Entre la corrupción y la delicuencia, nosotros



SEÑOR DIRECTOR:

El lunes en la tarde, un lanza en moto me arrebató en la calle el celular de la mano. No soy el primero ni el último en ser asaltado en las últimas décadas (en mi caso, siete veces desde el año 2000). Tampoco soy el primer ni el último ciudadano en sentirme agraviado por los casos de corrupción desde comienzos de siglo.

No parece que el gobierno de turno haga algo efectivo para poner atajo al robo de arriba ni de abajo. ¿Qué podemos hacer los ciudadanos afectados más allá de lamentarnos? Creo que es hora de salir a la calle a manifestarnos, y también de votar en conciencia en octubre de este año y noviembre de 2025.

Cristóbal Edwards

Periodista

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