Alejandra Krauss (DC), futura presidenta de Fundación Chile 21: “Los centros de pensamiento deben contribuir a que la ciudadanía vuelva a creer en las instituciones”

Alejandra Krauss

La exministra de Trabajo asegura que la oposición en su conjunto va a lograr ponerse de acuerdo en mínimos comunes de cara a la convención constitucional.


En medio de la semana que marca el aniversario número 29 del histórico centro de estudios ligado a la centroizquierda, Fundación Chile 21, quien se convertirá en la primera presidenta DC del directorio, Alejandra Krauss, asegura que tiene la “convicción” de que su sector logrará acuerdos de cara al proceso constituyente.

Sus palabras no son al azar. En ese think tank -que dirige desde que su expresidenta, Gloria de la Fuente, renunciara a fines de octubre para encabezar el Consejo para la Transparencia- han estado trabajando, con el aporte de distintos dirigentes de la centroizquierda, en un decálogo de los mínimos comunes para plasmar en una nueva Constitución. “En la oposición tenemos muchos más elementos en común que aquello que nos separa”, dice.

¿Cuáles son sus principales desafíos en Chile 21?

Asumo la presidencia en un momento histórico, que dice relación con el proceso constituyente. Pero además dentro de un contexto social, político, cultural, económico en que no podemos eludir el resultado del plebiscito. Eso es tremendamente determinante y relevante, porque de alguna manera los centros de pensamiento, y particularmente Chile 21, deben vincularse con la ciudadanía y con el movimiento social. En eso queremos ser muy activos y contribuir en todos los espacios.

¿Ser DC o mujer cómo ayuda en estos desafíos?

Espero que sin duda esos elementos contribuyan a que mi presidencia en Chile 21 enriquezca el diálogo político. Y además mi trayectoria política con una clara vocación de búsqueda de unidad, de ser muy leal a un proyecto colectivo y de creer que tanto los gobiernos de la Concertación como el gobierno de la Presidenta Bachelet, fueron necesarias en los momentos históricos que les tocaron.

¿Cuál debe ser el rol de los centros de pensamiento frente a la discusión constitucional?

Uno de los elementos esenciales es determinar los contenidos y el reglamento y en eso, sin perjuicio de las definiciones que cada centro de pensamiento de la centroizquierda pueda determinar, debemos ser capaces de generar las condiciones básicas para construir los acuerdos mínimos. Los centros de pensamientos deben contribuir a que la ciudadanía vuelva a creer en las instituciones.

Pero en Chile 21 muchas personas son militantes de partidos. ¿Cómo hacer esa reconexión?

Es importante precisar que la militancia no es algo esencial o que caracteriza a Chile 21, no estamos vinculados a un partido político en particular. Sin embargo, todos los centros de pensamiento debemos contribuir, y en esto Chile 21 hemos estimado que el estar permanentemente invitando a la reflexión, análisis y a un espacio de encuentro sin exclusiones, es una forma de revincular a la ciudadanía con la política. Es clave el diálogo y la construcción de los elementos esenciales que queremos contribuir al país, a los partidos políticos. Construir un diálogo de cara a las distintas organizaciones sindicales, feministas, ambientales, de la diversidad sexual, discapacidad.

¿Qué temas ven como fundamentales para una nueva Constitución?

Estamos en el proceso interno de definiciones respecto de aquellas áreas que nos parecen esenciales. Sin duda se encuentran las definiciones sobre el catálogo de derechos, pero también el régimen de gobierno, la participación, determinadas instituciones, ver los alcances. Tenemos un desafío importante, pero estamos en el proceso, a través de las distintas áreas de trabajo, de las definiciones de nuestros cuatro o cinco elementos esenciales en la construcción de acuerdos internos.

¿En qué puntos ve que la centroizquierda podría converger?

Uno de los elementos que hemos impulsado ha sido justamente la construcción de pisos mínimos y comunes de la centroizquierda. La riqueza del trabajo que impulsamos desde Chile 21, que ha estado a cargo de Eduardo Vergara, es que se elaboró una encuesta que fue enviada a todos y cada uno de los presidentes de los partidos de la ex Nueva Mayoría y el Frente Amplio. Este trabajo nos va a permitir encontrar que tenemos muchos más elementos en común que aquello que nos separa. Esta sistematización, fuera de la coyuntura, nos va a permitir, primero, darnos cuenta que es mucho más fácil y estamos mucho más cerca de la unidad que aquella visión inicial que nos aleja. Y sobre lo que no exista consenso, habrá que hacer la reserva del caso.

¿En ese sentido, ve posibilidad de acuerdos de toda la oposición?

Tengo bastante confianza, cada uno de los actores políticos relevantes de nuestro país, en el ámbito que le corresponde a cada uno, están haciendo los esfuerzos para construir estos mínimos comunes. Los centros de pensamiento en su área, los partidos políticos también, entonces todos tenemos esa vocación de búsqueda de mínimos comunes y, en consecuencia, siento que estamos más cerca de lo que estábamos hace diez días atrás.

Antes del plebiscito, en el oficialismo decían que la oposición estaba más dividida en términos de contenidos que ellos...

Tengo la convicción de que hoy hay mucho más espacio para encontrar esos puntos en común en la oposición y que es posible aunar criterios y principios.

La DC definió que va a tener sus primarias en enero. Usted está trabajando en la campaña de Alberto Undurraga. ¿Un DC puede ser la carta de toda la oposición?

Tengo la más plena convicción que podría serlo y por eso apoyo a Alberto Undurraga en el desafío que se ha propuesto. Un proyecto de país encabezado por un democratacristiano, lo creo. Ahora, el desafío de los DC es reconectarnos con una ciudadanía que dejó de sentirse interpretada por nosotros.

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