este miércoles el jefe de bancada PS, Marcelo Schilling. En la jornada del martes, ad portas de que el gobierno ingresara un requerimiento ante el TC para evitar el avance de un tercer retiro de fondos previsionales, el parlamentario le dio un portazo a la posibilidad de que los socialistas respaldaran una acusación constitucional bajo ese argumento en contra del Presidente Sebastián Piñera.

“Tenemos a un gobierno que está en el piso (...); darles un factor de unidad es como resucitar un muerto”, había dicho Schilling. El problema, dicen en su bancada, es que su opinión no representaba el sentir mayoritario de sus pares, postura que cobró aún más fuerza luego de que se concretara la amenaza del gobierno ante TC y tras el masivo cacerolazo en distintas zonas del país.

Así, el martes en la noche la mesa directiva que encabeza el senador Álvaro Elizalde acordó sacar una declaración a primera hora de este miércoles para revertir el portazo que había dado Schilling a la acusación constitucional contra el Mandatario. En la tienda de París 873 argumentaban que era un error quedar como una fuerza dispuesta a “salvar” al Mandatario a priori de conocer los argumentos de un eventual libelo.

“El jefe de bancada entregó una opinión política que era que presentar una acusación basada en que el Presidente haya recurrido al TC era algo que no tenía mérito jurídico. Y en eso tenía razón. Pero en la mesa se produce otra discusión. Yo defendí que eso era correcto, pero era evidente que está acción no se iba a fundar en eso, sino que en otras causales”, explicó el diputado Manuel Monsalve, quien integra la mesa y es el jefe político del comando de Paula Narváez.

Los socialistas impulsaron dos acciones concretas para aclarar su postura: emitir una declaración pública pidiéndoles a sus legisladores que estudiaran los antecedentes de una eventual acusación constitucional y, luego, hacer una conferencia de prensa en el Congreso, donde el propio Schilling matizó sus dichos y afirmó que iniciarían el análisis de una eventual causal de destitución en contra del Jefe de Estado “por no darles protección económica, sanitaria y social a los chilenos” en medio de la pandemia.

El giro de los PS se dio luego de que, tras concretarse el requerimiento ante el TC, la acción opositora sumó respaldos relevantes al interior del sector. Tanto desde el Frente Amplio como desde el PC, el PR, la FRVS y parte del PPD se mostraron favorables a la iniciativa y, de hecho, ayer tras una reunión en el Congreso pusieron a disposición sus equipos jurídicos para iniciar el proceso de análisis y redacción del libelo acusatorio. A esa cita también se sumó el PS y Acción Humanista.

Pero la acusación constitucional sigue dividiendo a la centroizquierda.

En el sector admiten que esta acción podría terminar trayendo costos políticos importantes. Principalmente, porque saben que no tendrán los 2/3 que se requieren en el Senado para viabilizar una destitución del Mandatario.

Está sobre la mesa el temor de repetir la derrota de diciembre de 2019, cuando la oposición interpuso un libelo en contra de Piñera por su actuación en el marco del estallido social que no pasó la valla de la Cámara de Diputados y fue desestimada con los votos del oficialismo y de los diputados de la Democracia Cristiana Matías Walker, Miguel Ángel Calisto, Jorge Sabag y Manuel Antonio Matta; los radicales Carlos Abel Jarpa y Fernando Meza, y los independientes René Alinco y Pepe Auth.

Los parlamentarios de la oposición reticentes a la idea de volver a acusar constitucionalmente al Presidente advierten que impulsar una acción de esta naturaleza podría terminar dándole una razón de unidad a Chile Vamos, en un momento crítico en su relación con el gobierno.

De hecho, fueron varios quienes ayer advirtieron en la oposición sobre la necesidad de no generar falsas expectativas en la ciudadanía.

“Que la ciudadanía tenga claro que jamás va a haber 2/3 en el Senado para destituir al Presidente, porque se requieren los votos de Chile Vamos y todos sabemos que eso no va a ocurrir”, dijo Matías Walker (DC), mientras que el candidato presidencial de Nuevo Trato, Pablo Vidal, señaló que si bien habría méritos y estarían sus votos, “lamentablemente hoy día no están los votos para aprobar esta acusación en el Senado”.

Los candidatos presidenciales del sector también salieron a marcar postura. El único que se manifestó en contra fue el abanderado del PPD Heraldo Muñoz. “No es lo que debería hacerse. Mi opinión es contraria”, dijo.

La tensión DC

“No estoy disponible para hacer un show, porque en el Senado se va a perder una acusación constitucional”. Esas fueron las palabras que lanzó esta mañana el jefe de bancada de la DC, Daniel Verdessi, cerrando la puerta a evaluar una acusación.

Su postura, sin embargo, no fue secundada en toda la bancada democratacristiana. El diputado Gabriel Silber -quien fue uno de los primeros parlamentarios opositores en mostrar su apertura a esta iniciativa- volvió a manifestar su apoyo a la acusación y criticó el actuar de sus correligionarios. “A veces, la memoria es frágil. Varios diputados de mi bancada aseguraron que era una locura el avance del tercer retiro y terminaron siendo los paladines del avance de este proyecto”, dijo, a la vez que calificó de “pequeñas” las expresiones de Verdessi.

De todas maneras, ayer algunos DC no se cerraban a revisar el libelo en caso de que la centroizquierda lograra configurar un fuerte sustento jurídico, aunque reconocían que sería “difícil” que la acción concitara un apoyo mayoritario entre esos legisladores.

En ese sentido, el timonel del partido, Fuad Chahin -quien ha abordado la materia con sus diputados- sostuvo que “es difícil opinar sobre una acusación cuando no se conocen los fundamentos”. Y agregó: “Nos vamos a concentrar en defender la facultad de los parlamentarios en el TC y la viabilidad de este proyecto”.

Con todo, los impulsores del libelo informaron que dieron plazo a sus equipos jurídicos para que tengan un preinforme este viernes, fecha en la que esperan que, luego de que se vote en tercer trámite el nuevo retiro de fondos previsionales, tengan las firmas para anunciar el ingreso de la acusación.

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