Columna de Jaime Mañalich: El legislador



La ley se origina en Chile por iniciativa presidencial (mensaje) o parlamentaria (moción). Así, los gobernantes y representantes hablan en realidad a través de las leyes que producen. En el caso de los gobiernos del Presidente Piñera, la agenda de salud ocupó siempre un lugar de privilegio, ya sea presentando nuevos proyectos o modificando y apoyando iniciativas de senadores o diputados. Estaba convencido de que las mejorías en la salud pública eran un requisito para el ejercicio de la libertad de las personas y una inversión significativa en capital humano. Asimismo, y como lo demuestra la encuesta Casen, empujó a Chile a ser una nación más equitativa en la distribución de los beneficios sanitarios. También, desde el trabajo en los programas de Tantauco, hizo suya la convicción proclamada tantas veces por la OMS: salud en todas las políticas.

El listado de leyes impresiona: extensión del postnatal a seis meses para la protección de la salud infantil; Elige Vivir Sano; ley de derechos y deberes para respetar las decisiones de los pacientes; la Ley de Matrimonio Igualitario; Ley Zamudio para proteger la diversidad; etiquetado de alimentos; Ley de Tabaco que cambió radicalmente la tendencia al alza del consumo en Chile; modificación del Código Sanitario para permitir que tecnólogos médicos puedan prescribir lentes, un problema grave de listas de espera; nueva Ley de Tránsito para combatir el vicioso circulo de muertes en accidentes por ebriedad; Ley de Trato Usuario para dignificar la atención a los enfermos; la nueva Ley de Trasplantes que quebró la tendencia catastrófica hacia la disminución de estos procedimientos que salvan vidas; la exención de contribución del 7% para los pensionados; la creación de la Agencia Nacional de Medicamentos, y la Ley de Fármacos que valida el acceso a remedios de menor costo y calidad certificada.

Se suman la Ley de Consultorio Seguro para proteger al personal de salud cada vez más violentado; la Ley Cenabast para bajar el costo de medicamentos; la Ley del Cáncer para combatir la primera causa de mortalidad en Chile; la Ley de Cuidados Paliativos, o la limitación de venta y avisaje de cigarrillos electrónicos, recientemente publicada.

Son todos ejemplos contundentes de la importancia de políticas en materia de salud ocupando el corazón del gobierno, que fueron acompañadas de normativas sin rango de ley de igual contundencia, como la inclusión de nuevas vacunas en el Programa Nacional de Inmunizaciones, o la ampliación del AUGE hasta 85 enfermedades frecuentes. Todo ello, sin desconocer las múltiples iniciativas para una reforma global al sistema de salud chileno, público y privado, sin discriminación, con financiamiento, solidaridad y acceso universal, proyectos postergados por la intención de estatizar por completo el aseguramiento y la provisión de la atención de salud.

Agradecemos al Presidente Piñera, un doctor de verdad.

Por Jaime Mañalich, médico

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.