Columna de Valentina Quiroga: Aprender a convivir



La educación es crucial en la lucha contra los discursos de odio, el racismo y la violencia. Por ello, en el Día Internacional de la Educación, Unesco nos invita a reflexionar bajo el lema “aprender para una paz duradera”.

Sabemos que la convivencia es una condición necesaria -aunque no suficiente- para lograr aprendizajes y una experiencia formativa que permita a niñas, niños y jóvenes prepararse para resolver conflictos de manera pacífica y a respetar y valorar las diferencias.

La Encuesta Nacional de Monitoreo de Establecimientos Escolares en Pandemia - noviembre 2023, aplicada a directores, muestra que la disciplina, la convivencia y la violencia entre estudiantes es su tercer desafío más relevante, después de la asistencia estudiantil y el ausentismo docente.

Los datos muestran un panorama desafiante pero también alentador: si bien han disminuido los niveles percibidos de violencia, éstos siguen siendo más altos que antes de la pandemia. En educación media, por ejemplo, la encuesta revela que, a principios de 2022, el 48% de las y los directores consideraba que eran más altos que en 2019; en cambio, a fines de 2023, esa cifra cayó al 19%.

En 2022, el 74% de las y los directores percibía un empeoramiento en el bienestar y salud mental de estudiantes de segundo ciclo respecto de 2019. En 2023, esa cifra se redujo a 45%, la que sigue siendo muy elevada, pero considerando la disminución, es una noticia alentadora.

Por su parte, el Informe 2023 de la Defensoría de la Niñez indicó que 2 de cada 10 establecimientos tienen centros de estudiantes y que solo 1 de cada 10 adolescentes de entre 15 y 17 años, ha participado activamente en ellos. En tanto, el Simce 2022 mostró que, en los ámbitos de colaboración y formación ciudadana, 3 de cada 5 estudiantes de cuarto básico colaboraban en actividades del curso. Sin embargo, en segundo medio, sólo 1 de cada 5 lo hace.

A raíz de estos desafíos, tanto las comunidades como el sector público y privado han redoblado sus esfuerzos en convivencia escolar. Por ejemplo, el Mineduc inició el programa “A convivir se aprende”, el que en 2023 llegó a 100 comunas y que este año alcanzará a 160 comunas identificadas como críticas. Por su parte, la Dirección de Educación Pública, identificó cerca de 60 iniciativas ejecutándose en este ámbito en los primeros 11 Servicios Locales y, muchas de ellas, ejecutadas con el apoyo del sector privado.

En el Día Internacional de la Educación, la invitación es a reflexionar sobre la importancia de la convivencia para ejercer plenamente nuestra ciudadanía y nuestros derechos. No solo a nivel de establecimientos, sino que también en el debate público, incluso si para ello debemos remar contracorriente para anteponer una mirada propositiva al panorama de polarización y áspero que se percibe en la discusión pública.

Los datos nos muestran que el desafío educativo es enorme, pero hay evidencia de que en muchos establecimientos están ocurriendo cosas positivas.

Tratemos de que este año, los debates sobre educación no se estanquen en el dramatismo y la confrontación, sino que avancemos a la construcción colectiva para aprender de las iniciativas que funcionan y acelerar sus impactos positivos a nivel nacional.

Por Valentina Quiroga Canahuate, gerenta de Desarrollo Humano de Fundación Chile

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