Columna de Jorge O’Ryan: Piñera y su política exterior con impacto ciudadano

PUERTO VALLARTA, MEXICO: El Presidente Sebastian Piñera en sesion plenaria de la cumbre


En el mundo globalizado en que vivimos la política exterior de un país como Chile cobra especial relevancia para su desarrollo. Sin lugar a dudas fueron muchos los hitos que marcaron la política exterior del ex Presidente Sebastian Piñera en sus dos mandatos: la constitución e impulso a la Alianza del Pacífico, su activa participación en las demandas ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya presentadas por Perú y Bolivia, la participación de Chile como acompañante en las negociaciones de paz entre el gobierno de Colombia y las FARC, así como sus iniciativas y capacidades de diálogo lo eligieron como el primer presidente pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en el 2011. Precisamente la idea de concretar un proyecto regional que pueda beneficiar directamente a la gente, lo llevó a la creación de Prosur, alejado de ideologismo y burocracia. Fue un defensor a ultranza de los mercados abiertos, del libre comercio, del multilateralismo y la democracia”.

Podríamos enumerar muchos logros en su política exterior. Sin embargo, quisiera referirme a su pragmatismo y su gestión en materia internacional, que no es de conocimiento público. Como Embajador en Alemania siempre me impulsó a cambiar nuestra postura ante las grandes potencias: “no vayamos a pedir apoyos económicos o cooperación, sino a ofrecer ser socios porque Chile tiene grandes ventajas que esos países no tienen: recursos naturales como cobre y litio, energías renovables, hidrógeno verde, alimentos, innovación, servicios con profesionales calificados”, entre otros. Fueron numerosos los Ministros chilenos y alemanes de la época que visitaran ambos países para celebrar acuerdos bilaterales en materias de comercio internacional, inversiones, de investigación científica, en educación dual, cultura, seguridad, etc. Fue tanto el interés que logramos con esta nueva política internacional, que la ex Canciller Angela Merkel nos visitó el 2013 después de 21 años que un Canciller alemán no venía Chile, y ante sorpresa de mis colegas en Berlín.

Sebastian Piñera concebía un Ministerio de Relaciones Exteriores representativo del Chile de hoy, creativo ante la falta de recursos, en que debíamos promover profesionales proactivos, productivos y que lograran objetivos en beneficio de la ciudadanía. Quizás una deuda que tuvo -como me señaló en una oportunidad- fue la verdadera modernización del Ministerio de RREE. Esto en parte se logró en ProChile, institución que dirigí, y que él siempre estuvo muy presente por la incidencia del comercio exterior en el PIB de Chile (52%). Durante la separación de ProChile de la Direcon, como servicio público el 2019, iniciamos un proceso de modernización basado en la digitalización y cero papel, evaluación, causas y estrategia de las 56 oficinas en el mundo, dejando en muchos casos ser hijuela pagadoras de favores, trabajando sobre la base de objetivos, indicadores y resultados -impensado en el servicio público-, evaluaciones a funcionarios basadas en la meritocracia y no en la antigüedad e intereses políticos, la creación de nuevas áreas acorde a los desafíos internacionales como innovación, sustentabilidad, mujeres empresarias, pueblos originarios, apoyando a las pequeñas empresas (solo el 4% de las exportaciones del país), así como a las medianas y grandes para abrir igualmente nuevos mercados, y de esta forma incidir en un mayor crecimiento al país y generación de empleos. Incluso en pandemia pudimos aumentar las exportaciones.

Siempre fue un aprendizaje y motivación escucharlo en los diferentes países que me tocó acompañarlo con una clara visión de futuro que expresaba para Chile y el mundo. Me sentía orgulloso como las autoridades de países más desarrollados nos felicitaban. El lema de la Academia Diplomática Andrés Bello “”Pro Chile Loquor” (hablo por Chile), era una realidad.

Aprendimos mucho de él, era exigente pero nunca buscaba culpables, sino propuestas y soluciones, en las que él complementaba. Era un líder innato, se le echará de menos porque tenía aún mucho que aportar en esta vida terrenal, pero nos seguirá iluminando para contribuir a un Chile mejor, dialogante y más justo a través de una política exterior de Estado, pero también pragmática y de gestión en beneficio de nuestra gente. Fue un orgullo haber trabajado con usted Presidente. ¡¡¡Hasta siempre!!!

Jorge O´Ryan Schütz, exembajador de Chile en Alemania y exdirector general de ProChile.

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