Sorpresa en Perú: líder sindicalista gana elecciones y se enfrentaría a Keiko Fujimori en el balotaje

El candidato presidencial peruano por el Partido Perú Libre, Pedro Castillo, saluda al salir de un colegio electoral en Cajamarca, Perú, luego de emitir su voto durante las elecciones generales del 11 de abril de 2021. Foto: AFP

Según el conteo rápido de Ipsos, Pedro castillo tendría 18,1% de los votos y la lideresa de Fuerza Popular conseguiría 14,5%. Los resultados dan cuenta de la polarización en el país entre la izquierda y la derecha.


En la que ha sido considerada las elecciones más reñidas e inciertas de los últimos años, los peruanos acudieron a las urnas a elegir un presidente entre 18 candidatos. Así, un conteo rápido al 100% de la encuestadora Ipsos, le daba el primer lugar al profesor y sindicalista de izquierda radical Pedro Castillo, con 18,1% de las preferencias, seguido por la candidata Keiko Fujimori que tenía 14,5%. Estos resultados implicaban la necesidad de una segunda vuelta el 6 de junio y daban cuenta de la polarización entre izquierda y derecha existente en el país.

Hasta las 7.40 de hoy se habían contado el 52,1% de los votos y se confirmaba el triunfo de Castillo. Le seguía el candidato de Avanza País, Hernando de Soto, con 13,4% de las preferencias y Keiko Fujimori en el tercer lugar con 12,8%. Sin embargo, aún faltaban el escrutinio de votos de las zonas rurales donde la lideresa de Fuerza Popular cuenta con gran respaldo.

Apenas se dio a conocer el sondeo a boca de urna una vez que se cerraron las mesas electorales, comenzaron las celebraciones en la sede de campaña de Castillo, en la ciudad norteña de Cajamarca, pero el propio candidato pidió a sus seguidores mantener la “calma” en espera de los resultados oficiales. “El pueblo es sabio. Me voy al pronunciar con los datos oficiales”, dijo Castillo, de 51 años.

En una comparecencia ante sus partidarios, Keiko Fujimori también hizo un llamado a esperar los resultados, pero le envió un recado al candidato de Avanza País, Hernando De Soto que “no importa quién pase a la segunda vuelta, espero que podamos trabajar juntos”. Unas declaraciones que para los analistas fue una sorpresa. “Vamos a confrontar al populismo y a la izquierda radical”, indicó la candidata de Fuerza Popular.

El candidato presidencial peruano por el Partido Perú Libre, Pedro Castillo, llena su papeleta antes de emitir su voto en un colegio electoral de Cajamarca, Perú. Foto: AFP

El sondeo de Ipsos también dio cuenta de lo que podría ser la composición del Congreso. Así, la colectividad de Castillo, Perú Libre tendría 28 escaños, el partido Acción Popular de Lescano conseguiría 23; Fuerza Popular de Keiko Fujimori tendría 16; Alianza para el Progreso conseguiría 14; el partido de Rafael López Aliaga, Renovación Popular tendría 11; Avanza País de Hernando de Soto, lograría 10, Juntos Por el Perú de Verónika Mendoza, conseguiría 8, Podemos Perú, tendría 6; Victoria Nacional conseguiría 5; Somos Perú tendría 5, y el Partido Morado del Presidente Fernando Sagasti, tendría 4.

Considerando esta división en el Congreso, los analistas estimaban que los próximos cinco años serán muy turbulentos, debido a que el futuro presidente no tendría una mayoría para gobernar. Por lo que, incluso, muchos pronostican que es posible que se produzcan mociones de vacancias.

Una campaña silenciosa

Fue la gran sorpresa de la última semana en la carrera por la presidencia en Perú. El candidato de Perú Libre, Pedro Castillo, pasó de no figurar en las encuestas, a recién aparecer en febrero con 4% en el simulacro de votación de Ipsos, para luego ocupar el segundo lugar con 12,7%, en el último simulacro de la semana pasada. Para muchos observadores de la política peruana el repunte de Castillo es comparable al de Alberto Fujimori en 1990.

El profesor en la nortina Cajamarca ha sido descrito como un outsider, sin embargo, el candidato izquierdista conservador es un viejo conocido de la política peruana, especialmente fuera de Lima.. Postuló en 2002 sin suerte a la alcaldía de un distrito de Cajamarca.

Se hizo conocido en todo el país en 2017, cuando lideró una huelga de maestros que duró varios meses, con el fin de incrementar las remuneraciones. Con esa movilización puso contra las cuerdas al entonces Presidente Pedro Pablo Kuczynski. De hecho, señalan los entendidos, en esa oportunidad mostró su habilidad política al conseguir sus demandas sindicales.

