SEÑOR DIRECTOR:
En medio de titulares que destacan desproporcionadamente la participación de personas migrantes en hechos delictivos, es fácil olvidar que la migración es más que un movimiento de personas. La realidad es que la migración es una fuerza poderosa que, bien gestionada, reduce desigualdades y ayuda inclusive a mitigar los efectos del cambio climático. Acelera el crecimiento inclusivo y el desarrollo sostenible, enriquece a las comunidades de acogida con nuevas capacidades, y contribuye a dinamizar el comercio internacional.
Pruebas de ello sobran: un estudio del FMI de 2020 indica que cada 1% adicional de inmigración puede impulsar el crecimiento del PBI en los países de destino en un 2%. Pero ha llegado a ser mayor: en Chile, su aporte alcanzó en 2017 el 4,3%, según indica la Cepal en su informe “Sobre las contribuciones de la migración al desarrollo sostenible: estudios en países seleccionados”, de 2021.
Estos aportes dependen en buena medida del estatus migratorio de estas personas y su posibilidad de acceder a servicios, de integrarse de manera sostenible en la sociedad y de permanecer conectadas con sus comunidades de origen. Por esto reconocemos los esfuerzos gubernamentales dirigidos al registro y a facilitar la integración, y llamamos a seguir fortaleciendo este trabajo con una perspectiva regional y alineada con el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular.
No permitamos que las acciones de unos pocos opaquen los enormes aportes de una migración bien gestionada y digna para las comunidades en su conjunto.
Marcelo Pisani
Director Regional de la Organización Internacional para las Migraciones para Sudamérica
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