Dudas ante dispares proyecciones de crecimiento

Resultaría clarificador que el Ministerio de Hacienda entregara mayores fundamentos para justificar por qué sus proyecciones de crecimiento para 2024 son superiores a las que maneja el FMI o el Banco Central.



Recientemente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) actualizó sus proyecciones de crecimiento mundial. Para Chile confirmó una caída de la actividad de -0,5% el año 2023. Con esto, nuestro país cerrará el año dentro de las 12 economías a nivel mundial que menos crecerá durante el presente año, de un total de 196 países.

Para el mundo, ajustó sus proyecciones de crecimiento a la baja el 2024, estimando un 2,9%, con un sesgo negativo. En el caso de Chile, rebajó la proyección de crecimiento, pasando de 1,9% a 1,6%, mientras que para el promedio de los países de Sudamérica el ajuste fue al alza, pasando desde un crecimiento de 1,9% a 2,0%. La corrección de la proyección de crecimiento para Chile es consistente con la actualización que realizó recientemente el Banco Central en el IPoM de septiembre, donde estimó para el 2024 un crecimiento de 1,75% (con un rango entre 1,25% y 2,25%).

Con estos antecedentes, llamó la atención en el mercado las estimaciones publicadas recientemente por el Ministerio de Hacienda durante la presentación del proyecto de ley de presupuestos. Para el 2024, estima un crecimiento en el escenario base de 2,5%, superior en casi un punto a la estimación del FMI y también por encima de la ya optimista proyección del Banco Central. En un escenario pesimista, la autoridad fiscal estima que la economía crecerá 1,9%, superando al escenario base de crecimiento del Banco Central y el FMI, mientras que en un cuadro optimista la economía podría llegar a crecer 2,9%.

La principal diferencia entre las proyecciones del Ministerio de Hacienda y el resto de las entidades radica principalmente en la estimación del comportamiento de la demanda interna, donde la proyección del gobierno supera en 0,9% la estimación del Banco Central. Este último, detalla en el IPoM la evolución esperada para la inversión y consumo, principales componentes de la demanda interna, esperando una caída de 0,6% de la inversión y un crecimiento del 1,7% para el consumo. En tanto, el Ministerio de Hacienda, en su informe de Finanzas Públicas, se limita a mencionar que ambas variables tendrán una variación positiva el 2024.

El mercado recibió estas estimaciones como optimistas, las que podrían estar enviando una señal para alentar las expectativas que afectan las decisiones de inversión. Por esto, parece razonable -más aún en un contexto de mayor incertidumbre local e internacional- que la autoridad proporcione un mayor detalle al mercado sobre la estimación de los componentes de la demanda interna, como consumo e inversión, que permitan comprender las principales diferencias con otras entidades locales e internacionales y así el mercado pueda formarse un juicio acabado al respecto.

Con todo, y más allá de estas importantes diferencias en las proyecciones, el rango de crecimiento y sus perspectivas futuras, cualquiera sea el valor que consideremos, son materia de preocupación. El 2024 Chile se ubicará, según el FMI, dentro de los 30 países del mundo que menos crecerá, y en Latinoamérica y el Caribe sólo superará a Puerto Rico, Aruba, Haití y por un leve margen a Brasil. Todo esto en un contexto de alta incertidumbre internacional, que se ha profundizado por el conflicto en el Medio Oriente, efectos que aún no han sido ponderados en estas proyecciones.

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