Quienes lo conocen señalan que es un hombre inteligente y muy articulado. No fue la primera opción en su partido Perú Libre para ser el candidato presidencial. El secretario general de la colectividad, Vladimir Cerrón, iba a ocupar ese puesto, pero tiene pena de 4 años de prisión suspendida por un caso de corrupción cuando fue gobernador regional de Junín, que incluye la inhabilitación para ejercer cargo público. Su figura como posible candidato surgió a finales de septiembre e inicialmente su campaña fue discreta inicialmente.

Trabajadores electorales se sientan en sus escritorios durante las elecciones presidenciales y parlamentarias, en un colegio electoral en Pedro Cocha, Perú. Foto: Reuters

Plantea elaborar una nueva Constitución que reemplace a la de 1993 y expulsar en tres días a los extranjeros ilegales. Promete desactivar el Tribunal Constitucional, porque defiende “la gran corrupción”, nacionalizar los principales yacimientos mineros, petroleros y energéticos y liberar al hermano del exPresidente Ollanta Humala, Antauro Humala.

“Es la izquierda tradicional en Perú, la izquierda más popular, es una izquierda radical, pero conservadora. Curiosamente, hay puntos de encuentro con Rafael López Aliaga, están en contra de todas las demandas liberales, como el matrimonio igualitario, eutanasia, aborto. Además, reposa en algo que es importante, que es la organización sindical de los maestros, que si bien ha decaído en los últimos años, sigue siendo importante. Y es un mundo de partidos extremadamente débiles. Es decir, ocuparon el espacio que Verónika Mendoza, al frente de Juntos por el Perú, había dejado en su intención de correrse al centro”, explicó a La Tercera el analista de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Fernando Tuesta.

Para Alfredo Torres, de Ipsos, “Castillo es un dirigente de extrema izquierda que se ha presentado como un outsider antisistema en la sierra del Perú”. “Su crecimiento empezó en las zonas rurales más abandonadas por el Estado. Luego avanzó a las ciudades de la sierra presentándose como un profesor que lo que quiere es transformar el Perú en beneficio de los más pobres. Se ha beneficiado también de los ataques mutuos entre los demás candidatos. La mayoría de los electores no sabe de sus vínculos con el Movadef, el brazo político de Sendero Luminoso, porque su crecimiento ha sido muy reciente”, indicó Torres.

El arrastre de Castillo también ha rendido frutos para su partido. Según explica el diario El Comercio, Perú Libre, será una de las sorpresas en el nuevo periodo legislativo 2016-2021. Todo un logro si se piensa que en las legislativas de hace un año solo ganó en una región.

La eterna candidata

Se trata de la tercera vez que la líder de Fuerza Popular busca llegar al Palacio Pizarro. Ya lo intentó en 2011, ocasión en la que perdió con Ollanta Humala, y en 2016 fue derrotada por Pedro Pablo Kuczynski.

La candidata presidencial de Perú, Keiko Fujimori, del partido Fuerza Popular, durante un discurso saluda a sus partidarios. Foto: Reuters

Su campaña se ha visto ensombrecida debido al descrédito que sufrió como líder de la oposición peruana al propiciar la caída del gobierno de PPK en 2018 -hito que para muchos en Perú derivó en la actual crisis que sufre el país-, como también por el paso de una temporada en prisión acusada de lavado de dinero al recibir aportes de Odebrecht para su campaña de 2011. “El fujimorismo siempre ha tenido un núcleo duro de votos. Estuvo estancado todo este tiempo, porque Keiko Fujimori no lograba conectarse con la gente. En base a sus zigzagueos, estuvo en varias elecciones a favor del padre, en contra, ahora nuevamente con él, pero mantenía un electorado fiel, pequeño, aunque lo suficientemente importante para una intención de voto muy dispersa, en donde tener 8% era bastante. Lo que ha pasado es que la desafección de la política es tan grande, que es muy voluble, entonces van pasando de un lado a otro, va moviéndose entre determinados candidatos”, indicó a La Tercera el politólogo de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Fernando Tuesta.

Para el director de la encuestadora Ipsos, Alfredo Torres, Fujimori “ha ido creciendo lentamente aprovechando su experiencia política, ya que es su tercera campaña presidencial. No ha cometido errores y los demás candidatos sí”.

Torres señala que Fujimori “tiene mucho antivoto. Pero lo mismo ocurría con García en el 2006 cuando se enfrentó a Ollanta Humala, en los tiempos en que Humala era chavista. Lo mismo podría pasar si Fujimori se enfrenta en la segunda vuelta a un candidato de extrema izquierda, como Pedro Castillo. Muchos que hoy dicen que nunca votarían por ella cambiarían de opinión”, sostuvo.

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