Columna de Arturo Lyon y Danilo Martic: La Nueva Plaza

Foto: Andres Perez


Por Arturo Lyon y Danilo Martic, oficina Lyon Bosch Martic

Plaza La Serena, Plaza Colón, Plaza Italia, Plaza Baquedano, Plaza Dignidad, han sido sus nombres durante el último siglo. Esta superposición toponímica refleja la diversidad de visiones sobre un lugar en disputa que se ha consolidado como el epicentro de la representación cívica a escala nacional. Sus diversos nombres también reflejan que la ciudad no es simple ni estática, sino que compleja y construida a través de huellas y adaptaciones a lo largo del tiempo.

Este espacio tiene cualidades para ser uno de los lugares más urbanos y peatonales de Santiago, sin embargo, su configuración actual está obsoleta. La rotonda hace imposible para un peatón acceder a ella y estrangula los recorridos peatonales contra los bordes. Su centro ajardinado implica la frecuente destrucción producto del intenso uso que convoca.

En el año 2015, en el marco del proyecto Paseo Cívico Metropolitano, ganador del concurso internacional Diseño Urbano Alameda Providencia, presentamos una propuesta para construir una nueva explanada monumental enfocada en su carácter cívico y peatonal, que busca reconectar los parques Forestal, Bustamante y Balmaceda. El diseño se basa en concentrar la vialidad en el sector sur de la rotonda actual para crear una plaza con un ancho de 50 metros y un área de 12.000 m², con la plantación de 150 nuevos árboles, la creación de 4.000 m² de áreas verdes y 300 m de ciclovías para conectar las que se encuentran inconexas en su entorno.

La explanada central es un espacio idóneo para emplazar un nuevo monumento convocado por concurso público de amplia convocatoria y participación ciudadana, que permita debatir el destino del lugar desde ámbitos culturales, artísticos y ciudadanos, abriendo un camino para encauzar la construcción de un nuevo significado de este espacio clave para nuestra sociedad.

En este contexto, la reciente intervención cosmética realizada por la Municipalidad de Providencia demuestra la necesidad urgente de revertir su evidente deterioro y al mismo evidencia la falta de miradas y liderazgos políticos en materia urbana que permitan materializar la reconversión profunda que este lugar exige.

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