La película podría haberse llamado Vodka y sería un nombre tan legítimo como Dau, que en el fondo no significa nada. Es sólo una palabra mágica para invocar una historia del cineasta ruso Ilya Khrzhanovsky sobre la naturaleza humana. Un trabajo de más de 700 horas de rodaje que, cual demencial “Truman Show estalinista”, reproduce las condiciones de vida en la Unión Soviética.
14 ago 2020 08:05 AM