En su segunda semana de conflicto, los enfrentamientos entre Israel y Hamas se intensificaron en lo que ha sido considerada la mayor crisis desde la Guerra de Gaza de 2014. Israel atacó objetivos en en el enclave palestino durante la noche del domingo la madrugada de este lunes y el grupo islamista continuó lanzando una andanada de cohetes en ciudades de todo el sur de Israel.

Al menos 200 personas han muerto en la Franja de Gaza y 10 en Israel en los intercambios aéreos más intensos en años. En las últimas 24 horas, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) verificó que 19 palestinos, incluidos siete niños y tres mujeres, murieron. El conflicto también ha provocado un desplazamiento adicional significativo de palestinos, con más de 38.000 desplazados internos que buscan protección en 48 escuelas de Naciones Unidas en Gaza. Más de 2.500 personas se han quedado sin hogar debido a la destrucción de sus casas. El Programa Mundial de Alimentos anunció el lunes una ayuda de urgencia para más de 51.000 personas en la Franja de Gaza asolada por la pobreza y el desempleo.

Según explica el diario The New York Times, gran parte del asalto israelí se ha dirigido a una red de túneles debajo de Gaza utilizada por Hamas, que controla el territorio, para mover personas y equipos, un sistema de tránsito subterráneo al que el Ejército israelí denomina el “metro”.

El portavoz militar de Hamas, Abu Ubaidah, aseguró que Israel está “aumentando su ofensiva contra hogares y edificios residenciales en las últimas horas y, por lo tanto, advertimos a Israel que si no se detiene de inmediato, volveremos a atacar Tel Aviv”.

El Ejército israelí dijo que en su “tercera ola” de ataques a la red, el lunes temprano, empleó 54 aviones de combate, lanzando 110 cohetes y bombas sobre cerca de 35 objetivos durante unos 20 minutos. En un comunicado, la institución señaló que atacó nueve viviendas propiedad de altos mandos de Hamas, algunas de las cuales eran utilizadas para “almacenar armas”, y un navío “sospechoso de ser un arma naval sumergible”. La Yihad Islámica, segundo grupo armado palestino en la Franja de Gaza, anunció que Hosam Abu Harbid, uno de sus comandantes, había muerto en un ataque.

Los militantes de Hamas han lanzado más de 3.100 cohetes hacia el sur de Israel desde el inicio del conflicto hace una semana, según el Ejército israelí. Muchos de los cohetes fueron interceptados por el sistema de defensa israelí conocido como Cúpula de Hierro. El diario Haaretz consigna que el Ejército israelí informó que había sonado una sirena en el norte de Israel, cerca de la frontera con Líbano, el lunes en la noche. Se ordenó a los residentes de Misgav, cerca de la frontera, que permanecieran en sus hogares. Los residentes también informaron haber escuchado explosiones. Los ecos de las detonaciones se pudieron escuchar en las ciudades cercanas, incluida Metula.

En Cisjordania, el Presidente de la Autoridad palestina, Mahmoud Abbas, recibió el lunes al emisario estadounidense Hady Amr, a quien solicitó la “necesaria intervención” de Washington para que cese “la agresión de Israel contra el pueblo palestino”, según indicó la agencia oficial Wafa. Amr, que se reunió el domingo con el ministro de Defensa israelí Benny Gantz, destacó por su lado la “importancia de llegar a una desescalada”, agregó Wafa.

Pese a ello, los esfuerzos diplomáticos parecían estancados. Estados Unidos se opuso el lunes, por tercera vez en una semana, a la adopción de una declaración del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el conflicto, dijeron fuentes diplomáticas a la agencia France Presse. El texto, que fue redactado por China, Túnez y Noruega, pide “el cese de la violencia y el respeto del derecho internacional humanitario, incluida la protección de los civiles, especialmente de los niños”.

Por otro lado, el gobierno de Estados Unidos aprobó una venta de armas por un valor de US$ 735 millones a Israel, en un acuerdo que ve la luz justo en plena escalada de tensiones. El acuerdo, que plantearía la entrega de armamento de precisión, fue notificado por el gobierno de Joe Biden al Congreso el 5 de mayo, según varias fuentes consultadas por el diario The Washington Post. Varios congresistas ya habrían expresado su malestar por esta situación.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que había terminado su evaluación de la situación en la sede del Ejército y que aprobó planes militares junto con el ministro de Defensa, el jefe de personal y los jefes del Consejo de Seguridad Nacional, el Shin Bet y el Mossad. “Las instrucciones son continuar atacando objetivos terroristas”, dijo un comunicado del premier. “Las Fuerzas de Defensa Israelí lo hacen bien; hoy asesinaron a otro alto comandante de la Yihad Islámica, atacamos la unidad naval de Hamas y seguimos atacando clandestinamente el ‘metro’ de Hamas y otros objetivos. Seguiremos haciendo todo lo necesario para restaurar la calma y la seguridad para todos los ciudadanos de Israel”, añadió.

El rey de Jordania, en una llamada con el secretario general de las Naciones Unidas, dijo que “las recurrentes acciones de provocación israelí contra los palestinos han llevado a la escalada en curso, empujando a la región hacia una mayor tensión”, escribió la corte real en Twitter. El rey Abdullah dijo que “la comunidad internacional debe asumir su responsabilidad, actuar activamente para detener las violaciones israelíes en Jerusalén y la agresión en Gaza”, y agregó que “siempre ha advertido contra la alteración del statu quo histórico y legal en Jerusalén”, según el Real Tribunal.