La columna de Javier Salinas: ¿Más productividad? ¿Cómo?

01 DE JUNIO DEL 2022 PRIMERA CUENTA PUBLICA DEL PRESIDENTE GABRIEL BORIC EN EL SALON PLENARIO DEL CONGRESO NACIONAL. FOTO: DEDVI MISSENE

"El Presidente instruyó a los ministros de Hacienda y Economía para armar una agenda de reformas a nivel microeconómicas y financieras en base a las recomendaciones del Consejo Nacional de Productividad, y si bien no adelantó ninguna medida concreta, hizo mención de la inversión en investigación y desarrollo, del desarrollo de la economía digital y de la producción de energías limpias."



El Presidente Gabriel Boric, durante su cuenta pública, propuso a trabajadores, empresarios, congreso y gobierno un gran desafío país: que la productividad crezca 1,5% anual para que el crecimiento del PIB potencial se sitúe sobre 4%. Eso llamó la atención de muchos economistas y no sin razón. Primeramente, porque ésta es la primera vez que el Presidente menciona esa cifra: no era parte de sus promesas de campaña, no salió a colación en los debates, no lo había mencionado en sus primeros días de gobierno.

En segundo lugar, porque ésta no es una labor fácil. Sus antecesores también buscaron incrementar la productividad, pero sus esfuerzos no fueron del todo fructíferos. De hecho, según cálculos utilizados por el comité consultivo del PIB tendencial y publicados por la Dirección de Presupuestos, la productividad total de los factores cayó entre 2006 y el 2018 (excluyo del 2019 a la fecha por los efectos del estallido social y la pandemia) y, en esos 12 años, solamente en 3 el crecimiento fue positivo y en ninguno de los casos superó el 1%, lo que da cuenta de la dificultad de alcanzar la cifra de 1,5%.

En tercer lugar, porque otras propuestas que apuntan a mejorar la equidad y el bienestar social se contraponen (al menos a primera vista) con la productividad. Por ejemplo, con la reducción de la jornada laboral (inspirada en buscar un mejor equilibrio en el tiempo dedicado al trabajo y a las actividades de ocio) la productividad de cada trabajador tendería a disminuir si esto no viene acompañado de una mejora en el uso del tiempo laboral (aunque la foto podría cambiar si se analiza la productividad por hora trabajada). El incremento en el salario mínimo (que apunta a mejorar las condiciones de vida de las personas con menores ingresos) implicaría un incremento en los costos laborales (aunque mucho de esto está siendo diluido por la alta inflación cuando se analiza en términos reales). Esta es la misma lógica de las reformas tributaria y previsional, aunque autoridades han declarado que buscarán afectar de la menor forma posible la inversión y el empleo.

Entonces ¿cuáles son las medidas con las que el gobierno busca incrementar la productividad? Por ahora, el Presidente instruyó a los ministros de Hacienda y Economía para armar una agenda de reformas a nivel microeconómicas y financieras en base a las recomendaciones del Consejo Nacional de Productividad, y si bien no adelantó ninguna medida concreta, hizo mención de la inversión en investigación y desarrollo, del desarrollo de la economía digital y de la producción de energías limpias, entre otras cosas.

El Presidente sostuvo que el crecimiento de 4% del PIB (y por ende del 1,5% de la productividad) compensaría el alza en los costos laborales producto de las medidas de su gobierno, y no hay duda de que es necesario mejorar tanto la productividad como la equidad para alcanzar un crecimiento justo, inclusivo y sustentable, pero es inocente creer que lo que hagamos buscando mejorar una de ellas va a ser inocua para la otra. Utilizando las palabras del mismo presidente, lograr que Chile progrese “no es fácil, no es obvio, no es desde cero”. Seguiremos atentos a la agenda de productividad de este gobierno, y se agradece el énfasis en la productividad en esta cuenta pública, pero ni los recuerdos del pasado ni un “se puede” son suficientes.

* El autor es economista jefe, Larraín Vial Research.

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