Columna de Óscar Guillermo Garretón: Una semana aleccionadora



Cuando uno cree estar ya curado de espanto, una semana cualquiera nos desmiente.

Que el Presidente haya cambiado buena parte de sus ideas no habla mal de él, sino de las ideas que antes tenía. Me gusta ver a quienes acusaron a Carabineros de violación “sistemática” de derechos humanos en el estallido, hoy entregando público respaldo a su director general, Ricardo Yáñez, procesado precisamente por sus responsabilidades como jefe de Orden y Seguridad en ese entonces. Proveyeron argumentos para esa acusación y ahora, cuando lo procesan, el gobierno lo rodea de atenciones y habla de “altísima valoración” del trabajo de Carabineros. No es fácil cambiar de ideas; menos, en medio del aplauso de una de sus coaliciones y la furia de la otra. Cunde además la demanda de explicaciones. Por ejemplo, es difícil olvidar los indultos presidenciales a protagonistas de entonces, si día tras día se suman más prontuarios con sus secuestros, robos con violencia, extorsiones, saqueos del comercio, pateo y agresiones a carabineros, más otras gracias premiadas con pensiones. También es un mal rato que ahora un imputado y encarcelado por el robo de fondos públicos en Antofagasta cuando era militante de RD, se permita proclamarse en “prisión política”. ¿Por qué yo no y los otros sí? Al menos, no se sabe que haya pedido pensión de gracia.

Pero no es la única novedad. Palabras del alcalde Jadue nos trajeron reminiscencias hitlerianas. Una cosa es discutir sobre el Estado de Israel o sus actuales gobernantes y otra éticamente muy distinta es condenar el “ser judío” por el solo hecho de serlo. No estamos hablando de algo banal, sino de principios propios de nuestra convivencia como humanidad y como democracia. Por eso, tan lamentable como las palabras de Jadue es el silencio del PC. La declaración de su presidente, Lautaro Carmona, sonó a tomada de palco: un tímido y vergonzante llamado a las partes “a conversar”. ¿En qué vuelta del camino fue enterrado ese PC con principios de Luis Corvalán, Orlando Millas y Víctor Díaz, el mismo de tantos judíos que ahora recuerdo en Volodia y en mi amigo detenido desaparecido David Silberman?

Por si no tuviéramos suficiente, se ha pretendido ocultar el análisis de los resultados de las pruebas PAES, que desvelan a cientos de miles de familias chilenas. Por suerte, muchos desafiaron al ministro en su intento de hacer como el avestruz con nuestra educación pública decadente. ¡Háganse cargo en vez de esconderla! Están construyendo desigualdad y condenando a Chile a una fuerza de trabajo precaria para enfrentar los enormes desafíos del siglo XXI. Y si de ocultamientos y libertades se trata, ese abucheo con rasgos de funa en la propia Moneda a un periodista que quería preguntar al Presidente sobre el caso del general Yáñez, nos alerta que la defensa de libertades exige estar siempre vigilante. Sí, ha sido una semana aleccionadora.

Por Óscar Guillermo Garretón, economista

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