La dura carta a la oposición de ME-O y Guillier: “La ‘medida de lo posible’ mutó en nuestro mundo en los últimos años hacia el conservadurismo, la comodidad y el statu quo”

En una misiva abierta, los dos excandidatos presidenciales cuestionaron el rumbo que han tomado los partidos de la centroizquierda desde el 18 de octubre y los emplazan a alcanzar la "unidad". "Tuvimos todo para liderar y desencadenar la mayor reforma de redistribución del poder en los territorios y, otra vez, fallamos”, dicen.


“Carta abierta; octubre manda el camino”. Así se titula la misiva que suscribieron esta semana los excandidatos presidenciales Marco Enríquez-Ominami (PRO) y Alejandro Guillier (independiente).

En el texto ambos dirigentes hacen un diagnóstico de los últimos 17 meses, tomando el estallido social de octubre de 2019 como punto de partida, para hacer una dura crítica a su sector político y también al gobierno del Presidente Sebastián Piñera.

“Pese a que tuvimos la oportunidad histórica de hacer que el espíritu de octubre se tradujera en una mayoría sólida y contundente, lamentablemente no lo logramos. El cálculo electoral, la mirada corta y la disputa por defender parcelas de poder, nos limitó aquello, permitiendo que una derecha minoritaria que se opone a los cambios logre, con menos votos, bloquear la voluntad de cambio que millones manifestaron en las calles”, sostienen en la misiva.

Y agregan: “Lo mismo arriesgamos con la elección de Gobernadores. Tuvimos todo para liderar y desencadenar la mayor reforma de redistribución del poder en los territorios y, otra vez, fallamos”.

Por otro lado, los exabanderados presidenciales critican a los partidos de la centroizquierda que estuvieron dispuestos a firmar el acuerdo del 15 de noviembre, el que -a juicio de ambos- terminó salvando al gobierno y al Poder Legislativo.

“Porque conocemos a la derecha y a sus acompañantes en esta gobernabilidad en la ‘medida de lo posible’, es que planteamos, en su momento, otra opción de salida a la crisis: adelantar elecciones generales de Congreso y Presidente de la República (...). Sin embargo, la mayoría de nuestros partidos prefirieron impulsar otro acuerdo, el mal llamado por la ‘Paz y la Nueva Constitución’, cuyos términos fueron definidos en el acomodado barrio de San Damián y que resultó estar lejos, muy lejos de lo que millones demandaban en las calles de Chile y sobre el cual hasta ahora no se ha avanzado nada”, dice la carta.

“Este acuerdo salvó la presidencia de Piñera y de paso, también al Congreso, acordando un proceso constituyente que no tenía paridad de género, presencia de los pueblos originarios, de independientes y que solo gracias a la consistente presión ciudadana logró integrar, de nuevo, una representación en la ‘medida de lo posible’”, añade.

Continuando con esa idea, los dos exabanderados también critican el hecho de que parlamentarios del sector aprobaran algunas iniciativas del Ejecutivo sobre seguridad. “A su vez, este Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución, le dio un segundo aire a la cultura minoritaria de la derecha y a sus partidos, para una ofensiva legislativa contra la movilización social, que criminalizó con nuevas leyes la protesta ciudadana y que lamentablemente contó con los votos de muchos parlamentarios de la oposición”.

En relación al proceso constituyente, en tanto, cuestionan la falta de voluntad política para alcanzar la “unidad” del sector y para haber avanzado en una integración real del mundo independiente. En ese sentido, proyectan que “la derecha y los sectores conservadores de este país, de nuevo, como durante 30 años, van a sobredimensionar su representación y pasarán por encima de la voluntad e intereses de la gran mayoría de los chilenos y chilenas (...). Lamentablemente, la ‘medida de lo posible’ mutó en nuestro mundo en los últimos años hacia el conservadurismo, la comodidad y el estatu quo, y el “realismo sin renuncia” nos hizo perder el pensamiento crítico, e instaló el miedo a abrir los espacios. Así, nos vimos arrastrados hacia el letargo y la indefinición”.

De esta manera, el líder del PRO y el actual senador hacen un llamado a la centroizquierda y los emplazan a trabajar unitariamente. “Hoy lo urgente es trabajar para recuperar la credibilidad perdida. Buscar la unidad real. Nuestro país lo construiremos desde abajo y con todos. Hoy los acuerdos intrapartidarios no alcanzan: se sustentan en un subsidio legal y en una legitimidad cuestionada hasta sus cimientos”, concluyen.

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