SEÑOR DIRECTOR
En la columna de Óscar Guillermo Garretón, titulada como esta carta, se culpa de todos los males de Chile al actual gobierno, perdonando solo a Marcel por su rol de “buen bombero”.
No cabe duda que la actual conducción del país perdió la oportunidad de crear un nuevo pacto social y ha dado muestras de improvisación y falta de capacidad de gestión, pero atribuir el deterioro de Chile solo a esta administración, es una falta de rigor absoluto.
El deterioro de la seguridad ciudadana viene desde antes de este gobierno y del estallido social, y no hubo respuesta sólida, anticipatoria y preventiva desde el Estado. Las falencias de la política migratoria son responsabilidad de los dos gobiernos anteriores, o sea, de todo el espectro político. ¿Se acuerda Garretón de la invitación de Piñera a los venezolanos? Y me sorprende su referencia a “ese afán de salir año tras año con reformas tributarias anticrecimiento”, descalificando la necesidad de mejorar la recaudación, para dar sustento a las necesidades sociales.
Efectivamente se requiere mano muy dura, en el marco de respeto a los DD.HH. y del debido proceso, para minimizar excesos que ocurrirán. Pero si lo anterior no va acompañado de un “plan Marshall socioeconómico” para invertir en los territorios dominados por el narcotráfico, esto no acabará. Ello requiere de una reforma tributaria que permita contar con recursos permanentes para hacer más y mejor, allí donde el Estado ha sido reemplazado por la política social y de empleos del narcotráfico.
Sin una fuerte política social, la receta de solo mano dura hace más dura también la respuesta de las bandas: más corrupción y asesinatos.
Chile requiere que derecha e izquierda concurran a un gran pacto nacional en esta y otras materias, sin pequeñeces. Sería el camino para que nuestra desprestigiada clase política recupere liderazgo. Esta crisis impactará a los futuros gobiernos, del color político que sean.
Asumo que quienes ven ahora en la derecha una puerta de salida están en su derecho, pero para ello no tienen que justificarse ocultando las responsabilidades de toda la clase política en el devenir de Chile de hoy, atribuyendo todos los males al gobierno de Boric.
Guillermo del Valle
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