La primera prueba de fuego de José García (RN) a cargo del Senado

25/03/2024 José García Ruminot, PRESIDENTE DEL SENADO FOTO: MARIO TELLEZ / LA TERCERA

A pesar de que el nuevo presidente de la Cámara Alta se propuso recomponer el clima político, el conflicto por la Comisión Hacienda aún no se despeja. Incluso, el senador Felipe Kast (Evópoli) advirtió que si el oficialismo se niega a ceder cupos en esta instancia, la oposición podría rehacer la integración de todas las comisiones, gracias a la nueva mayoría que permitió a la derecha tomar el control de la mesa.


Después de la tregua legislativa por Semana Santa, este lunes en la mañana están convocados todos jefes de bancada del Senado para definir la tabla de proyectos que discutirán en los próximos días y tratar de desatar uno de los nudos que dejó la última renovación de autoridades de esta rama del Congreso.

El conflicto en la Comisión de Hacienda (instancia estratégica que el gobierno prefirió proteger a riesgo de perder la presidencia de la Cámara Alta), será probablemente el tema difícil del encuentro.

Fue decisión del recién asumido presidente del Senado, José García Ruminot (RN), no abordar este conflicto en el debate en sala, el pasado 19 de marzo, y derivar el tema a la reunión de comités, encuentro en el que participan los jefes de cada grupo parlamentario y que recién se realizará este lunes.

La jugada de García, quien se propuso tratar de recomponer el clima del diálogo tras las rencillas que dejó la última elección de la mesa, buscaba precisamente calmar los ánimos y evitar que las tensiones siguieran escalando en el debate público.

DC o Rincón

En lo esencial, el conflicto se originó debido a que los senadores Ricardo Lagos Weber (PPD) y Daniel Núñez (PC) habían mostrado ciertas señales de resistencia a entregar sus cupos en la Comisión de Hacienda, que hasta la semana pasada tenía una mayoría oficialista (tres de cinco integrantes).

Sin embargo, según el pacto administrativo, que establecía una rotación entre oficialismo y oposición en los principales espacios de poder del Senado, a partir de marzo la mayoría debía pasar a manos de la derecha.

Uno de los cupos supuestamente iba a ser asumido por el senador de Evópoli Felipe Kast, mientras que el otro asiento debía entregarse a “DC Ximena Rincón”.

Ello generó una alerta en el gobierno. De hecho, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, era el más preocupado. Si ingresaban a la mencionada comisión, Felipe Kast y Ximena Rincón (quienes han tenido varios roces en el pasado con el Ejecutivo), el oficialismo iba a quedar en una minoría extrema: 1 legislador de gobierno frente a 4 opositores.

El senador José Miguel Insulza (PS), que lleva solo un año interiorizándose en el trabajo técnico de Hacienda, iba a ser el único representante de la alianza gubernamental en esta instancia que es clave para el diseño de la reforma previsional y de los cambios tributarios que propone el pacto fiscal. Mientras que la oposición iba a quedar sobrerrepresentada con los senadores García (RN) y Juan Antonio Coloma (UDI), además de Kast y Rincón (hoy en el Partido Demócratas).

Este escenario llevó a la DC a impugnar el ingreso de Rincón a Hacienda. El argumento de la Falange era que el pacto administrativo, suscrito en marzo de 2022, consideraba a la actual presidenta de Demócratas como militante democratacristiana, por lo tanto, debía prevalecer el cupo para el partido.

Rincón, por su parte, con el apoyo de toda la derecha, exigía que predominara la referencia a su nombre.

El quiebre

En vista de que la formalidad para entregar los cupos en Hacienda se dilató hasta segundos antes de la elección de mesa del Senado, los legisladores de derecha y de Demócratas estimaron que eso era una vulneración del pacto administrativo y tampoco cumplieron su parte, al no apoyar la postulación de Pedro Araya (PPD), a quien le correspondía asumir en la presidencia, según ese acuerdo.

El quiebre de este pacto de gobernabilidad, que motivó recriminaciones de lado y lado, posibilitó la elección de García (RN) como titular de la corporación y de Matías Walker (Demócratas) como vicepresidente.

Tras el portazo que le dio la derecha a la postulación del senador Araya (PPD) para presidir el Senado, Lagos Weber se retractó de su dimisión a la presidencia de la Comisión de Hacienda. La bancada PPD tampoco llegó a materializar su salida de la instancia, pues ello se formalizaba a través de un oficio que debía ser firmado por la jefa de bancada del PPD, Loreto Carvajal, y por el jefe del comité de Demócratas (Matías Walker).

Sin embargo, una situación distinta se dio con el cupo que debía entregar el senador Núñez, ya que su jefa de bancada, Claudia Pascual (PC), sí alcanzó a ingresar la carta con la firma de su par de Evópoli, Luciano Cruz-Coke, en la que se informaba el reemplazo por Kast. De hecho, el secretario del Senado, Raúl Guzmán, dio cuenta de ello antes de la elección en la que se impuso García.

Aunque los comunistas, con el apoyo de los socialistas, exigieron en la sala revocar esta sustitución, los legisladores de Evópoli se negaron y alegaron que el oficio no se podía retirar sin el acuerdo de las dos bancadas.

Incluso, ese mismo 19 de marzo, Felipe Kast hizo una severa advertencia en la sala. Si el oficialismo insistía con no entregar sus cupos en Hacienda, dada la nueva mayoría que habían logrado en la sala del Senado, perfectamente podría ser reconfigurada toda integración de comisiones.

“No se puede deshacer unilateralmente el cambio de opinión. Pero más allá del elemento legal, si el oficialismo quiere reabrir el debate de las comisiones, ni un problema, por una mayoría de 27 votos (Chile Vamos, independientes de derecha y Demócratas) podemos reabrir el debate de todas las comisiones... Si lo que quiere el PC y otros es que además que se revise la mesa, se revise la composición de todas las comisiones, con 27 votos de la oposición, adelante”, dijo Kast.

Con ese cuadro no resuelto, al día siguiente llegaron seis senadores para tomar posición en los cinco escaños de la Comisión de Hacienda. Además de Lagos Weber (PPD), llegaron Núñez (PC), Kast (Evópoli), García (RN), Insulza (PS) y Gustavo Sanhueza (UDI), en reemplazo de Juan Antonio Coloma (UDI).

Tras deliberar a puertas cerradas, los presentes acordaron que mientras la reunión de comités no resuelva, Núñez (PC) permaneciera como integrante de Hacienda.

No obstante, una vez abierta la sesión se procedió a votar la renuncia de Lagos Weber, que finalmente fue rechazada por tres votos en contra (Núñez, Insulza y el mismo senador PPD). A favor de su dimisión se pronunció Sanhueza, mientras que García se abstuvo, dando cuenta de su nuevo rol de moderador de las tensiones en el Senado.

El bloqueo en la Comisión de Hacienda tuvo como réplica que la derecha frenara los traspasos de cupos en ciertas comisiones, por ejemplo, Seguridad Ciudadana, Relaciones Exteriores, Pesca e Infancia.

El problema para García (RN) es que si esta situación sigue escalando, hay senadores de derecha que están dispuestos a ceñirse a la idea de Kast y rehacer toda la integración de comisiones.

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