Columna de Lorena Fries y Francisca Bello: Desarmemos la violencia intrafamiliar



Estamos ante una crisis que no podemos seguir ignorando. La proliferación descontrolada de armas de fuego en Chile está sembrando un campo de violencia y temor en nuestro país y cada día vemos cómo esto se traduce en más situaciones de inseguridad y en más tragedias. Sin embargo, hay un aspecto que a menudo queda en segundo plano: su impacto desproporcionado en las mujeres víctimas de violencia intrafamiliar.

La violencia con armas de fuego afecta a todas las personas, pero para las mujeres, el peligro es aún mayor. La violencia de género e intrafamiliar que involucra armas de fuego – cosa que ha aumentado en el último tiempo – incrementa significativamente el riesgo para la vida de las mujeres y nos sitúa en una posición de vulnerabilidad extrema. La presencia de armas en el hogar puede convertir un conflicto en una tragedia, creando un entorno de miedo constante donde las mujeres se ven obligadas a vivir bajo amenaza.

Es hora de reconocer la urgencia de esta situación e implementar medidas efectivas que permitan abordarla. No podemos seguir esperando y por ello hemos presentado un proyecto de Ley que busca prohibir que personas involucradas en causas de violencia intrafamiliar puedan portar o tener armas de fuego. Esta medida es crucial, ya que un arma de fuego en manos de alguien vinculado a un caso de VIF representa un peligro inminente para la vida de las mujeres y otros miembros del hogar. Lamentablemente, hemos sido testigos de cómo esta iniciativa ha quedado estancada.

Este proyecto de Ley no sólo es una norma necesaria para proteger a las mujeres de la violencia intrafamiliar, sino que también es un paso esencial hacia la construcción de una sociedad más segura y justa para todas y todos. Las y los invitamos a dejar de lado las consignas vacías que tanto abundan y tomar medidas concretas para proteger a las mujeres y promover la igualdad en nuestro país. Al reconocer la conexión entre la violencia intrafamiliar, la presencia de armas en el hogar y la alta posibilidad de muerte de mujeres, estamos enviando un mensaje claro de que la seguridad de las mujeres es una prioridad absoluta.

Es imperativo que el gobierno y el Congreso Nacional actúen de manera urgente y decidida. Es inconcebible que las mujeres sigamos siendo dejadas de lado, menos cuando estamos hablando de un tema tan delicado y prioritario como lo es la seguridad.

Hemos avanzado con la aprobación de la Ley Integral Contra la Violencia Hacia las Mujeres, pero es necesario seguir trabajando y llegar a acuerdos amplios, rápidamente. El momento de actuar es ahora; la seguridad para las mujeres es seguridad para todo el país, y no podemos seguir postergándola.

Por Lorena Fries y Francisca Bello, diputadas

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