El deber cívico de cuestionar



SEÑOR DIRECTOR:

En línea con su artículo “La desinformación política en tiempos de la inteligencia artificial”, el pasado 21 de febrero, The Future of Life Institute comenzó una nueva campaña para exigir a la autoridades globales una regulación en torno al daño para la humanidad que puede provocar un uso irresponsable de la IA, particularmente por la capacidad de imitar a un ser humano y la extrema dificultad para reconocer si esa creación es real o no.

Menciono solo tres daños posibles para ilustrar:

1. Pornografía no consensuada, donde hasta ahora el 99% corresponde a mujeres, e incluso se realizan imitaciones de menores. Esto tuvo un aumento de 400% entre 2022 y 2023, llegando a 34 millones de casos.

2. Fraude, con estafas que aumentaron en 3.000% durante 2023.

3. Elecciones, donde las deepfakes ya están generando campañas con mentiras a lo largo del mundo, lo que pone en riesgo a las democracias en un año en que el 50% de la población mundial estará en elecciones.

Ante esto, y a sabiendas que históricamente las regulaciones tardan más que la velocidad de desarrollo de la tecnología, es un deber cívico y moral dudar, cuestionar, investigar y denunciar cualquier contenido que infrinja los límites éticos y de la dignidad humana, por muy reales que parezcan.

Matías Reeves

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