Participación obligatoria



SEÑOR DIRECTOR:

Este domingo tendremos un plebiscito que nos permitirá a todas y todos manifestar nuestra opinión respecto de la propuesta constitucional elaborada por el Consejo Constitucional.

La ley de 2012 que instauró el voto voluntario fue un logro para muchos, ya que era coherente con la idea de una sociedad liberal, en la que las personas eran libres para elegir; en este caso, ejercer el derecho ciudadano de votar o no. La verdad, nunca me gustó. Pasados algunos ciclos electorales fue claro que el porcentaje de participación iba en caída libre.

Recién con el plebiscito de salida del primer proceso constitucional se exigió que el voto fuera obligatorio. Llegó entonces a las urnas un contingente de ciudadanos en torno al 40% que nunca había votado, y que políticos y analistas, incluidos encuestadores, desconocían. Lo anterior generó varias sorpresas y tomamos conciencia de que estaba quedando fuera de los resultados electorales más de un tercio del padrón. Cierto, habían elegido libre y sistemáticamente no votar. Pero restar esa porción de la población de decisiones fundamentales para el país era insostenible.

Este domingo el voto es obligatorio. En buena hora.

Juanita Gana

Exconsejera del Servel

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