Review | Far Cry 5: Sin pecado concebido

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A pesar de ser una tierra habitada por la secta más desquiciada del mundo, no querrás despegarte del perfecto destino que Ubisoft ha creado en Hope County.


La saga de Far Cry siempre se ha caracterizado por llevarnos de viaje a lugares exóticos: desde islas tropicales, pasando por las praderas de África, pueblos perdidos en el Himalaya e incluso en la prehistoria.

Pero la premisa de Far Cry 5 es quizás la más terrenal, humana y peligrosamente cercana que hemos tenido en toda la serie. Desde su ambientación que recrea el corazón más puro de la comunidad rural norteamericana hasta su temática que juega con el fanatismo religioso, o la obsesión del estadounidense promedio con las armas y su tierra. A pesar de sus licencias narrativas, el drama de Hope County se siente como posible, sobre todo en la era de la posverdad y de la intolerancia extrema.

Y a pesar de ser tan distinto a los demás, Far Cry 5 termina jugándose como una evolución perfecta de una fórmula que se viene cocinando desde hace ya 10 años, cuando Ubisoft se hizo cargo de la serie en el excelente Far Cry 2. Es un mundo abierto que como pocos, realmente premia la exploración y la experimentación y donde desviarse de la historia no se siente como un desvío, sino que como un constante trabajo hacia la esperada liberación del pueblo norteamericano.

La trama de Far Cry 5 comienza cuando un grupo de fuerzas especiales de la policía llega a Hope County para ir a arrestar a Joseph Seed, el líder de una secta llamada La Puerta del Edén que se ha tomado el condado por completo, incluyendo a las fuerzas policiales y convirtiéndolo en una suerte de estado religioso-militar dentro de Estados Unidos. El arresto obviamente termina saliendo mal y el -o la- protagonista cae inconsciente y es rescatada por un veterano de guerra quien lo libera para sumarlo a la resistencia, el grupo de no creyentes que lucha dentro del condado para recuperar lo que es suyo.

Rápidamente aprendes que el condado de Hope está dividido en tres regiones, cada una manejada por alguno de los hermanos de Joseph: John, Jacob y Faith. El objetivo del juego será derrotar a cada uno de estos jefes antes de poder enfrentarte finalmente a "El Padre". Y desde ahí, la historia la comienzas a manejar tu.

Como en todo Far Cry, el mundo en el que te desenvuelves es completamente abierto y tu defines tus rutas y tus ritmos. De hecho, el primer capítulo, que sirve como tutorial, ocurre en una isla que está al medio del mapa, y una vez terminado, te permite moverte libremente por cada una de las tres regiones. ¿Haciendo qué? Bueno, de todo, pero principalmente matar muchos cultistas.

La cantidad de actividades en Hope County es muy variada, pero nunca tantas como para abrumarte, y además, todas te ayudan de alguna forma a superar tus objetivos. El objetivo principal es liberar a cada región, lo que se hace llenando una barra de resistencia. Esta barra va creciendo cuando haces acciones violentas como pasar misiones de historia, liberar centros de operaciones, hacer explotar cosas o con alguno de los cientos de hechos al azar que aparecerán en tu camino, como liberar rehenes, asaltar camiones o ayudar a los buenos en enfrentamientos entre bandos.

Lo interesante del sistema de rebelión es que no sólo sirve para llenar esta barra de experiencia, sino que también, y lo más importante, es lo que te ayuda a expandir tus actividades en el mapa. Los anteriores Far Cry usaron y abusaron del concepto de las Ubitorres, en donde los jugadores debían escalar torres de radio o de lo que fuere para liberar ciertas zonas del mapa y recién ahí explorar. Ahora no, las torres han sido eliminadas (salvo por una muy inteligente referencia en la misión del tutorial)  y han sido reemplazadas por un sistema mucho más inteligente e intuitivo: conversaciones.

Cada vez que liberas un centro de comando, por ejemplo, gente de la rebelión llega a recuperar su territorio y, además de ofrecerte tiendas para comprar cosas, también llega gente nueva que se puede unir a tu grupo o bien darte pistas para ver nuevas misiones, o para encontrar otra gente que pueda ser interesante. Cada "distracción" que aparece en el mapa es en realidad una ayuda para tu misión en general y en ese sentido nunca sientes que pierdes el tiempo, aun cuando te demores en llegar a las misiones de historia, que finalmente terminarás haciendo porque son las que más llenan la barra y más rápido te acercan a la misión de liberar cada región.

Pero no todo en Far Cry son balas, sangre y explosiones. Los bosques y ríos del estado de Montana entregan bellos paisajes rurales en donde puedes hacerte una pausa para salir a pescar, cazar animales o simplemente caminar y encontrar bunkers llenos de armas, municiones y secretos. Los animales que caces sirven principalmente para luego venderlos y obtener dinero, con el cual puedes comprar armas, vehículos, municiones u opciones para personalizar a tu personaje, algo muy raro considerando que siendo un juego en primera persona, rara vez podrás ver como estás vestido.

