Columna de Carolina Valdivia: El reajuste de alianzas y la cumbre BRICS



Hoy concluye la cumbre anual de los BRICS. Este grupo reúne a Brasil, China, India, Rusia y Sudáfrica, países que, pese a sus sendas diferencias, comparten aspiraciones de liderazgo global.

Las “cumbres anuales” son ritos predecibles que, en el caso de los BRICS, se alteró por la especulación sobre la asistencia personal de Putin, estando pendiente su orden de arresto internacional. Pero más allá de este hecho, la cumbre buscó sacudir sus cimientos discutiendo materias de repercusión general: la creación de un sistema financiero alternativo que reduzca la dependencia del dólar estadounidense y la fijación de criterios para ampliar la membresía del grupo.

La prolongación del grupo -más de 40 naciones han solicitado su adhesión- busca mostrar el fin del poderío occidental, reconociendo la existencia de un “Sur Global” que exige avanzar hacia un orden multipolar basado en el respeto mutuo y en el derecho de los estados a ser tratados como iguales. El impulso para concretar una rauda ampliación de los BRICS, el naturalizar el concepto de Sur Global y el más frecuente uso del yuan en el comercio bilateral con los potenciales socios BRICS, demuestran la intención de China de erigirse como líder indiscutido de ese bloque. Sin embargo, la ambición china fue confrontada sutilmente por Brasil e India, que no están dispuestos a quedar bajo el liderazgo de ningún Estado, ni tampoco incomodar innecesariamente a sus aliados occidentales. Por el contrario, como nítidamente manifestó el canciller Jaishankar, India buscará “explotar las oportunidades creadas por las contradicciones globales”.

Aparte de las razones políticas, unirse a los BRICS incluye una alta dosis de pragmatismo, que ha sido inteligentemente usada por el grupo. Su brazo financiero -Nuevo Banco de Desarrollo- pondrá a disposición de sus socios fuentes adicionales de financiamiento las que, además, se expresarán en divisas locales y no en dólares. Con esta determinación, los BRICS respaldan las críticas del Sur Global a las sanciones de EE.UU. y Europa y, al mismo tiempo, les permite planificar un escenario de mantención del comercio intra-BRICS escapando a las consecuencias de potenciales sanciones occidentales.

El desafío al sistema internacional basado en reglas, latamente defendido por Occidente, y la exigencia de una distribución más uniforme del poder mundial, son hechos incuestionables que deben ser abordados antes de que exploten sin control. Al mismo tiempo, los objetivos de la cumbre BRICS dan cuenta de una percepción de reacomodo de las alianzas políticas, que debe ser incluida en todo análisis de política exterior de países como Chile. No obstante, a pesar de sus falencias y doble estándar a la hora del cumplimiento de las obligaciones, el orden internacional liberal y sus instituciones siguen representando un camino eficaz. Por ello, Putin desistió de comparecer en Sudáfrica. Por ello, Brasil e India mantendrán sus ambiciones de transformarse en miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Por Carolina Valdivia, ex subsecretaria de RR.EE. y coagente ante la CIJ

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