Presupuesto y caso convenios



SEÑOR DIRECTOR:

Mañana se presenta el proyecto de Ley de Presupuestos para el año entrante. Teniendo a la vista el escozor causado por el “caso convenios” es esperable que este sea tenido en consideración para modelar la normativa presupuestaria. Por ello es imperioso llamar a los legisladores a encarar este proceso racionalmente y no combatir a las organizaciones viciosas castigando a las virtuosas.

Las organizaciones de la sociedad civil son esenciales para el Estado y -lo que más importa- para los más carenciados. Las organizaciones comunitarias son el instrumento para hilar el tejido social. Son instituciones esenciales para el mantenimiento de niveles saludables de cohesión social, especialmente en el ámbito local.

Ellas necesitan mejoras en su arquitectura corporativa, en el acceso a servicios profesionales y en su logística. Eso está fuera de discusión. La transformación digital del Estado es también una oportunidad para desarrollar prácticas sanas e íntegras. Pero esa mejora debe hacerse acompañándolas sin castigarlas por faltas que no han cometido. La inmensa mayoría de ellas sirven con sacrificio y puro afecto a las personas que más los necesitan. Colaboran con la sociedad en la prevención del consumo de alcohol y otras drogas, en la protección a los consumidores, en la prevención del delito o en el cuidado de la infancia, entre muchas otras.

Todo esfuerzo por reprimir la corrupción debe ser alentado. Sin embargo, no estaría a la altura de lo que se espera de la República causar aflicciones a quienes ayudan a los más vulnerables a tener vidas que valgan cada día más la pena ser vividas.

Antonio Leiva Rabael

Profesor Derecho Constitucional

Universidad Nacional Andrés Bello

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