Los sicólogos especialistas en crisis

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Capacitación de primeros auxilios sicológicos a organizaciones sociales, en Providencia. Foto: ONG Psicólogos Voluntarios

Hace una década, para el terremoto del 2010, nació la ONG Psicólogos Voluntarios. Hoy, a un mes del estallido social que vive el país, este grupo ha sido testigo de la salud mental de los chilenos. "Principalmente hay que poder darles seguridad a las personas, que es lo que más se pierde en momentos de este tipo", explica Karent Hermosilla, directora ejecutiva de esta ONG, que reúne a 150 profesionales.


Soledad Labbé -29 años, sicóloga clínica de la UC- veía hace un mes las manifestaciones que luego desembocaron en el estallido social que aún vive el país. Decidió entonces que quería ayudar. Por eso, el miércoles 23 de octubre escribió un correo a la ONG Psicólogos Voluntarios preguntando si necesitaban colaboración.

"Después de todo lo que pasó, me encontré en una posición donde dije: '¿Cómo puedo ayudar de manera práctica y ocupando mi profesión?'", explica la joven, quien trabaja en el Hospital Sótero del Río y hoy ya forma parte de la ONG, que es el principal grupo de sicólogos voluntarios trabajando en esta contingencia. Son 150 especialistas.

La ONG nació para el terremoto de febrero de 2010, cuando su fundador, Sebastián Chacón, tomó un bus a Concepción pensando en brindar ayuda, pero se encontró con un gran desorden de voluntarios. Entonces, volvió a Santiago y se contactó con su universidad, la Diego Portales, donde lo apoyaron en armar cuadrillas para ir a socorrer a los afectados. Desde entonces, el grupo ha estado en labores de apoyo sicológico en varias emergencias, como la de los 33 mineros, el incendio en la cárcel de San Miguel, el aluvión de 2015 en el norte y los incendios forestales de 2017. Además, han colaborado fuera de Chile en emergencias en Perú, México y Ecuador.

Esa experiencia acumulada ha sido clave para enfrentar la actual crisis. "Para estas emergencias emerge mucho voluntariado espontáneo, donde tú puedes llegar y hacer una intervención, pero si no cuentas con capacitaciones en emergencia, en primeros auxilios sicológicos, puedes abrir heridas de las que no vas a poder hacerte cargo porque después te vas", explica Karent Hermosilla, directora ejecutiva de la ONG.

"Para estas emergencias emerge mucho voluntariado espontáneo, donde tú puedes llegar y hacer una intervención, pero si no cuentas con capacitaciones en emergencia, en primeros auxilios sicológicos, puedes abrir heridas de las que no vas a poder hacerte cargo porque después te vas", dice Karent Hermosilla.

En el tiempo que lleva como voluntaria, Soledad Labbé se ha encontrado con ese orden: "Lo más tranquilizador es la organización. Eso es lo que se necesita en estas situaciones, porque si no lo haces así, se puede causar más daño". Otro aspecto que le ha llamado la atención en estas semanas es el cuidado en dar opiniones personales frente a las personas que atienden. "En la capacitación de primeros auxilios sicológicos a la que fui, nos dejaron súper claro que como ONG no podemos tener visión política. Eso es crucial, porque en esto uno puede caer muy fácil en discusiones de ese tipo", cuenta.

De talleres a cabildos

Desde el 18 de octubre, día de inicio de la crisis, en Psicólogos Voluntarios han echado a andar una serie de capacitaciones en primeros auxilios sicológicos y de autocuidado para que personas que tengan contacto directo con afectados puedan entregarles una primera contención, apoyo o guía. Hermosilla cuenta que los talleres los han dictado en municipalidades, juntas de vecinos y organizaciones sociales, en forma gratuita. También han ido a empresas y colegios, y en esos casos el servicio es pagado. "El foco es siempre dejar las herramientas instaladas en las comunidades porque nosotros después nos vamos", explica la directora ejecutiva de la ONG que está funcionando en Santiago, Ñuble, Valparaíso, Concepción y Rancagua.

En el plano de los primeros auxilios sicológicos, Hermosilla señala que la mejor forma de ayudar a las personas en contextos de crisis es preguntarles qué necesitan o simplemente acompañarlas, aunque no se les diga nada. "No es indagar o tratar que la persona se desahogue con nosotros, sino que principalmente poder darle seguridad, que es lo que más se pierde en momentos de este tipo", dice.

"En estos contextos aumenta la ansiedad, la incertidumbre y el miedo. La desinformación afecta esos procesos y se vuelve un tema que divide a las personas y afecta su salud mental", dice Alfonso Araya.

Ese ha sido el principal foco de la organización, aunque desde 2015 montaron una consulta cerca de la Plaza Italia para atender a unos 100 pacientes, quienes tuvieron que suspender sus terapias hace un mes. "En ese lugar aumenta la ansiedad. No puedes concentrarte en tu proceso si afuera están tirando bombas, se escuchan disparos, se siente el dolor y los gritos de la gente", explica Hermosilla. Desde la semana pasada retomaron las sesiones, pero hasta las 5 de la tarde. "Vamos día a día planificando", precisa.

