Columna de Arturo Phillips: Consejo Constitucional: el perfecto opuesto del intento anterior

VICTOR HUENANTE/ AGENCIAUNO


En 2022 muchísimas voluntades nos movilizamos en contra de un proyecto de constitución refundacional que amenazaba la forma de vida y la posibilidad de progreso de Chile. Luego de eso, desde la UDI nos la jugamos para que existiera una segunda oportunidad en coherencia con la palabra empeñada, porque la palabra en política debe valer. Pero esta nueva -y última- oportunidad debía plantearse como el perfecto opuesto del proceso anterior. Y así ha sido.

Primero, este proceso se pensó con fases que operaran como “filtros”, buscando garantizar su éxito. Un Comité de Expertos designado por el Congreso redactaría un borrador; luego 50 consejeros electos por el pueblo realizarían sus enmiendas; posteriormente se entregaría ese segundo borrador a los expertos y, diálogo mediante entre ambos órganos, se ofrecería un proyecto a la ciudadanía para ser votado.

Segundo, en las elecciones del Consejo Constitucional hubo casi cuatro millones de votos más que cuando se escogió la fallida Convención. Su composición, guste o no, es fruto de una enorme movilización electoral.

Tercero, sabemos que las mayorías electorales no son un cheque en blanco. Es por eso que, independiente que las bancadas de derecha contamos con más escaños que los partidos de izquierda, hemos realizado constantes intentos por generar entendimientos transversales.

Hemos instalado un clima de concordia; articulamos mesas de coordinación fijas; generamos mesas temáticas; logramos aprobar con unanimidad enmiendas importantes, como artículos de medio ambiente, los relativos al estado de excepción, sobre el fortalecimiento de la Contraloría o en materias educativas; presentamos enmiendas conjuntas entre oficialismo y oposición; suspendimos no menos de cuatro veces las votaciones en las comisiones para favorecer el diálogo; y ofrecimos una mesa negociadora en donde nos sentamos hasta altas horas de la madrugada con los partidos de gobierno. Aunque esta última fracasó por el intento de vetar diecisiete temas importantes para la ciudadanía, los esfuerzos por acordar han existido y continuarán. Nada de eso ocurrió durante el proceso pasado.

La etapa recién terminada de las comisiones es sólo una más en el calendario constitucional. Todavía quedan fases para que podamos seguir construyendo acuerdos amplios: el Pleno, el Comité de Expertos y las instancias mixtas que pudieran generarse. Invitamos a los partidos de gobierno a aprovechar las instancias que están por venir. Conversemos sobre todos los temas buscando lo mejor para el país. Hablemos sin vetos, pues en un entendimiento tanto mayorías como minorías debemos ceder. No desperdiciemos la última oportunidad de redactar un marco común en democracia. Chile no puede darse ese lujo.

Por Arturo Phillips, jefe de bancada de Consejeros de la UDI

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