Igualdad, pero no paridad de salida

Votación en el Centro Cultural Estación Mapocho.


SEÑOR DIRECTOR:

La Ley de Paridad aplicada en las últimas elecciones modifica la elección que realizaron los ciudadanos en las urnas, y con ellos se violan dos principios elementales de la democracia, la igualdad ante la ley y la soberanía del ciudadano ejercida mediante el voto; además de justificar lo injustificable, que es asignar mayores derechos a los ciudadanos candidatos que a los ciudadanos votantes. Ello, porque si aproximadamente la mitad de los votantes son mujeres y la otra mitad hombres, resultados no paritarios implican que las mujeres están votando por más hombres que mujeres y los hombres están votando por más hombres. Cualquiera sea el caso, se modifica la decisión del ciudadano en pro de los derechos del candidato.

En virtud del nuevo proceso constitucional y con el objetivo de velar por la supervivencia del Estado de Derecho y de nuestra democracia, es fundamental que la Constitución que rija en Chile, cualquiera sea, asegure que las elecciones -donde se manifiesta la voluntad de la ciudadanía- esté libre de distorsiones.

No obstante, en pro de aportar ideas, de modo de convocar a más mujeres a participar en la política y entendiendo que igualdad de oportunidades no necesariamente implica igualdad de resultados, proponemos estudiar un mecanismo que asegure la paridad de entrada de los procesos eleccionarios, igualando la cantidad de hombres y mujeres que participan en cada lista; pero adicionalmente incentivando a los partidos a buscar y llevar a las candidatas más competitivas, por ejemplo, por medio de modificar y aumentar el pago por candidato elegido en caso de que sea una mujer.

Cabe destacar que un mecanismo de este tipo debería aplicarse de forma temporal para abrir un camino de oportunidades para las mujeres, pero no distorsionar las elecciones ni los sistemas de participación en el largo plazo.

Creemos absolutamente necesario convocar a mujeres a la política y a todos los sectores de la sociedad, así como a igualar las oportunidades para las mujeres, pero ello no se puede realizar a costa de la democracia, la libertad de las decisiones individuales y la igualdad de derechos. Alterar los resultados de las elecciones por medio de una ley de paridad de salida implica torcer la voluntad de los electores y, por lo tanto, debilita nuestra democracia.

Karin Moore, Cecilia Cifuentes, María Irene Chadwick, Pía Margarit, María Paz Lagos

Corporación Somos Mujeres Por Chile

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