Jorge Donoso, el último del “grupo de los 13” de la DC: “El orgullo por firmar la declaración ha ido creciendo con el tiempo”

FOTO: BASTIAN SEPULVEDA

Tras la muerte de Mariano Ruiz-Esquide, el abogado y periodista considera que la declaración en contra del Golpe de Estado que él firmó junto a otros 12 militantes de la falange se mantiene con "plena validez". Aunque admite que algunas de las instituciones del Estado funcionan con "poco prestigio entre la ciudadanía", ve poco probable que se genere un quiebre democrático como el del 73.


El sábado pasado falleció el exsenador Mariano Ruiz-Esquide. Con su partida, solo uno de los 13 firmantes de la declaración del “Grupo de los 13″ de la Democracia Cristiana (DC), que, desde un comienzo se opuso al Golpe Militar, se mantiene con vida. Se trata del abogado y periodista Jorge Donoso, que tenía 32 años cuando se redactó la carta.

Si bien el exdiputado Baldemar Carrasco sí adhirió al documento, no pudo firmarlo por estar en Coyhaique. De todas formas, su nombre fue incluido y actualmente es exhibido en el Museo de la Memoria.

Donoso, quien en el pasado se desempeñó como presidente del directorio de TVN y del Colegio de Periodistas, cuenta que no pudo despedirse de su camarada, pero que mantiene presente en su memoria las visitas que, junto a los demás firmantes, le hizo en el Senado cada 13 de septiembre, en el aniversario de la publicación de la misiva que hoy lo hace sentir orgulloso.

Ha pasado más de medio siglo desde la redacción de la carta. ¿Cuál es la reflexión que hace ahora en torno a ella?

La declaración fue una redacción que tiene plena validez hasta el día de hoy. Lo que se plantea como cuestión de fondo es el respeto a la institucionalidad. Eso es algo que pasa por encima de los años y que mantiene absolutamente su vigencia. Eso es lo que debiéramos tener en consideración siempre. En la declaración se señala expresamente que fuimos opositores al gobierno de Salvador Allende. Sin embargo, repudiamos con energía el haber dado un Golpe de Estado a su gobierno.

Se infiere que, 50 años después, se siente muy orgulloso de haber firmado esa carta.

La verdad es que el orgullo por firmar la declaración ha ido creciendo con el tiempo. En el momento mismo no me di cuenta exactamente de la dimensión que tenía. Pero obviamente que con el transcurso del tiempo ha tenido mayor relevancia, importancia y vigencia.

¿Cuáles son los recuerdos que tiene más presentes de la redacción de la declaración?

Tal como lo relato en el libro Los 13 del 13, esto surgió con mucha anterioridad. Las personas que firmamos nos reunimos con anterioridad, una vez que ocurrió el tanquetazo, el movimiento del coronel Souper. Lo mismo ocurrió con la declaración de la Cámara de Diputados. El 11 de septiembre, casi las mismas personas nos juntamos en la casa de don Bernardo (Leighton). Lo primero que él trató de hacer fue ir a La Moneda, cuando ya empezábamos a saber de algunas personas que habían sido detenidas. Varios lo disuadieron incluso aplicando la fuerza, porque él quería ir, e Ignacio Palma quiso acompañarlo. Don Bernardo hizo el primer recurso de amparo por teléfono por Carlos Briones y algunos más, y fueron rechazados. Ante esa impotencia, alguien dijo: “Hagamos una declaración”.

¿El mismo 11?

Bernardo Leighton redactó la declaración el 11, pero ese día, a las 16:00 horas, había toque de queda. Nos fuimos a la casa y el toque de queda permaneció durante todo el día 12. El día 13 en la mañana don Bernardo nos llamó para que nos juntáramos en la casa de Ignacio Palma. Ahí se firmó, al mediodía. Radomiro Tomic le dijo a don Bernardo que él creía que teníamos que llevar esa declaración al consejo del partido, que se reunía el mismo 13, y que ahí diéramos la batalla por que fuera la declaración del partido, pero don Bernardo le dijo: “Este gente está en otra”, así que había que sacarla de inmediato. No hubo oportunidad en ese consejo ni siquiera de presentar la declaración, así que Tomic firmó al otro día.

FOTO: BASTIÁN SEPÚLVEDA

¿Sintió miedo al momento de firmar? La declaración se entendía como contraria a la posición del partido.

Miedo no recuerdo haber sentido, pero sí una preocupación muy grande por lo que pudiera pasarle a mi hija, que en ese momento tenía meses de vida solamente. Ella era lo que más me preocupaba.

¿Tuvo la oportunidad de hablar con Mariano Ruiz-Esquide antes de que falleciera?

No, hace dos o tres años que la respuesta que daban sus hijas cuando queríamos comunicarnos con él era que él no quería hablar de política. Las últimas veces que hablé con Mariano, poco hablábamos de política. Ante esa respuesta, lo prudente era no insistir.

Cuando se enteró de la noticia del fallecimiento de Ruiz-Esquide, ¿qué recuerdo se le vino a la mente?

Durante varios años, cuando Mariano era senador, a los firmantes nos invitaba el día 13 o una fecha lo más pronto posible al Senado. Ahí hacíamos recuerdos. Nos juntábamos y había una hermandad entre nosotros por ese hecho tan importante.

¿Qué siente ahora al ver que es el único de los 13 firmantes que está vivo?

Es una impresión muy fuerte. Yo me siento como los veteranos del 79. Cuando era niño, todavía quedaban personas que habían peleado en la guerra del 79, la Guerra del Pacífico. Fueron desapareciendo uno a uno, y así nos ha ido ocurriendo a nosotros. Es una pena muy grande, que se repite cada vez que ocurre, pero es parte de la vida. Baldemar Carrasco -quien firmó posteriormente- está vivo, pero no he podido hablar con él, porque está bastante enfermo.

Así como están las cosas en Chile, ¿ve posible que se quiebre la democracia?

Espero que no. No creo que estén las mismas condiciones para que algunos justificaran el golpe de Estado. Yo creo que las instituciones están funcionando. Lamentablemente, algunas de ellas con bastante poco prestigio entre la ciudadanía, lo que es muy penoso, pero está funcionando. No veo que haya una situación similar el 73.

Lo preguntaba porque algunos, y particularmente en la DC, han identificado que el estallido social fue algo cercano a un quiebre a la democracia.

Hubo una intención de un sector de que eso ocurriera. Pero no estaban las condiciones para que así pasara.

¿Cómo ve en la actualidad a la Democracia Cristiana? ¿Es un partido que ya cumplió un ciclo o le quedan batallas por dar?

Los principios y fundamentos de la DC tienen absolutamente vigencia en lo esencial. Pero el partido mismo ha sufrido una crisis. Las diferencias que existen y existían en el partido eran más bien de tipo personal, no ideológicos. Ese mismo personalismo hizo que algunos se fueran a Demócratas, y otros, a Amarillos. Se ha debilitado el partido desde ese punto de vista. Pero yo creo que la falla principal es que hemos perdido el apoyo de la juventud.

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