La exploración de Hope County también es grata ya que no existen minimapas, sino que un sistema de brújula que te guía hacia donde debes ir, sin perder la vista en el camino. Pero también por la amplia variedad de vehículos que hay: desde autos, pasando por cuatrimotos, lanchas, helicópteros y aviones. Si bien el juego es muy generoso en cuanto a los sitios donde puedes hacer viajes rápidos desde el mapa, las opciones de transporte son tantas que a veces no será necesario, y simplemente querrás viajar de un lado a otro en tu vehículo favorito.

Ya sabemos que el mundo abierto de Far Cry 5 es diverso, dinámico y lleno de vida, pero ¿qué hay con el combate? En este punto, no hay muchas novedades, sigue siendo un shooter tradicional, que ofrece tanto opciones de sigilo como de fuerza y con un armamento bastante realista y temático, donde puedes encontrar desde palas hasta rifles de caza que podrían dejar contento a cualquier miembro de la NRA.

Pero en donde el juego se hace personal es en sus sistemas de perks y de acompañantes, ambos disponibles para ayudarte en la manera en que quieras enfrentarte con cada misión. Los perks, como ya son costumbre en la serie, permiten ir adquiriendo habilidades y mejoras para tu personaje, que van desde hacer más daño, tener más energía o ser más silencioso. Mis dos recomendados desde un comienzo son los que te permiten tener más armas (partes sólo con un puesto para armas pequeñas y otro para un arma grande), el que te permite abrir puertas sin llaves y el que añade un espacio más para tener ayudantes.

Los ayudantes, son similares al sistema que debutó en Far Cry 2 y que se perfeccionó en Far Cry 4, pero aumentado. Liberando misiones de la rebelión podrás sumar soldados que te acompañan en tus misiones como ayuda bastante inteligente. Puedes darle órdenes sencillas como "quédate acá" o "ataca a este enemigo" y por lo general tienen una especialidad como snipers, combate mano a mano o reconocimiento. Los ayudantes pueden morir en el combate, tras lo cual puedes revivirlo o bien, esperar algunos minutos a que se recuperen.

Dentro de este sistema de ayudantes es que encontramos a los animales, siendo el mejor de ellos Boomer, el perrito fiel que encuentras en una misión secundaria dentro de la región de John Seed (por favor rescátalo antes que cualquier cosa). Boomer es quizás uno de los perros más útiles que he visto en los videojuegos: no solo te ayuda a atacar y traer armas, sino que tiene una habilidad que marca a todos los enemigos de un sector, lo que es ideal para planear misiones de sigilo. Por si fuera poco, Boomer puede revivirte si caes en el combate. La verdad, no merecemos un perro tan fiel. Además de Boomer, hay un oso y un puma que puedes amaestrar y agregar a tu banda, lo cual vuelve al juego en algo un poco más surrealista, pero decididamente más divertido.

Far Cry 5 viene con dos modos online: el primero es el cooperativo, con el cual, por primera vez, puedes jugar toda la campaña acompañado de un amigo. El problema de este modo es que las recompensas de las misiones llegan sólo para el host de la sesión, por lo que si decides ayudar a un amigo y pasas una misión nueva, tendrás que volver a hacerla en tu archivo. Es un modo que funciona, es entretenido, pero considero que Far Cry 5 tiene todo para ser disfrutado de manera perfecta de un sólo jugador, así que tenlo como una opción para quizás ayudar a un amigo atrasado o simplemente para pasarlo bien.

El otro modo en línea es un poco más extraño. Se llama Far Cry Arcade y es un modo online más tradicional, con etapas creadas por los propios usuarios de la comunidad, ya sea misiones de historia o mapas multijugador para enfrentarse con equipos de 6 vs. 6. Como cada modo que conlleva creación de contenido, su futuro dependerá de que tan activa sea la la comunidad. Las que alcancé a probar en la etapa de pruebas eran bastante aburridas, como uno podría esperar de gente cuyo trabajo no es diseñar juegos. Pero en el futuro podría ser interesante. Queda en veremos.

Lo último que quiero comentar sobre el juego es la historia. Y es que los que esperaban que este juego fuese una crítica al gobierno de Trump sólo por su premisa, van a encontrar muy poco de eso. Far Cry 5 es más sobre la historia de una secta alocada convertida en una película de terror que una crítica a la sociedad actual, y la verdad es que no sabemos de donde sacaron la idea de que sería de otra forma. Far Cry 5 termina siendo más bien una celebración a la cultura redneck, una suerte de caricaturización del espíritu americano que ama las armas, salir de caza y liberar a su tierra que una crítica contra ello y desde esa perspectiva, el juego funciona perfecto. Es un mundo abierto que premia el perderse, el descubrimiento y en el que en todo momento sientes que estás trabajando en pos de derrotar al alocado Joseph Seed.

Porque hay algo de mágico en participar en un tiroteo con fondo de música country o evangélica mientras tu perro distrae a los enemigos y un oso adiestrado los ataca. Si esto suena como un buen destino para pasar tus próximas horas, entonces Far Cry 5 es un culto del cual no querrás ser salvado.

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