Una efeméride que merece protagonismo



SEÑOR DIRECTOR:

En un mes en el que las fechas festivas son las reinas del calendario, es importante hacer foco en una que suele pasar desapercibida, pero que hoy más que nunca cobra especial sentido y protagonismo. Este 9 de diciembre se celebra el Día Internacional contra la Corrupción, proclamado por la ONU hace una década para sensibilizar sobre el daño que esta genera en diversos ámbitos. En Chile, bien sabemos de esto, pues este año hemos sido espectadores de cómo este fenómeno ha puesto en jaque las buenas prácticas.

Ejecutivos investigados por el uso de información privilegiada, grabaciones que hacen presumir la existencia de una red de sobornos entre privados y funcionarios públicos, recursos fiscales que se traspasan discrecionalmente a fundaciones, alcaldes detenidos y formalizados por malversar fondos municipales, son solo algunas de las situaciones con las que culminará un 2023 para el olvido en materia de ética, que amerita cerrarse sin fanfarria alguna.

Hechos que dan cuenta de la existencia de un mal que se ha propagado a gran velocidad. ¿Cómo combatirlo? La cultura de integridad es el antídoto más poderoso para frenarlo. La solución radica en tomar conciencia respecto de cómo se hacen las cosas, sobre la base de que los incentivos sean los correctos.

La integridad no será más que una palabra de inspirador significado si los gobiernos corporativos, y quienes dirigen tanto organizaciones públicas como privadas, no asumen un rol activo para transformarla en acción, impulsando políticas y procedimientos preventivos que tienen que ser supervisados e ir aparejados de castigos ejemplificadores.

Ahora, de nada sirven los códigos de ética, los modelos de prevención de delitos y otras herramientas de compliance si estos líderes no ejercen la integridad dando el ejemplo, fijando el tono desde la cima, para que permee y se instale en las personas a través de capacitaciones y actividades formativas. Porque esto no puede ser solo un discurso, debe apalancarse en hechos concretos que involucren a los equipos de trabajo.

Este día internacional contra la corrupción nos da la oportunidad de reflexionar haciendo un autoexamen como personas, trabajadores, estudiantes, empresas e instituciones, porque desde todos estos roles estamos llamados a eliminar este germen. Los casos Convenios, Audio, Cencosud y los municipios donde han habido irregularidades no solo deben indignarnos, tienen que activarnos para hacer algo más que decir: ¡basta ya! Es hora de actuar, porque no todo está perdido.

Janet Awad

Presidenta de Fundación Generación Empresarial

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