SEÑOR DIRECTOR:
En el plebiscito, la ciudadanía no votó necesariamente “En contra” de un proyecto que a todas luces era poco conocido por los votantes y de cuyo proceso de construcción no existió una gran difusión.
Entonces, muy probablemente, la ciudadanía votó “En contra” de nuestra clase política; aquella que para el primer proceso les invitó a extirpar la “Constitución de Pinochet”, y en el siguiente, salieron defendiendo dicha Carta Fundamental. La misma clase política que acusó de partisanos a los que construyeron un proyecto identitario en 2022, pero en 2023 crearon una propuesta prácticamente sin contrapeso, por la cual no fueron capaces de flexibilizar puntos que permitieran un acuerdo transversal. Y todo, paradójicamente, considerando que la “solución constitucional” para contener el estallido de 2019 fue precisamente de esa clase política.
Es de esperar que en lo inmediato se logren grandes consensos en las materias urgentes, dado que lo peor para una democracia representativa es que sus políticos pierdan legitimidad de la forma que lo están haciendo en Chile.
Daniel Burgos Bravo
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