Columna de Paulina Yazigi: Juventud: Divino tesoro

Foto: Andrés Pérez


Juventud, divino tesoro. En Chile hoy tenemos más de 2 millones de jóvenes entre las edades de 24 a 30 años. Estos jóvenes están entrando a trabajar a trabajos formales cada vez más tarde, empezando a cotizar para su seguridad social, en promedio, a los 28 años, 3 a 5 años después de los parámetros que tradicionalmente se usan en las modelaciones de los sistemas de pensiones.

Pero no todos los jóvenes encuentran trabajo, y los que encuentran, no todos lo hacen en un trabajo formal. La tasa de desempleo en jóvenes de 24 a 30 años hoy es de 9,7% (con una tasa mayor en mujeres), es decir, de los que buscan trabajo, uno de cada 10 no encuentra. De los ocupados, uno de cada tres está en algún trabajo informal.

Está demás explicar por qué es importante que logren encontrar un trabajo, pero sí es crucial explicar, a empleadores y a jóvenes, por qué es importante que estos trabajos sean formales.

La formalidad laboral implica que ese o esa joven, estará cotizando para su seguridad social, con acceso a salud, a un seguro de cesantía, ahorrará para su pensión, entre otros beneficios. Esta formalidad implica que podrá acceder a crédito, que tiene muchas más posibilidades de crecer en su trabajo, de moverse a otro, o emprender con mayor facilidad (o con menos dificultad).

Los estudios en Chile muestran que un joven que parte su vida laboral en un trabajo formal, tiene más de un 80% de probabilidad de seguir en un trabajo formal. En cambio, si la inicia en la informalidad, es baja la probabilidad de que transite hacia un trabajo formal. Es por esto que, dentro de las 15 propuestas elaboradas en el contexto de la Mesa de Formalidad Laboral, es que priorizamos las medidas relacionadas a los jóvenes. Como primer aspecto, urge la revisión del Subsidio al Empleo Joven (SEJ). El monto mensual promedio de beneficio ronda los 14 mil pesos (un porcentaje bajo de su sueldo total) lo que causa que el SEJ no esté teniendo la efectividad para la cual se diseñó.

Pero también es importante la educación financiera y previsional. Tenemos todos la responsabilidad de formar a las siguientes generaciones, en conceptos -algunos básicos- de planificación financiera personal, concepto de tasas de interés, acceso a crédito, la importancia de ahorrar y cómo hacerlo, así como herramientas para enfrentar su primer trabajo en temas previsionales. Desde la Asociación de AFP, hemos empujado la Agenda Integral para Abordar la Informalidad desde hace más de un año, y desde unos cuantos más, difundimos la educación previsional, hoy bajo el paraguas de PrevisionariosAFP, entregando, a lo largo de todo Chile, distintas herramientas para las personas, desde incluso la etapa escolar.

Como dice el poema, “Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver!”, por eso, es importante avanzar en estas materias, antes de que sea tarde.

Por Paulina Yazigi S. Presidenta de la asociación de AFP

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