Además de los talleres de primeros auxilios sicológicos y del autocuidado en comunidades, este mes los voluntarios de la ONG han trabajado con una línea telefónica de contención que instalaron el lunes 21 de octubre, han atendido o derivado casos clínicos de emergencia por la crisis y además han montado cabildos sobre salud mental. Calculan que, con esas tres instancias, han llegado a un total de 200 personas.

Llamadas de emergencia

En su trabajo en terreno, el grupo se ha encontrado con sintomatologías que se repiten y que debido a la crisis se agudizan, como depresión, crisis de pánico o ideación suicida. "En estos contextos aumenta la ansiedad, la incertidumbre y el miedo. La desinformación afecta esos procesos y se vuelve un tema que divide a las personas y afecta su salud mental. Además, por la dificultad en el transporte, hay poca disponibilidad para reunirse con amigos o familiares y eso es un recurso menos para enfrentar lo que está sucediendo", dice Alfonso Araya -25 años, sicólogo clínico de la Universidad de Chile-, quien es voluntario desde mayo de 2018.

Los casos más urgentes los captan desde la línea de atención telefónica, su página web o redes sociales. Araya recuerda especialmente a un paciente que había intentado suicidarse después de pelearse con su abuela -su principal apoyo familiar- por una discusión sobre política y de haber recibido un perdigón durante las protestas por el que terminó hospitalizado. "Se fue quedando sin redes de apoyo por esos conflictos. La crisis fue un factor importante que intensificó su situación", cuenta el sicólogo, quien explica que lo primero que hacen frente a casos así es contener y escuchar a la persona. Luego, se acelera el proceso de ingreso y derivación a sicoterapia en la misma ONG -que comúnmente demora 10 días- y a un siquiatra.

"Las personas llaman porque no tienen certeza de lo que puede pasar mañana. Los llamados que he recibido están asociados a eso", cuenta Francisco Yáñez. 

Uno de los voluntarios de la línea telefónica es Francisco Yáñez -29 años, sicólogo de la Universidad Santo Tomás, actualmente trabajando en el Poder Judicial-, quien explica que la mayoría de las llamadas que reciben tienen que ver con la incertidumbre que representa el día a día: "Las personas llaman porque no tienen certeza de lo que puede pasar mañana. Los llamados que he recibido están asociados a eso".

Yáñez dice que las llamadas ocurren en tiempos de ocio, los fines de semana o después de las cinco de la tarde de lunes a viernes. "En esos momentos la mente empieza a generar estrés, porque antes las personas están ocupadas con sus trabajos o tareas diarias. La misma contingencia va agravando esta intranquilidad y estrés", detalla.

Son siete sicólogos quienes trabajan en la línea telefónica. Reciben muchas consultas por trastornos ansiosos y depresivos. "Uno de los casos más complicados que me tocó fue el de una chica venezolana con sintomatología ansiosa y rasgos depresivos. Ella me comentaba que esta misma situación la había vivido en su país; y que tenía miedo de salir de su casa. No contaba con mucha red de apoyo y pedía orientación para que la viera un siquiatra", dice Yáñez.

¿Qué hacer?

Para enfrentar la tensión de estas semanas, los sicólogos de la ONG entregan recomendaciones. Una es tratar de mantener horarios de alimentación y de sueño; no aumentar el consumo de alcohol y tabaco; y tener conductas de autocuidado, tratando de no estar todo el día revisando redes sociales en busca de información sobre la crisis. Eso produce mayor ansiedad. En el caso de niños, piden no exponerlos a medios de comunicación y evitar que vayan a marchas. "La represión no ha sido menor, y eso les impacta mucho", explica Karent Hermosilla.

"El estrés se puede ver en el cansancio físico y mental, en el miedo y también puede aparecer en dolores de cabeza o estómago", agrega Araya. 

Alfonso Araya dice que todas esas medidas las emplean los sicólogos en ellos mismos, poniendo atención al estrés que sienten o procurando conservar el tiempo de relajo y conversación con seres queridos. "El estrés se puede ver en el cansancio físico y mental, en el miedo y también puede aparecer en dolores de cabeza o estómago", agrega.

Por último, Hermosilla proyecta que el próximo año será complejo en términos de salud mental. "Hoy el organismo está en estado de alerta constante, pero una vez que ese estado empiece a bajar, comenzarán a aparecer otras sintomatologías o a acrecentarse diagnósticos anteriores, como depresión, crisis de pánico y angustia o bipolaridad", advierte.

Cómo contactarlos

  • Si alguien requiere de contención o atención de esta ONG, puede escribir al correo clinica@psicologosvoluntarios.cl o llamar al +56975592366.
  • En caso de que una comunidad requiera apoyo, puede escribir a proyectos.sociales@psicologosvoluntarios.cl.
  • Y si alguien quiere ser voluntario o capacitarse, puede contactarse al mail voluntarios@psicologosvoluntarios.cl.

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