SEÑOR DIRECTOR:
Ha fallecido Belisario Velasco Baraona. Un gran chileno, un gran político, un gran democratacristiano.
Literalmente, nuestro “Bela” fue la primera autoridad de la restablecida democracia chilena, en marzo de 1990. Asumió como subsecretario del Interior, recibiendo materialmente el Palacio de La Moneda, como sede del gobierno elegido por el pueblo y presidido por Patricio Aylwin. En aquel momento histórico, para Belisario quedaban atrás 17 años de valiente lucha frente a la dictadura, siempre ejercida con las armas de la razón, de la verdad, del testimonio pacífico. Siempre dio la cara, desde los medios y desde su partido de toda la vida. Fue detenido y relegado. Y por eso, merecidamente, ocupó altas responsabilidades de Estado en estas tres últimas décadas.
Pero junto con tan destacada trayectoria, Belisario nos deja una herencia de estilo político, que cobra mucha importancia en estos días de Chile: fue un ejemplo de buen adversario. Nunca confundió la firmeza para defender un ideal, con denostar al contradictor. Y tal conducta la hizo valer no solo frente a contrincantes de otros partidos, sino también dentro de la DC.
Tal fundamento de convivencia cívica debe restablecerse en Chile. Porque siendo un espacio de libertad, la vida democrática es una vida llena de diferencias y, por lo mismo, llena de desacuerdos y hasta de conflictos. Por lo tanto, quienes deciden actuar en la política democrática, deben saber que -nunca- tales divergencias deben terminar en rupturas, tanto personales como institucionales.
El ejemplo de Belisario Velasco -así como el fallecimiento de Marco Antonio Rocca, hace unos días- debiera servir como estímulo para reflexionar sobre el futuro de nuestra patria en estas horas. Más que las cifras y los protagonismos, lo esencial en una comunidad nacional son los comportamientos, tanto de quienes gobiernan como de quienes son gobernados. Comportamientos propios de personas -esencialmente iguales como seres humanos- que solidariamente buscan el bien común en un marco de libertad y de fraternidad.
Descansa en paz, camarada Belisario Velasco.
Mario Fernández Baeza
Profesor Facultad de Derecho Universidad de Chile
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