Urge una política de calles sin alcohol



SEÑOR DIRECTOR:

En Chile se produce, en promedio, un siniestro vial por conducción en estado de ebriedad cada una hora, y solo en el año 2022 fueron 104 personas las que fallecieron por esta causa. Lo peor de este escalofriante dato es que como sociedad lo hemos normalizado. A eso se suma que en las últimas décadas hemos soportado un nivel de impunidad e injusticia que simplemente no da para más.

Investigaciones han evidenciado que el uso sistemático de alcotest por parte de las policías conlleva una reducción drástica de este delito, en especial si dichos controles aleatorios van acompañados de campañas en medios de comunicación y redes sociales durante todo el año.

A propósito de la legislación, a casi diez años de la implementación de la Ley Emilia, se requiere revisar si tiene el efecto esperado. Las sanciones que posee esta ley son, al menos, cuestionables. Es que no convence el hecho de revocar la licencia de conducir a quienes conducen bajo los efectos del alcohol solo en caso de reincidencia, sabiendo las consecuencias.

Como medidas urgentes se proponen masificar los controles de alcotest, reducir el límite de concentración de alcohol en la sangre permitido para conducir, revocar la licencia de conducir a quien sobrepase dicho límite y educación a todo nivel, en especial a adultos.

Mientras tanto, solo queda apelar a la actitud y ética de los usuarios de las vías.

Andrés Santelices

Académico del Diplomado en Seguridad Vial U. Mayor

Presidente de ONG Educleta

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