Valoración del profesor



SEÑOR DIRECTOR:

El fallecimiento de la profesora de Antofagasta Katherine Yoma vuelve a poner al centro el debate sobre el respeto y la valoración de los profesores.

Hoy los docentes no solo son responsables de la titánica tarea de recuperar los aprendizajes tras la pandemia -hace poco la Agencia de Calidad de la Educación informó un alza en los puntajes del Simce, fruto del trabajo de nuestros educadores-, sino que además cumplen el rol de contener a estudiantes emocionalmente desregulados, hacen malabares para aprovechar el tiempo fuera del aula para corregir pruebas y preparar sus clases, muchas veces habitan escuelas con graves problemas de infraestructura o ven estancado su desarrollo profesional por falta de oportunidades o de tiempo.

Seamos empáticos y compasivos con los cerca de 250 mil docentes que se dedican a formar y contener a nuestros estudiantes, dedicándoles incluso más tiempo que a sus propias familias. Llegar a fin de año agotados o agobiados no es falta de vocación. Muchos, como el puntaje nacional Diego Oyarzo, eligen educar porque quieren un futuro mejor para su país y transformar vidas.

Prioricemos apoyar a nuestros profesores. Hago un llamado especial a las familias, para que se pongan en sus zapatos. Todos buscamos sentirnos apoyados y reconocidos en nuestro lugar de trabajo, ¿por qué debería ser diferente con nuestros educadores, que trabajan incansablemente por nuestros niños y niñas?

Florencia Mingo

Profesora de inglés y directora ejecutiva Impulso Docente

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