Columna de Gonzalo Restini: “Nacidos para correr”

FOTOS: PATRICIO FUENTES Y./ LA TERCERA


“Strap your hands ‘cross my engines, together we could break this trap..Because tramps like us, baby we were born to run”, Bruce Sprigsteen, Born To Run

Unos días atrás me llamó un amigo y me comentó la visita de un importante inversionista global que quería conversar con gente con diversas perspectivas respecto a Chile. Me dijo (probablemente sólo porque mi inglés es mejor que el suyo) que le parecía que yo podía ser una de las muchas reuniones que se iban a sostener en un par de días. Quedé entre honrado e intrigado con la invitación. De repente llegó el día de la conversa. En busca de inspiración, tomé un papel para garabatear un par de ideas que al gringo le pudieran parecer interesantes.

Al comenzar la reunión, ante la previsible pregunta de mi visión de la economía chilena, le dije, mirando mi papelito: “Yo tengo un modelo mental muy simple para explicar el desarrollo de Chile desde 1985. Es una simplificación, pero capaz puede funcionar para aventurar el futuro” “Me gustan las cosas simples”, me contestó.

“OK”, le respondí, agradeciendo la confianza. “Según este modelo, el comportamiento de la economía chilena se basa en dos elementos. El primero, que llamaremos ‘Motor 1′ es bastante obvio y tiene que ver con el precio del cobre. El segundo es menos evidente, pero distingue a Chile del resto de los productores de commodities. Tiene que ver con un boom de ahorro e inversión internos, generado a contar de mediados de los 80, un fenómeno muy particular. A esto lo llamaremos ‘Motor 2″. El gringo, infinitamente más inteligente e informado que yo, sonrió y movió la cabeza en señal de aprobación.

Seguí adelante. “Del 85 al 97 se produce el llamado milagro económico chileno. Está 100% determinado por el ‘Motor 2′. No por el cobre. Los inversionistas locales generaron un stock de ahorro nunca antes visto. Inicialmente fueron ahorros para Pensiones, pero luego se generó un ecosistema financiero y de negocios sin paralelo en Latinoamérica. Los empresarios locales reinvertían todo en Chile. No repartían dividendos porque no obtenían mejores TIR en ninguna parte. Hubo una inversión brutal. Surgieron carreteras, aeropuertos, malls, compañías de retail de escala regional, incentivados por un ambiente de negocios amigable y un entorno tributario pro inversión. Lo más importante, experimentamos progresos notables en todos los indicadores sociales, incluyendo la desigualdad. El crecimiento generó mejores empleos y cohesión social. El impulso del Motor 2, a veces ralentizado, a veces más revolucionado, continuó por casi 40 años. El “Motor 1″ no es original. Es idéntico a muchos otros países productores de commodities. A veces anda fuerte, a veces no, pero raramente produce países prósperos. De hecho, en el caso chileno solamente hace su entrada unos 20 años después de iniciado el despegue económico, hacia 2005.” “A contar de ahí, tuvimos dos V8 rugiendo sincronizados, en paralelo. La ironía del caso de que ambos se dañan al unísono: el annus horribilis de 2014. El ambiente de negocios se enrareció por la balcanización de la política y escándalos empresariales, se enredó el sistema tributario, se inoculó el germen del populismo. Un daño importante, aunque no definitivo, al ahorro local. Por otro lado, el precio del cobre se sumergió y la industria minera global entró en crisis, recuperándose sólo hacia 2018.”

“Siguiendo con nuestro simple modelo, el futuro, tu pregunta de fondo, depende del comportamiento de nuestros dos mecanismos de impulsión. El Motor 1, está hoy más vigoroso que nunca y el futuro se ve promisorio. Se habla de un ‘Copper Crunch’. A ello se le ha sumado boom del litio y también la generación de combustibles verdes. Nuestro primer motor está muy saludable.”

“Es en el Motor 2 donde creo hay un problema estructural y definitivo. Lo hicimos suicidarse. El estallido social, el fantasma constitucional, las amenazas tributarias y los retiros fueron devastadores para el ahorro y la inversión. Los inversionistas locales vieron con horror lo concentrados de sus carteras y sacaron USD 30.000 millones. Repartieron todo lo que pudieron en dividendos. Hemos tenido suerte porque se han evitado los peores escenarios, pero jamás no seremos capaces de recuperar el dinamismo y el sesgo local de antaño.”

“Si hay que hacer un pronóstico, está lleno de países con Motor 1 en Latinoamérica y África. Son desiguales, relativamente pobres, corruptos y violentos. En el mejor de los casos mediocres Sin el 2º motor, Chile continuará el camino de muchos países latinoamericanos: No habrá debacle, pero tampoco despegue. Una triste carretera de la mediocridad. “Qué tan mediocre? Depende de las Reformas Tributaria y de Pensiones. Ahí se juega el partido. O el viaje. Como Bruce Springsteen, en Born to Run”. El gringo anotó, me miró y sonrió. “Me encanta Born to Run” dijo. “Juntos podemos escapar de la trampa. ¿Serán los motores?”. Me extendió la mano y se despidió. Yo me fui. Caminando, pero no corriendo. Hacia el futuro.

- El autor es emprendedor y panelista de Información Privilegiada de Radio Duna

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