“Olvidan hacérselo” o “creen que no lo necesitan”: casi el 30% de la población objetivo no se realiza examen para prevenir el cáncer cervicouterino

Imagen de referencia.

Según datos de la encuesta Casen, el papanicolau con el que se determina el riesgo de padecer la enfermedad y que es gratuito cada tres años para las mujeres entre 25 y 64 años, alcanzó un 66% de cobertura en el último trienio. La meta de las autoridades de salud es el 80% de la población objetivo.


El Programa Nacional de Prevención del Cáncer Cervicouterino tiene como tamizaje, o prueba de diagnóstico, el Papanicolaou (PAU) para las edades entre 25 y 64 años, el cual es gratuito cada tres años para dicho grupo de la población, también denominado “Población Política Pública” (PPP).

Pese a que esta cobertura tiene como meta el 80% anual, según la encuesta Casen 2022 la realización de tal examen en dicho rango etario (25-64) alcanzó el 66,2% en el último trienio. Es decir, un 27,8% declara que no se ha hecho el examen. Y entre mujeres de 15 años y más (Población Total, PT) la respuesta afirmativa llegó a 51,8%, mientras que el 42,6% declara no habérselo hecho.

En cuanto a regiones, las mayores cifras de realización del PAP dentro de la Población Política Pública se produce en el Biobío (70,7%), Ñuble (70,6%) y Arica (70,3%), mientras que las más bajas se encuentran en Antofagasta (59,9%) y Coquimbo (60,1%). Es decir, en estas últimas, alrededor del 40% declara no haberse hecho el examen.

Por otra parte, cuando se analizan los resultados por sector al cual pertenecen las mujeres, se evidencia que en la PT un 52% de las mujeres de las áreas urbanas se han realizado el examen, versus un 54% de las mujeres en las áreas rurales. Sin embargo, al revisar la PPP los porcentajes suben, con un 66% de las mujeres de las áreas urbanas que sí se han realizado el PAP, versus un 70% de las mujeres de las áreas rurales del país.

Las cifras fueron analizadas por el Centro de Políticas Públicas e Innovación en Salud (CIPS), de la Universidad del Desarrollo, y en cuanto a las razones por las cuales el 27,8% sostiene que no se ha hecho el PAP en los últimos tres años, CIPS sostiene que alrededor de un 57% de las mujeres no se lo han realizado porque se les ha olvidado o por desconocimiento (se le olvida hacérselo, 23%; no cree que lo necesite, 15%; le da miedo o le disgusta, 8%; no sabe, 4%; no tiene dinero, 2%; no sabía que tenía que hacerse ese examen, 2%; no conoce ese examen, 2%; y no sabe dónde hacérselo, 1%). Mientras que cerca del 26% no se lo hace por razones que son solucionables desde la gestión de los centros (no tiene tiempo, 18%; no ha podido conseguir hora, 7%; el horario del consultorio no le sirve, 1%).

“Es importante recalcar una y otra vez que todas estas mujeres tienen el derecho de pedir medio día libre en el trabajo para hacerse este examen porque es fundamental para la salud pública de Chile”, dice Paula Daza, directora ejecutiva de CIPS. Y añade: “También hay un factor en los roles que es importante cambiar. La demanda de tareas domésticas sobre la mujer le quita tiempo para dedicarse a ella y, en ese sentido, se ha visto que los exámenes preventivos dejan de ser prioridad. Por eso el objetivo de este examen no debe estar enfocado solo en las mujeres, sino que también en los hombres”.

Daza agrega que la Atención Primaria de Salud (APS) es clave a la hora de dar mayor disponibilidad horaria y que sea expedita la gestión: “La APS debe disminuir las barreras de acceso en la ruta de las mujeres para que puedan realizarse este examen”.

La tercera razón de por qué no se realizan este examen es “no cree que lo necesita”, con un 15%, lo que a juicio de Daza es preocupante porque lo que se debe lograr es tener mayor incidencia de casos y bajar la mortalidad por esta enfermedad.

“Este cáncer, que es la sexta causa de muerte en mujeres, es un cáncer que se puede manejar bien si se diagnostica a tiempo. Hay más de una forma de diagnosticarlo y las mujeres no están acudiendo a hacerlo. Lo anterior supone un problema de salud pública del que claramente no nos estamos haciendo cargo”, afirma.

Cáncer y tamizaje

De acuerdo a un informe dado a conocer por le CIPS a principios de año, el 55,5% (8.141 casos) de las garantías (GES) retrasadas en cáncer están asociadas al diagnóstico de la enfermedad. En tanto, 25,8% (3.794 casos) están retrasadas por tratamiento, 17,5% (2.567) por tamizaje, y 1,2%, por seguimiento (178 casos).

El CIPS añade que entre marzo y abril los retrasos GES de este cáncer aumentaron en un 35% (3.970 a 5.379), mientras que de acuerdo al último informe de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, hasta abril de 2023 había 15.776 prestaciones GES retrasadas en esta patología. Y el cáncer cervicouterino es el con más prestaciones en lista de espera.

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