Columna de Gabriela Clivio: ¿Quién dijo que todo está perdido?



El PIB tendencial del país, que en algún momento de la historia reciente asombró al mundo con la mayor reducción de la pobreza, se ubica ahora en 1,7% de acuerdo con las estimaciones del Banco Central de Chile. Este mismo organismo dio a conocer esta semana el dato de Imacec de mayo, el cual anotó una caída de 2% en comparación con igual mes del año anterior. La serie desestacionalizada, por su parte, disminuyó 0,5% respecto de abril y cayó 2,2% en doce meses.  En su comunicado, el Banco Central explicó que la variación anual del Imacec fue consecuencia de la caída experimentada por la minería de 7,5% y, en menor medida por la baja de 4,2% en el comercio. Finalmente, la contracción en el Imacec minero estuvo estrechamente ligada a la menor producción de Codelco (empresa que por lo demás busca participar en el negocio del litio).

¿Por qué digo entonces que no todo está perdido a pesar de que se espera una leve contracción en la actividad económica para este año? Porque cada día son más las voces que se alzan reclamando lo que hemos dicho desde un comienzo: hay que volver a poner al crecimiento económico como norte de la política económica y la redistribución per se no genera riqueza. Cada día aparecen más voces hablando de la necesidad de un control del gasto público, una reasignación de los recursos de los programas mal evaluados, las correctas o realistas mediciones de evasión y elusión.

Luego de más un año insistiendo con reformas en varios frentes, esta semana comenzaron a aparecer en la agenda las medidas que buscan aumentar el crecimiento, la inversión y la productividad, el capital humano, la transformación productiva y la reducción de la informalidad. Todos estos son temas urgentes de abordar. Además de las medidas anunciadas, la autoridad señaló que “el crecimiento es importante porque genera empleos, bienestar para las personas e ingresos fiscales. Y, por lo tanto, son dos dimensiones que podemos tratar y compatibilizar”. En materia de informalidad a modo de ejemplo, Chile registra una cifra que duplica la media de los demás países de la OCDE. Lo anterior no solo afecta de manera negativa la recaudación, sino que quienes se encuentran en esta situación cuentan con condiciones de trabajo más precarias.

Dentro de las medidas que buscan impulsar la inversión la autoridad mencionó la depreciación semi instantánea, el fondo de créditos tributarios para inversiones con efecto multiplicador y la reforma estructural de los permisos para inversiones. Con respecto a los incentivos a la formalización se presentó una nueva ruta del emprendimiento que incorpora la figura del monotributo y mejora el beneficio de IVA para nuevos emprendimientos. El monotributo permitirá que los nuevos emprendimientos y aquellos que se formalicen accedan a un sistema simplificado en el cual el monotributo sustituya los demás impuestos por los dos primeros años de funcionamiento. Además, se anunció la ampliación del beneficio de IVA por los primeros 12 meses a 24 meses con rebajas decrecientes desde 100% a 25%. Finalmente se implementará en el régimen general una tasa que promocione la inversión productiva y se establecerá un incentivo permanente a la inversión en Investigación y Desarrollo además de promover el desarrollo de nuevas industrias tales como el hidrógeno verde y la economía digital.

En resumen, y para finalizar: ¿quién dijo que todo está perdido?

Por Gabriela Clivio, académica y economista

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